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La noche había transcurrido demasiado tranquila, ninguna se había atrevido a abrir la boca al menos para preguntar qué tal le parecía la escuela. 

Estuve hundida en mis pensamientos durante toda la noche, tratando de imaginarme como sería la mañana siguiente. ¿Qué clase de personas conocería?, ¿Cómo sería mi vida de hoy en adelante?. Esas preguntas no hacían más que agobiarme aún más de lo que ya estaba. 

No pude evitar pensar en Carrie, esa chica me provocaba una tremenda curiosidad, pero me daba temor hablar con ella por miedo a que le pareciese rara o que incluso no quisiese seguir compartiendo la habitación conmigo, esos pensamientos me hicieron sentir demasiado estupida.

Quería conocerla, quería saber sobre ella, quería que pudiéramos formar una amistad al menos dentro de esta habitación, para poder llevarnos bien y no tener problemas.

Me acurruque en mi cama y respire profundo, los pensamientos aún vagaban por mi mente, estaba demasiado nerviosa. trate de conciliar el sueño una vez más pero me fue imposible. 

¿Por Qué estos malditos pensamientos no me dejan en paz?

Siempre solía preocuparme mucho por todo, me preocupaba por cómo sería todo, quienes serían mis amigos durante esta etapa. 

Pero hoy estaba demasiado paranoica, Tengo demasiado miedo de como salga todo. 

De Repente y como un golpe en mi cabeza, Escuche a Carrie suspirar y como se levantaba lentamente de su cama, supongo que para no hacer demasiado ruido, La mire de reojo y note que caminaba directo al baño. Tenía una pantaloneta corta que hacía que resaltara sus piernas.

Desde la ventana entraba un poco de luz, supuse que era temprano y pronto tendríamos que entrar a clase.

Tome las mantas y las puse sobre mi cabeza tapando totalmente cualquier rastro de luz y haciendo que mi cuerpo entrar en total calor. 

Escuche el sonido de la ducha, las gotas de agua cayendo lentamente en el piso. Luego de un momento el sonido disminuye, supuse que ya se estaría duchando. Me imagine su cuerpo totalmente desnudo cubierto totalmente por el agua que cae suavemente sobre el, como tratando de cuidarlo y ella amando cada vez que una gota de agua caliente cae sobre su piel, sin imaginarse que pronto tendrá que dejar de sentir esa sensación. 

Sacudí mi cabeza, como tratando de poder alejar esos pensamientos de mi cabeza.

¿Por qué me imaginaba a Carrie desnuda?

Quite las mantas de mi cabeza y me levante con cuidado tratando de no marearme, cuando acostumbre mis ojos a  la luz que entraba en la habitación, Mire la hora y aún faltaban cuarenta minutos para entrar a clase. 

La clase fue tan aburrida, que no hallaba la hora para poder salir de ese maldito salón. Carrie estaba dos asientos delante de mí, su cabello rojo brillaba aún más con la luz mañanera que entraba por las ventanas.

Llevaba menos de un día en  la escuela y ya me sentía demasiado abrumada, quería salir de ahí a todo costa, el simple hecho de estar sentada ahí me hacía odiar absolutamente todo y poner mi típica cara de asco, que siempre terminaba haciendo que los demás creyesen que soy una  chica toxica.

Podía ver esas caras desconocidas, algunas bromeando, otras simplemente conversando y yo aún me mantenía en mi asiento, en total silencio y observando esas caras desconocidas. Me sentía excluida de maneras exorbitantes.

Desvié mi mirada hacía la ventana, ya la incomodidad supera todos los límites posibles. Supongo que es normal, ya que es mi primer día, pero se supone que alguien al menos un alma apiadarse de mí. Ese resplandor de luz mañanera provocaba que el patio tuviera un hermoso color. Lo cual era extraño ya que durante todo el día el patio parecía algo sombrío y sin color, tal vez estaba exagerando un poco.

Necesitaba algo de comunicación, necesitaba conversar con alguien para dejar de sentir esa crisis existencial.

Pensé las diferentes maneras que acercarme a alguien, pero ninguna me terminaba de convencer.

Mire a la chica que estaba sentada a mi lado, se veía simpática. Tenía el cabello castaño largo, y más de eso no ahí nada que resaltar, parecía bastante común. 

Simplemente hablale.

Tome el valor y por fin le pude hablar.

- ¿Hola?- Dije prácticamente en susurros. Ella levanto la mirada y me sonrió muy amigablemente. 

- ¿Nueva? - Preguntó y asentí con la cabeza, ella soltó una sonrisa de gracia. -Debes estar aterrada, los primeros días son una mierda.

Me encogí de hombros. 

-¿Cómo te llamas?- Preguntó sonriendo.

- Soy Marceline, ¿Tú?.

- Tengo un nombre asqueroso, así que dime Bri.

No supe qué decirle, así que simplemente le dedique una sonrisa amigable.




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⏰ Última actualización: Oct 18, 2019 ⏰

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