Muchos creerán que tras llegar a Inkopolis me uní formal mente al escuadrón branquias bajo el mando de Marie y Callie junto a los agentes 3 y 4 pero esto no fue así, no me malentiendan yo estoy en deuda con el capitán pues él me acompaño en toda mi aventura en las profundidades del metro abisal y también con las Cefalopop quienes nos sacaron de ese lugar. Quizás deba decir que intente por unas dos semanas el adaptarme al comando, pero no lo pude logar no solo por el hecho de que no me lleve muy bien con los otros agentes y el motivo principal fue que a pesar de mi gran talento para la lucha yo no la disfruto en lo más mínimo, sea contra Inkling o contra mi propia rasa, después de esas dos semanas los abandone, pero aun seguí en contacto con el capitán.
Desperté unos minutos antes de que sonara mi despertador por lo que me quedé viendo el techo un rato, cuando esta sonara entonces tendría solo una hora para alistarme para ir a mi trabajo de mesera, ¿Qué porque soy mesera? Bueno no me gusta luchar así que no tengo otra forma de ganar dinero para vivir y por si se lo preguntan han pasado más de un año desde que abandone el comando. A pesar de que como mesera me sentía cómoda yo aspiro a algo más emocionado pues a pesar de que no recuerdo mi pasado se y siento que me gusta explorar cosas ya que en mis días libre recorro las viejas tuberías que pasan por debajo de la cuidad aunque e escuchado en bajo los mares están las más raras igual cuando suelo encontrar artefactos muy raros que al perecer tenían algo de valor por lo que los vendía para ganar algo extra.
Mientras trabaja sirviendo café a un cliente se le callo lo que era uno de esos artefactos que sacaba en este caso él tenía una moneda cubierta en plástico para evitar el desgaste.
–Discúlpeme mesera podría dar--- - el sujeto que le hablaba a mi compañera había dejado caer su moneda dentro de la taza de té e lado y había salpicado un poco la mesa y el piso.
–Ocho ayúdame por favor, tráeme una toalla- me pidió me compañera y si me dijo ocho, como saben nunca recordé mi pasado ni mi nombre por lo que me quité el agente y conservé el ocho como nombre.
Cuando ayude a mi compañera me quede detenida viendo como la cliente sacada su moneda de la taza de té y fue en ese momento que una idea exploto en mi cabeza, si con conseguía un barco que se pueda sumergir bajo el agua entonces podría conocer las cosas que otros no han podido y también ganar más dinero.
–¿Ocho estas bien?... ¿Ocho? - me decía mi compañera mientras me sacudía del hombro pues yo no respondía al estar inmersa en mis pensamientos.
Cuando reaccione –Ah sí... estoy bien- me delante rápido del suelo.
–¡oye dile al gerente que tuve una emergencia! - le gritaba mientras salía corriendo de la tienda.
Corrí a todo lo que podía en dirección al puerto de Inkopolis del lado Oeste de la ciudad, le preguntaba a cualquiera que viera por el lugar, si conocía o sabia de alguien que tuviera un barco que se sumergiera en el mar, pero solo me veían como si estuviera loca, pero cuando le pregunté a un erizo que bajaba de un barco carguero.
–Por como lo describes creo que hablas de un submarino- me dijo el erizo con una sonrisa amigable.
–¿Y sabe dónde puedo comprar uno? – le pregunte con un tono de voz esperanzada.
–Lo siento, pero los submarinos no se compran como tal, tienes que decirle a un ingeniero capas y conocedor que te lo fabrique, de él depende el precio- dijo el erizo tratando no decirlo de forma lamentable.
–¿Y por casualidad no conoce a un ingeniero al que pueda ir? – le pregunte sin que el tono de esperanza desapareciera.
–Solo conozco un ingeniero capas en toda la ciudad- dijo el erizo muy seguro de lo que decía.
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Soy Ocho (Splatoon 2)
AdventureY que seria si a la agente Ocho tras salvar a Inkopolis no le hubiera gustado ser una agente