Advertencia

7 1 0
                                    

CAPITULO 2

Connor tenía cerca de la misma edad que Berkley, solo parecía un poco mayor, pero era completamente diferente a él. Mientras Berkley era todo rasgos europeos, él era ancho y de rostro anguloso, y los ojos de Berkley eran de un verde intenso, pero serenos y amigables, en cambio los de Connor eran negros aterciopelados, metódicos y agudos. Llevaba puesto un traje formal gris, cosa que lo hacía ver más amenazante. Él estaba hablando con Walt acerca de algo, hablaban en susurros así que no pude saber de que hablaban exactamente, pero ya creía saber la respuesta. Grettel Di Picciotti.

Todos nos ubicamos entre la pequeña sala de estar y el desayunador para así estar todos sentados.

Berkley comenzó a hablar, le explicó como habíamos logrado burlar a los guardias en un principio, y con esto Connor felicitó a Europa por su brillante plan. Luego Berkley me hizo el gran favor de apresurar y acortar la historia desde que detoné la alarma, le dijo que en lo poco que registramos su oficina no encontramos nada. Mientras Berkley relataba todo desde mi metida de pata, Connor no apartó su filosa mirada de mí, su nariz puntiaguda se veía bastante espeluznante con esa mirada en su rostro, y solo hasta que Berkley hubo acabado lo volteó a ver.

-¿Dices que no encontraron nada en su oficina?

-Nada, pero sin embargo cuando manipulé y hablé con su asistente me dijo que mejor le preguntara sobre “el negocio” a él esta noche, en la fiesta que dará por su éxito a nivel internacional.

-Interesante. ¿Dijo dónde iba a ser?

-No, pero Walt investigó un poco y encontró dónde será. En su apartamento de Manhattan, cerca de central park.

-Felicidades Wilson. Desearía poder decir lo mismo de ti Grettel.

Yo había permanecido en un silencio sepulcral, no había nada que pudiera decir para defender o excusar  mis errores.

-Connor eso pudo pasarle a cualquiera, pero prometo que la mantendré bajo mi tutela en las misiones, no cometerá otra imprudencia. –por primera y quizá última vez Berkley me estaba ayudando, era reconfortante.

-Bien, esta será tu segunda oportunidad Grettel, no me falles o me veré obligado a sacarte del caso y del equipo de entrenamiento. ¿Me doy a entender?

-Por supuesto. Nunca desperdiciaría está oportunidad. –perro.

-Mejor que no me arrepienta de esto Grettel.

Se puso en pie, se despidió con un asentimiento de cabeza y salió seguido por Berkley, desde mi posición podía ver lo hacían fuera. Connor y Berkley habían sido amigos en la Universidad, ambos eran serios frente a nosotros, y raras veces eran en las que Berkley mostraba emociones o sentimientos cuando estábamos presentes. Así que estaba atestiguando un momento de esos, fraternal y libre de tensión, Berkley sacudió el cabello de Connor con una mano, y él le dio un puñetazo amigable en el estómago, ambos reían y parecían ignorantes de mi vista en ellos, así que no quise arruinar su momento y me gire, enfrentando a Europa y a Walt.

-Eso fue en serio Grettel. –Europa sonaba realmente preocupada. Tipíco.

-Tal vez si no actuaras tan sin premeditar las cosas evitarías estas situaciones. –Walt se cruzó de brazos y frunció el entrecejo. En otra situación me hubiera defendido sarcásticamente, pero ambos sonaban serios y dudaba que quisieran lidiar con mi carácter indiferente.

-Lo sé. Esta vez no volverá a pasar.

-Está es la primera vez que Connor te da una advertencia de algún tipo. –Europa ya no me tenía fe. –Concuerdo con Walt. Deberías pensar antes de actuar.

Walt aflojó su ceño fruncido y sus brazos casi caen a sus costados, Europa siempre le llevaba la contraria. Era un logro personal para él aparentemente.

Berkley entró como si nada hubiera pasado en el pasillo, tenía una expresión seria y cansada. Se desplomó sobre el sofá y resopló hasta que, calculo, dejo ir todo su enfado. Tomó otra bocanada de aire y volvió a exhalar, pero no tan dramáticamente como antes. Su mirada parecía más serena, me miraba paternalmente. Hubiera deseado que mi padre me hubiera visto así alguna vez, en lugar de como me veía. Temor y desconcierto.

-Greta, no puedes pasar siempre cometiendo errores, no siempre habrá alguien que te ayude.

-Lo sé, pero gracias por todo lo que hiciste por mí hoy.

-No esperes que te salve, fue un favor especial, no habrá otra vez. –esbozo una débil sonrisa. –Los quiero a todos a las siete en punto afuera en ese pasillo, arreglados, formales. –Salió del apartamento y cerró la puerta.

-Son las seis en punto mejor me voy. Gret evita romper el vestido esta vez ¿quieres?

-Solo sí tú evitas llegar tarde Walt.

-Tenlo por seguro. –Walt me guiñó el ojo y me dejó sola con Europa en el apartamento.

Walt a veces era detestable, pero era con quién mejor me llevaba de los tres. Europa era mi amiga, pero no me entendía del todo, casi siempre peleábamos cuando no concordábamos en algo. Y Berkley, bueno es Berkley, no tiene una relación cercana con ninguno de nosotros tres.

GrettelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora