Maldita mujer me dominas adicto, como a la morfina,
Tu sonrisa describe un paisaje y mi mente alucina por gracia divina,
Te gusto y me gustas, y también lo disfrutas.
Y si tuviera que escoger entre la vida sin ti y la muerte, muerte.
Creo que ya s...
Inspirado en el soundtrack del mismo nombre de Rosario Tijeras y en La Ramera del grupo Elefante. Nota, escuchar canción.
Este fic esta dedicado a Sumi_Chan que fue quien me reto, espero te guste y perdón por la espera :3
Palabras: Mala mujer
Palabras Extra: Engañosa
Aquel hermoso y catastrófico día, esta tatuado en mi memoria, pues no todos tenemos la oportunidad de ver a un ángel o más bien, un demonio con rostro tallado de manera angelical.
Ese cabello con las tonalidades del otoño, sus labios carmín y esos ojos ámbar, toda esa perfección tallada con delicadeza en la más fina porcelana.
Ella era tan suave como la seda
Tan deliciosa como una fresa
Y tan dulce como la miel cosechada por las abejas
Yo creía que ella en algún momento iba a amarme, ¡Que estúpido fui!
Logro vendarme los ojos, me convirtió en su pasatiempo, mientras me juraba amor, su corazón latía por el de otro hombre. Su sonrisa es tan falsa que ahora la ternura que antes me provocaba solo me da asco.
Eres como una enredadera, atrapas a todos para tu diversión, me odio por amarte. Tú, la peor de todas, eres la tentación hecha persona, tus labios están cubiertos por la más adictiva droga.
Me doy asco por seguir amándote, me niego a volver a soñar con besarte ¡Maldita mujer! Solo me utilizaste, te burlaste de mi y por culpa de este amor me convertí en tu juguete.
Mi querida Asuna, tu no sabes amar, te fascina divertirte con los sentimientos de otros; fui un idiota, lo se, a pesar de las advertencias me deje llevar por tu belleza y carisma, deje que esa falsa sonrisa carente de cariño me engatusara.
Te odio y me odio, pero no por eso te puedo arrancar de mi corazón, qué estúpido fui al caer en tus redes.
En este nido de serpientes, tu eres la cobra mayor
¿Cómo un ser físicamente perfecto puede poseer tanta maldad? Tienes un corazón podrido, vació. Eres una rosa llena de espinas, hermosa e intocable, maldita seas por ser tan bella, que el cielo te condene por abusar de tu inteligencia, que de un olor putrefacto tu perfume se vuelva.
No me permitías tener amistad con otras mujeres, pero bien que te revolcabas en las camas de otros hombres, les diste lo que a mi casi siempre me negaste y te atreviste a llevar a uno de tus muchos amantes a mi cama, por suerte te cache en la jugada.
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Estábamos de nuevo en mi apartamento, solos, debía de pararte antes de que causaras más daño, no iba a permitir que te salieras con la tuya, no otra vez.
-Si a mis ojos hubieras mirado, te habrías dado cuenta de lo mucho que yo te he amado....
-Sabes que mi corazón le pertenece a alguien más.-Dijiste sin siquiera verme.
-Pero eso no te impidió jugar conmigo y hacer un caos con mis sentimientos.-Espete tajante.
-Kazu... Te quiero, eso lo sabes, si, admito haberme equivocado, fue un error de mi parte lo que hice, pero ya entiende...
Te interrumpí, pues tu disculpa no era suficiente.- Un perdón no cambiara lo que siento y lo sabes. Deberías de saber que con los sentimientos de las personas no se juega, Asuna. No solo me lastimaste, si no que también a él, Eugeo sufría cada vez que nos veía juntos y ahora que él es feliz con alguien más, te cae como purgante en el estómago que ya no babee por ti. No sabes perder.
-Lo dice el chico que me suplica que no lo deje.-Sonreíste con burla, pues en eso tenias razón.
-Prefiero ser tu juguete a dejar que te salgas con la tuya.
Bufaste, volviste sobre tus pasos, estabas harta de mí, pero escuche como susurrabas enrabiada por mi manera de decirte tus verdades:
-Perro faldero.
A lo que yo te conteste gritando:
-¡Mala mujer, engañosa!
Te tome del brazo y sin darte oportunidad de protestar te bese, me permití acariciar tus labios una vez más, los había extrañado. No te costo trabajo el no resistirte a mi, sabes que fui un gran amante las escasas veces que me concediste el placer de probar tu desnudes.
Enredo tus piernas alrededor de mi cintura y nos llevo a mi habitación, definitivamente estoy mal de mi cabeza, pero no puedo evitar este deseo que me carcome desde la primera vez que te vi.
Me dejo llevar por esta pasión que encendiste en mi desde ese primer encuentro, mis manos recorre tu escultural cuerpo, no me importa que tengas a otro, te haré mía hasta que las sabanas se desgasten.
