ᴘʀᴏʜɪʙɪᴅᴏ [ʜᴇʀsᴜs].

Capítulo 8

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[01.04.19]

Narra Herny.

Ahora mismo, me encontraba en El Aeropuerto Barcelona-El Prat Josep Tarradellas, si es que a buena hora Jesus me avisó que vendría; cuando ya estaba a nada de aterrizar.

Desde que respondí aquel mensaje suyo; accediendo totalmente a que viniese, han pasado aproximadamente 3 meses.

3 meses en donde; Jesus y yo hablabamos con una frecuencia, que no era ni medio normal, iba a dormir a casa de Elizabeth, de Elyas, incluso pasaba la mayor parte de mi tiempo robando la comida y la cómoda cama de Samuel, y como no, iba a una terapia psicológica por parte de mis padres, "Para que se me quitase lo gay". Si os soy sincero, no quería formar ninguna clase de problemas, así que accedí a asistir sin poner resistencia, cosa que les sorprendió bastante. Pero eso si, ojo, ojito, tengo más que claro que les están robando el dinero.

En fin. Uno de los grandes problemas que si se había generado en mi casa fue gracias a un favor de Jesus, quién me había pedido hospedaje en mi casa.

"-Papá, un amigo mío vendrá a Barcelona pronto, y me pidió que le ayudase con el hospedaje, dejandole quedar en casa, ¿Se podría?-"

-Herny, no quiero tus mariconadas en mi casa.-

"-Joder, no todos los hombres que veas van a convertirse en mi-"

-No digas más, no quiero escuchar nada más... Muy bien, si tanto insistes; Tienes dos opciones: Yo te doy el permiso de que el tío ese se quede en mi casa, pero, tu madre y yo nos vamos a ese viaje que tanto querías ir, o por el contrario, te vienes con nosotros y le dejas botado.-

...

¿Hace falta que especifique cuál opción escogí?

Ni de coña dejaría a Jesus por ahí, por mí, anda ya, iros a dónde os venga en gana.

...

Con el auto aparcado cerca del Aeropuerto, fui a sentarme en las bancas de aquel lugar, con grandes nervios que se apoderaban de mi estómago ante la espera de su llegada.

Aunque se aproximaba el verano, últimamente andaba haciendo mucho frío, así que mi forma de vestir no era una muy casual; Tenía una gran chaqueta de algodón de color negro, una camiseta azúl de manga media, un jean de color blanco y unos zapatos, sin más. Ni fu, ni fa.

Pero eso si, traía incluso una bufanda guardada en mi maleta.

...

Prendí el móvil con curiosidad, observando la hora; 5:30pm.

A pasar el rato mientras llega.

Con algo de desánimo, ingresé a Instagram, donde comencé a ver historias de algunos de mis amigos; Elyas anunciando sus nuevos vídeos, Samuel, quien al parecer hace nada se había ido de viaje, nada realmente llamativo, o eso creía.

Cuándo llegué casi al final de mis historias, me encontré con el Instagram de Jesus, dedicándome a observar con detalle, todas y cada una de ellas.