Mercenarios

Prologo

Narra: narrador

Vemos cómo 4 chicos de unos 17 a 18 años iban caminando tranquilamente por la calle

El primero de estos chicos era Mateo, aunque le dicen Mat, el era el más alto de los 4, midiendo 1,86 aproximadamente, era delgado y resaltaba por su piel blanca y un poco pecosa, al igual que su pelirrojo pelo de rulos, sus ojos verdes completaban el paquete de "chico pelirrojo", lleva un cadenita como collar junto a un anillo simple en su mano izquierda, el es un chico tranquilo que le gusta estar en su mundo con sus amigos y familiares o en su patio cuidando sus plantas

El segundo chico era Paul, el era unos pocos centímetros más bajo que Mat, media 1.82, también era delgado pero tenía un poco de musculatura ya que iba al gimnasio, su piel blanca un poco bronceada hacia juego con sus ojos cafés junto a su pelo del mismo color, pelo que tenía corto a los lados y con unos mechones teñidos de morado oscuro, era bastante extravagante entre sus amigos, ya que llevaba las uñas pintadas de negro, tenía 2 anillos en cada mano, una cadenita como pulsera, un reloj negro deportivo y un collar con una espada y una pluma, el era bastante extrovertido y competitivo, como muestra de ello trabaja a medio tiempo como bailarín de fuego en un restaurante hawaiano

El tercer chico era Máximo, aunque le decían Maxi, el tenía aproximadamente la misma altura que Paul, era algo más delgado que los otros chicos, su piel morena hacía resaltar su pelo rubio de rastas cortas y sus ojos azules, definitivamente era llamativo para la vista, sumado a que tenía una cicatriz algo grande en la nariz que le daba una apariencia intimidante, aunque es todo lo contrario, es amable y buena onda una personalidad muy a juego con su actividad favorita, el surf, el cual siempre encontraba tiempo para realizar

Por último estaba Richard, pero le decían Riqui, el era el más "bajo" de los 4, ya que media 1,79 metros aproximadamente, el era el que mejor cuerpo tenía de los 4, estaba bastante marcado ya que también iba al gimnasio con Paul, su piel latina quedaba a juego con sus negros ojos y con su corto pelo del mismo color, era muy común que se lo viera con 2 collares, uno con estilo hawaiano que le había regalado su mamá y otro con el diente de una piraña que le había dado su tío, el es una persona con un corazón muy grande, siempre pensando en los demas antes de el, aunque también se daba sus gustos, sobretodo con su pasatiempos favorito, hacer paracaidismo, si no estaba ayudando a alguien, estaba tirándose con su paracaídas en el hangar en donde trabaja si tío

Paul: oye Maxi, se que es un tema algo complicado para vos, ¿pero estás seguro que no quieres decirle a tu vieja que sos gay? -pregunto un poco preocupado a su amigo- yo le dije a la mía que era bisexual y sentí que me sacaba un gran peso de encima

Maxi: es que, aún no me siento listo, no creo que me haga nada, pero ahí algo dentro de mi que me dice que no es momento aún para decirle -dijo algo confundido por lo que sentía-

Riqui: y es entendible, nunca es fácil hablar con tus papás de esto, siempre tenés esa sensación de que algo va a salir mal y vas a generar un conflicto -solto tranquilo en un tono reflexivo-

Mat: claro, igual vos tranquilo Maxi, cuando te sientas listo se lo vas a decir y ya, aparte no es necesario que tú mamá sepa de todos tus gustos -dijo con el mismo tono tranquilo y reflexivo que Riqui-

Paul: eso, además de que cualquier cosa nos tenés a nosotros, sabes que siempre vas a poder contar con nosotros -dijo con una sonrisa en su rostro-

Maxi: gracias chicos, agradezco tenerlos como amigos -dijo feliz por ver la preocupación y apoyo de sus amigos-

El grupo de amigos siguieron hablando tranquilamente, entre chistes y anécdotas frescas y añejas, estaban por llegar a su destino, cuando una extraña sensación invadió su cuerpo