Miro el techo, volteo y al menos quisiera ver algo en mi habitación.
Además de mis garras y basura tirada, una persona, o al menos eso creo que quiero ver.
Sabia de la soledad, pero nunca la había sentido de esta manera.
Mi única compañía es Jack, la mayoría del tiempo me lo encuentro en el espejo.
En otras fuera de el.
Es buena persona, puede llegar a ser irritante, pues siempre me recrimina que salga de aqui.
Suele ser muy directo al momento de la sinceridad.
Pero me alegra que al menos alguien aqui me trata como un ser humano.
Me siento como un fantasma deambulando, moviéndome de un lado a otro.
Las luces que trasmite mi bocina alumbra un poco mi alrededor.
Azul, verde, rojo, azul, azul, verde, rojo, rojo y así sucesivamente.
Mientras escuchaba un poco de Joy División, sin duda si esa banda fuera un color seria un tipo de negro pasión.
Ya les dije que escribo?.
No soy muy bueno expresando sentimientos, ni mucho menos ocultándolos.
Parece broma, y me gustaría que fuera así.
Asi expreso toda mi frustración y malos pensamientos en una hoja blanca.
Escuchando muisca melancólica, me inspira y me quiebra a la vez.
Les contaría sobre mi pasado, pero luce muy borroso la mayoría del tiempo.
Mas con estas pastillas, en especial la azul.
Les contare lo ultimo que recuerdo, ni siquiera estoy seguro.
Tenia una novia, era mayor que yo, 4 o 5 años no recuerdo.
Me enamore de ella perdidamente con solo verla una vez.
Era hermosa, su piel tan pálida.
Parecía que había salido de la morgue, a comparación de sus ojos estaban llenos de vida.
Pelo oscuro como el anochecer, largo y liso.
Con un aroma muy peculiar, a tabaco y dulce.
Nunca pensé que tendría alguna oportunidad con ella.
Unas de las cosas que me enamoro de ella fue que estaba igual de rota que yo.
Entendía mis heridas como ninguna otra mujer.
Era un tanto intensa y glamurosa.
Siempre ponía en primer lugar a los demás.
Pero no muchos apreciaban eso, a de ser por eso todas esas cicatrices que rondaban en su corazón.
Unos mas profundos que otros.
Ella creía que tenia que mostrar gratitud, pagarles de alguna manera aquel que la ayudara.
Ya sea su eterna gratitud o sexo.
En aquel entonces tenia 16.
Un impulsivo y sentimental chico, inmaduro, sin rumbo fijo.
Aunque, aun me siento así.
Lo único que cambio fue mi edad o al menos eso creo, desde hace tiempo que no tengo control del tiempo.
Ella fue mi primera pareja, ella fue mi primera vez.
Prácticamente en todo.
Y para ella fui un imbécil mas que le dio su cuerpo.
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Románticamente Toxico
Ficção AdolescenteAaron sufre de amnesia. Y lleve meses encerrado en su cuarto por cuestiones medicas y sus únicas aliadas para mantenerse cuerdo son las pastillas. El problema es que mientras mas las consume, mas olvida su pasado y quien es.