Los pasillos de la escuela estaban vacíos, avía uno que otro estudiante por ahí, pero a cierto castaño no le importaba en lo absoluto, solo tenía en mente a su pequeño angel rondando por su cabeza"la clase XIX... ¡¡Va en la clase XIX!!, Es la clase que tiene deportes al mismo tiempo que el nuestro, sin duda que suertudo soy"
El castaño traía una sonrisa de oreja a oreja mientras en su cabeza imaginaba a su pequeño angel sonriendo y dandole las gracias por tan buen acto, entregar pertenencias nunca avía sido tan fácil y emocionante
~~*~~
Al llegar a su destino asomo la cabeza dentro del salón, intentando encontrar a su ángel entre tantos alumnos, pero por más que veía no lo encontraba, comenzaba a perder fe que lo vería ese día
Dio una vuelta dispuesto a marcharse, pero una chica de lentes chocó con el, el castaño se apresuró a pedir disculpas y la chica solo movió su mano restándole importancia
– de verdad lo lamento mucho – el chico tocó su nuca y la rascó apenado
– no te preocupes, me pasa a menudo – la chica miro tras el y le pregunto – ¿buscabas a alguien?
El castaño la observó y le dijo – ¿Esta por ahí el chico de piel blanca y pelo rubio de tu clase? – señaló el salón mientras la veía
– ¿te refieres a Evan?
"Con que se llama Evan, JA-JA-JA"
– pidió permiso para irse temprano
"¿¡Que!?"
El castaño bajo de su nube por las repentinas palabras de la chica
–¿Eh?, ¿Ya pidió permiso empezando el semestre?
– así es
El chico no sabía que pensar, estaba algo confundido
– Vi que lo recogieron en un auto privado – la chica tocó su barbilla y entrecerró los ojos – dejo limpio su escritorio – susurro – ¿Se irá a cambiar de escuela?
El chico que solo escuchaba atentamente a la chica, se quedó sorprendido y asustado
"¿Se cambió de escuela?, Se cambió de escuela....."
~~*~~
Ese mismo día pero de noche...
Un chico de ojos color lilac estaba sentado en la oscuridad de su habitación
Una mujer de aproximadamente 30 años estaba parada en el barandal de las escaleras principales, observando la extraña aura que se formaba al rededor de la habitación de su amado hijo
– ¿Por que pidió permiso a principios de semestre? – susurro el castaño viendo el pequeño reloj de bolsillo
"Cabe la posibilidad que no vuelva", recordó las palabras de la chica
– con tan buena oportunidad de conocerlo... – se movió de un lado a otro en el suelo al no encontrar ninguna respuesta
Hasta que....
El castaño se levantó de golpe y abrió sus ojos como platos
"Seara que..."
En la mente de ese castaño ya podía ver a su pequeño angel en un hospital, tan enfermo y con miles de cosas conectadas a su frágil y delicado cuerpo
"¿¡Cáncer!?"
Se levantó corriendo y rápidamente abrió su puerta, gritando el nombre de su madre a todo pulmón
La señora casi caía por las escaleras si no fuese por tomar el barandal de un costado, su corazón latía muy rápido sentía que le daría un paro cardíaco por aquel grito viniendo de tan cerca
– ¿Por qué estás gritando... – no pudo terminar la frase en cuanto el castaño dijo
–¡¡ayudame!! – su hijo tenía los ojos cristalinos a punto de llorar
– ¿Qué pasó?
– el amigo doctor que me comentaste antes conoce un doctor americano famoso ¿Verdad?, ¿Puede curar el cáncer?
La mujer estaba petrificada, se quedó en blanco al pensar lo más negativo del mundo... Si no se murió del grito que pego su hijo, moriría por creer que su hijo tenía cáncer