Pity party

Parte sin título 3

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Marcus era un buen policía, respetuoso de la ley y con un gran deseo de ayudar al prójimo. Cuando conoció a su esposa ella estaba destrozada por la perdida de su hijita, su ex se la había llevado siendo apenas un bebé y a pesar de sus esfuerzos no había rastro de ellos; Marcus juro que la ayudaría a encontrarlos, estar ahí para Monica aún si solo fuera como amigos. Cuando encontraron a Mindy... había esperado una niña rota, maltratada, abusada, incapaz de confiar en nadie... y de cierta forma así era, Mindy parecía una niña normal pero habían ciertas cosas que demostraban no había sido criada de forma adecuada (algunas cosas que les contó aún le provocaban pesadillas). Nunca espero que esa niña tan pequeña era capaz de asesinar a criminales que triplicaban su peso, ni que su padre la hubiera apartado de su madre para convertirla en una vigilante pero con esfuerzo, paciencia y dedicación lograron que se adaptara a una vida civil (con algunos problemas con sus compañeras de clase pero nada letal).

Luego fue transferido a Gotham y eso a Mindy extrañamente feliz.

Cuando les pidió permiso para que su amigo pudiera ir a la casa dudó, no era alguien de la escuela (por alguna razón que aún no comprendía había ganado una beca para Gotham Academy) sino alguien que conoció mientras estuvo al cuidado del difunto señor McCready; sinceramente no creyó que su estilo de vida le permitiera conocer a otros niños, pensó que ese amigo era un dealer o una meretriz pero prefería conocerle luego ya vería como apartar a Mindy de esas malas influencias de forma sutil. La sonrisa que les dio fue dulce, la que toda pequeña da al saber que su mejor amigo la visita y pensó que no podría ser tan malo.

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El día llegó, era un sábado y Mindy había pasado toda la mañana tratando de contener su emoción, se había levantado temprano como era su costumbre y después de desayunar limpio la sala de estar y su habitación sin dejar de tararear. Monica hizo una broma sobre cómo estaba tan ansiosa por ver a su novio, la niña la miro seriamente y con voz firme declaro: "nada de eso, es algo mucho mejor, es mi mejor amigo". A la una en punto la puerta sonó, una secuencia de golpes que al parecer Mindy reconoció y no dudo en abrir, contrario a lo que esperaba no había un hombre tatuado con aspecto cadavérico ni una mujer en ropa que escandalizaría a un clérigo sino un niño de la estatura de Mindy en jeans y sudadera roja tres tallas más grande de lo que debería usar. El chico se presentó de manera muy formal en cuanto pudo hacer que Mindy lo soltara, Marcus se sorprendió al saber quién era y no pudo dejar de preguntarse en qué momento los caminos de ambos se cruzaron.

Sabía que él era otro vigilante (el niño no lo dijo claramente pero ciertas cosas que ambos habían mencionado los hizo juntar dos más dos él y Monica no se atreverían a decirlo después de todo el cuidaba de Mindy así que hacían como si no supieran nada) y que también había pasado por muchas tragedias así que se esforzó para que el tiempo que pasaban en su casa fuera lo más normal posible: en el despensero siempre se encontraban sus bocadillos favoritos, habían actividades/tareas que podrían haber juntos y cuando podían los llevaban al árcade.

No fue sencillo al principio, Damian era aún más desconfiado que Mindy, también era inexpresivo y frío, solo con ella su comportamiento se ablandaba pero con el tiempo Damian acepto que no tenían otras intenciones más que disfrutara de sus reuniones con su amiga, que lo único que Marcus y Monica querían era que esas horas que estaban juntos no tuvieran que preocuparse pues ya no pasarían largos tiempos sin verse.

La verdad le agradaba Damian, aún era un poquito quisquilloso pero era respetuoso con ellos y ayudaba en la casa cuando estaba ahí, pero sobretodo quería a Mindy lo cual para Marcus era más que suficiente. Poco a poco otros se unieron a las visitas (con o sin Damian), Colin, Maya, Rose... lo que lo llevaba hasta ese momento en que su sala se había convertido en un territorio reclamado por más de diez adolescentes en pijamas que habían bebido suficiente refresco como para provocarles pesadillas a un dentista.

¿Debería sorprenderle que ambos niños cumplieran años el 31 de octubre? Quizás, sinceramente ya estaba curado de espanto con esos dos.

Habían querido pasar su primer cumpleaños normal juntos pero dos tipos le causaron problemas a Maya y su madre así que la celebración se pospuso casi tres semanas (eso no impidió que hubiera una pequeña fiesta para su hijastra en casa), ahora sentía que necesitaría la pala que usaba para limpiar la nieve para quitarlos de la alfombra y el sofá, hablaban muy enserio cuando dijeron que no se moverían de ahí a menos que fuera necesario.

Algunos de los chicos aprovecharon la oportunidad para mostrarle a los otros cultura pop –sobre todo a Damian, Suren y Mindy-, Marcus también lo hizo, les mostro unas de sus películas favoritas que estaba seguro les encantaría... y no se equivocó, estaban completamente embelesados con "El extraño mundo de Jack"; ni hablar cuando miraron "El cadáver de la novia" lo cual causo un gran debate sobre con quien debió quedarse el protagonista, ¿Qué era más fuerte, la afinidad entre dos personas o el "amor a primera vista"?

-¿No son lindos? –Pregunto en un murmullo su esposa, habían estado viendo a los chicos mientras cenaban desde la cocina.

-Silencio querida, ellos son demasiado rudos para ser llamados así –Marcus rio, los había visto entrenar y pelear en televisión, sabia de lo que eran capaces pero Monica tenía razón eran lindos. Se veían como un grupo normal de adolescentes, como si no fueran vigilantes, como si un par no tuvieran poderes sobrenaturales o uno tuviera un murciélago gigante de mascota.

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