EL GATO NEGRO

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Cuando era pequeña cerca de donde yo vivía, había un viejo gato

El cual yo llamaba el gato negro, que a menudo le alimentaba. Mí abuela me advertía de no a hacerlo por que me daría mala suerte, pero yo no creo eso hasta hoy en día.

Un día ya carcomiendome la curiosidad le pregunté
- gato por que siempre dejas que la gente diga cosas feas de ti - me miró algo indiferente.

-¿no responderás a mí pregunta?-

Se enderezó y hablo - ¿acaso tú pequeña niña puedes cambiar la forma en la que te miran. No verdad?.

- si, pero es diferente por que vos no das mala suerte - respondí muy segura de mis palabras.

- ah, yo mismo creo que doy mala suerte, ¿quieres que te cuente mí historia? - pregunto el mínino.

- Si, claro - fue mí respuesta.
Mientras tanto el gato sé acurrucó y, empezó a hablar

- yo nací en la calle pero por suerte a diferencia de mis difuntos hermanos yo logré sobre vivir, la familia era una familia muy amorosa y única ( pero no les duro mucho ) ya que el padre enfermó o algo así, yo solo digo que no e podido conocer a una persona que rasque mejor detrás de las orejas que el, se fue un jueves lo recuerdo por que me lo avía dicho mí dueña - traga aire y prosigue - le siguió la anciana, y me alegra que haya sufrido antes de marcharse, ya que a un gato no se lo baña con agua fría. No, no se lo baña y punto.

Esa ya no era una familia amorosa, ya no era una familia. La muerte que más me pesa fue la la muerte de mí niña, mí ama, también se enfermó y sufrió mucho. Aún recuerdo lo último que me dijo:" mí buen amigo tengo mucho, mucho frío y sueño...
No...me quiero ir"
Ella me abrazó fuertemente y cerró sos ojos para siempre, así fue la última noche que dormí con ella, dos días después fue su entierro.

Su madre se suicidó en la sala de la casa esa misma noche, yo fui testigo de la muerte de toda una familia. Y esa es mí historia.

- ¿puedo hacerle una pregunta? - le dije.

- claro - respondió pesado.

- ¿Que es el suicidó? - pregunté inocente.

- es cuando alguien se mata el solo - me respondió.

-...ah...- fue lo último que dije, luego lo acaricié y me fui del lugar.

Fue la última vez que ví a EL GATO NEGRO


A.N.C

un cuento másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora