capitulo 10

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Carlisle conducía por la carretera tranquilamente, no habían autos a esta hora de la noche, yo no tenía sueño y miraba el paisaje por la ventana, mi ahora marido tomó mi mano y besó con delicadeza mis nudillos y las puso en su pierna, no quito su mano de la mía en ningún momento, en un rato como a las 1 de la madrugada me empezó a dar sueño, me dormí esperando llegar a nuestro destino pronto...

A la mañana siguiente estaba dormida, Carlisle me despertó.

Clarie....despierta ya llegamos- susurró el moviéndome suavemente, me estiré en el aciento del auto y miré la hermosa casa de Alaska, Sonreí y bajé respiré el aire frío de montaña me sentía libre aquí y de la nada Carlisle me alzo en brazos y nos metimos a la casa como la pareja de recién casados que éramos, me llevó al segundo piso y al entrar vi todo tan hermoso, la cama tenía pétalos de rosas alrededor del suelo, fresas en un lado de lamesa junto con chocolates, había velas en algunos lados del cuarto y las cortinas estaban abiertas dejando ver todo el bosque que quedaba detrás de la casa, me di la vuelta y abracé a Carlisle, besé toda su cara y él se moría de la risa, me tomó al estilo princesa y me tumbo suavemente en la cama, yo seguía con mi vestido de novia (el estilo sirena, de las sesiones de fotos), me quito el vestido y lo tiró lejos de mí, miro mi lencería

despierta ya llegamos- susurró el moviéndome suavemente, me estiré en el aciento del auto y miré la hermosa casa de Alaska, Sonreí y bajé respiré el aire frío de montaña me sentía libre aquí y de la nada Carlisle me alzo en brazos y nos metimos a ...

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Alzo un ceja extrañado.

Regalo de Ángela - dije  riendome un poco, tomó mis labios y los besó, tomó unos trozos de fresas y las puso en mi vientre, cuello, hombros, brazos y piernas, comía las fresas mientras acariciaba mi cuerpo.

Ahhhhh Carlisle Ahhhhh- gemía debido a esta deliciosa tortura, lamió cada parte de mi cuerpo y eso excitaba bastante, gemía hasta más no poder, me quitó el sostén y tomó mis pechos en sus manos y los apretó mientras mordía mis pezones, esta tortura era demasiado exquisita para ser real,  sentí como tocaba cada centímetro de mi cuerpo,  cada caricia hacia que me sintiera en las nubes.

Tome su mano y él las subió arriba de mi cabeza inmovilizandome, escuché un gruñido de su parte cuando mis muslos rozaron con su miembro,abrí mis piernas y en soltó mis manos, bajo despacio hacia mi clítoris, me quitó mis bragas y sentí como su lengua jugaba con mi vagina, estaba tan excitada, en un momento Carlisle me puso mas cerca de su pene, pero en un dos por tres me puse encima suyo.

Besé desde sus labios hasta su clavícula, deje unos pequeños chupetones por todo su cuerpo, yo estaba cansada de ser la sumisa y él el dominante, me toca a mi, bajé mis labios por todo su cuerpo escuchándolo gemir,  tome su miembro y comencé a lamerlo despacio, mientras utilizaba mi mano y le daba placer a mi esposo, Lamí, mordisquee y jugueteé con su pene y sus testículos, él gemía a más no poder. Seguí yendo despacio, luego me lo hundí hasta la garganta ya que era muy grande y mi boca algo pequeña, tomó mi cabello en forma de una coleta e hizo que fuese más rápido hasta que sentí su semen en mi boca, yo me lo trague y me puse encima suyo, abrí mis piernas y hundi hasta el fondo su miembro en mi vagina, grité al sentir como él en un tirón adentro lo máximo posible su miembro en mi vagina, sentí como sus grandes y masculinas manos apretaban mi trasero, ambos gemíamos fuertemente, sentí como su miembro palpitaba en mi vagina, fui alzando mis caderas más alto y hundiéndolo fuertemente, gritábamos de placer hasta que sentí el orgasmo llegar a mi entrepierna, ambos llegamos al clímax juntos, estába llena de sudor y Carlisle sin salir de mi se recostó de lado y me comenzó a penetrar de lado, tomó mis caderas y pego mi cuerpo al suyo.
Grité llena de placer, grite hasta que sentí otro orgasmo nuestro, me lleno con su semen y yo solo gemía al sentir ese placer tan inexplicable, me recoste en su pecho cansada. Él acaricio mi cabello y yo hacia formas en su pecho, adoraba terminar hací después de haber pasado un buen rato con mi ahora esposo, simplemente no necesitábamos palabras para demostrar nuestro amor sólo con que él estuviera para mi y yo para él éramos más que felices, me dormí cansada primero del viaje y segundo por culpa de Carlisle......

Cuando el amor llama a tu puertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora