Atrapada (Novela de Jeff The Killer +18)

Parte 3

Agh...
Un dolor horrible estaba casa vez más presente en mi cabeza.

Cada vez que estaba más consciente el dolor en mi cabeza crecía siendo más y más insoportable, haciéndome emitir pequeños quejidos

Pero, el terror dentro de mi creció cuando quise tocar mi cabeza y no pude. Sentí mis manos apretadas por fuertes cuerdas en mis muñecas, manteniendo las encima de mi cabeza, la posición era incomoda. Yo estaba recostada sobre una cama con un cobertor encima de mi cuerpo.

Sentí un horrible escalofrío y comencé a emitir pequeños gemidos del susto, apenas abriendo los ojos levemente observando el lugar donde estaba.

Era una habitación de paredes color rosa pálido casi blanco, sucias y desgastadas con algunos cuadros de flores colgados, rotos y algunos medio caídos. Frente a mi había un mueble color verde menta muy apagado y sucio con unas fotos que no lograba distinguir bien, además de un par de anteojos sobre la superficie. A mi lado solo había una mesita de noche color café oscuro con una lámpara de luz cálida y eso era lo único que alumbraba la habitación.

A mí otro lado solo había un peinador de color similar al de la mesita de noche, había un cepillo verde claro y algunos perfumes y maquillaje destruido y caído, también logré ver la puerta, que era color celeste e igual estaba hecha mierda.

El lugar olía a pura humedad y tierra, era desagradable para mí.

Apreté con fuerza mis manos y comencé a forcejear con fuerza pero el dolor de esto me obligó a detenerme haciendo que rompiera en llanto inmediatamente y comenzará a gritar desesperada por ayuda

— ¡ayuda! ¡Por favor alguien!..-gritaba desesperada.

Nadie respondía...
Y en el fondo sabía que esto iba a seguir así..

Fui secuestrada por ese loco de cara cortada..seguro estoy metida en un lugar abandonado muy lejos de la gente y nadie podrá oírme..

Debía..¿Esperarlo?...¿Que demonios quiere? ..

Con esa apariencia como no voltearlo a ver.
Yo no tengo la culpa.

Mi vida es una mierda pero..no quiero morir aún.

Pensaba eso, recordando las cosas buenas de mi vida, Martha, Kelly...Tommy.

Mis tres mejores y únicos amigos, mis compañeros y lo único que amaba.

Dios...solo recordar a Tommy me hizo comenzar a romper en llanto de nuevo.

Cuántas veces no estuvo a mi lado consolandome por el dolor que pasaba diario gracias a mi padre..

"— Vamos bebé...deja de llorar...-Dijo Tommy limpiando mis lágrimas.— Las niñas fuertes no lloran ...-susurro mientras me abrazaba.

— Esque..tengo miedo...

El negó con la cabeza y me aferró a él.

— Ya no bebé...no estás sola..."

Solo recordar su voz, sus caricias y su sonrisa me partía el alma..me llenaba de coraje también, pues me fue arrebatado por ese maniático.

De pronto el sonido del chirrido de la puerta me despertó de mis pensamientos y rápidamente desvíe la mirada para ver la puerta abrirse lentamente, dejando ver esa figura masculina que me heló la sangre.

Ese hombre estaba entrando a la habitación y yo estaba totalmente vulnerable.
Cuando menos pensé el ya estaba dentro, cerrando la puerta detrás de él dejándonos a ambos encerrados en la sucia habitación.