Capítulo 1

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Caminé descalzo por toda la habitación hasta llegar al pequeño pero acogedor balcón. Me senté y tomé la taza de café caliente entre mis frías manos para luego suspirar por la espera. Aún no llegabas al departamento y todo se sentía frío sin ti. "¿De nuevo no llegarás?" pensé "¿Otra noche solo?" bajé la cabeza y tomé un poco del amargo líquido quemando mi garganta en el proceso. Moví la cabeza con disgusto y antes de que pudiese recriminarme mentalmente escuché tu voz. 

-Torpe- dijiste antes de darme una suave caricia en el cabello. 

-Llegaste- hablé en voz baja. - No te escuché entrar - Bajaste hasta estar a mi altura y subiste el brazo mostrando una bolsa de papel. 

-Kookie, te traje esto- me diste la bolsa junto con una linda sonrisa. La acepté con gusto, eran mis chocolates favoritos. 

-No era necesario Tae, pero gracias de todas formas - me incliné un poco para tomarla y aprovechaste para darme un corto beso en la comisura de los labios. 

Buscaste la otra silla y te sentaste a mi lado, pude percibir el calor que emanaba tu cuerpo. Me acerqué un poco a ti para sentir tu calidez y pasaste un brazo por encima de mis hombros. Apoyé mi cabeza en alguna parte de tu pecho y cerré los ojos. Sin quererlo, comenzaron a caer tibias lágrimas de mis ojos, las cuales no me molesté en secar. Lo notaste y tomaste mi cara con tus grandes manos

-¿Qué pasa, bebé? -mirabas preocupado. 

-Sólo te extrañe mucho - dije con voz casi inaudible. Me abrazaste y dijiste que también me habías extrañado. 

Ya me había acostumbrado a que desaparecieras repentinamente, no entendí porqué me afectó tanto en ese momento. 

Recordé la primera semana que te fuiste, fueron los siete días más malditamente largos de mi vida. Nunca había llorado tanto como aquella vez. Te envié muchísimos mensajes a tus redes sociales, esperando una respuesta que me dijera que seguías aquí, que seguías vivo. No contestaste ninguno. 

Llegaste a la casa con un par de kilos menos y con las ojeras más marcadas que te he visto. Dijiste que necesitabas tiempo solo y nunca me contaste qué pasó esa semana, nunca me cuentas lo que haces los días que estás fuera. Pero yo sé que buscas hacerte daño, por eso vuelves con cortes horizontales en los muslos, por eso te embriagas hasta que te olvidas que estás vivo. Quieres escapar un rato de todo. Lo sé, Taehyung, aunque tú no quieras porque no te gusta que te vea muriendo, lo sé de todas formas.

Trato de darte todo el amor que tengo los momentos que estás conmigo, creyendo tontamente que eso hará que estés mejor, yo realmente lo creo. Pero no puedo si no me dejas. 

Déjame amarte, Taehyung. 

Me calmaste un poco y juntaste nuestros labios en un suave beso con sabor a tristeza. Pegaste nuestras frentes y hablaste

- Te amo, Jungkook - dejaste otro beso en mi nariz. - Te amo más que a nadie. Gracias por quedarte conmigo- Sentí tus lágrimas caer también. Cada uno lloraba, un llanto lento y triste, lleno de dolor acumulado.

Nos estábamos muriendo.

  
*Hola <3 Gracias por leer si llegaste hasta aquí. Esto quizás sólo sea una estupidez mal escrita para algunos pero al menos intento hacer algo*

Perdón de antemano por las faltas de  ortografía

Colors. [Taekook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora