- Como la nicotina, heroína, morfina. De repente estoy ansiosa y tú eres lo único que necesito.
Donde Mikasa tendrá que ayudar a una de sus amigas a enamorar a Eren, pero termina no siendo la misma, ni a ella, ni a su alrededor.
✧ Todos los personaj...
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Efecto mariposa.
¿Qué es eso?
Es ese pequeño cambio que puede generar en consecuencia un cambio enorme. Por ejemplo, el aleteo de una mariposa puede generar un gran desastre.
Y Eren era ese pequeño aleteo para que Mikasa se hiciera un huracán.
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— ¡Es que...! Es un asco el chabon. — Murmuró, incrédula al escuchar como la castaña decía maravillas sobre el Jaeger. Sus exóticos ojos se achicaron más escuchando los "hermosos" que eran los ojos verdes que Eren tenía, o los labios dulces y empalagosos que cualquiera quería besar:— ¿te han dicho que eres muy...?
— ¿Empalagosa? Si--aH, aH MIKASA, no tienes que tirarme el cabello así, agresiva de mierda.
Sasha se llevaba sus delgadas manos hacia su cabello pardo, la Ackerman peinaba con suavidad y muchas veces con algo de rabia éste; Sasha hizo un bulto en sus labios, aguantando un insulto a causa de los tirones de pelo.
Finalmente la coleta de caballo había sido terminada, peinaba de vuelta un poco el mechón de cabello recogido sedoso y suave que la Blouse tenía, que bonito cabello y que bonita era ella en realidad. Aún no podía creer que alguien no se fijará en ella, no, no era la de chica de revistas; pero era mejor que alguien plasmada en un papel, era simplemente ella y solo ella y eso era lo que la hacía diferente.
La observó por última vez al levantarse de su cama, mirando el jean color mostaza que llevaba, la remera blanca y la campera de jean azul que le quedaba perfecto, y su típica coleta de caballo que a ella, le quedaba mejor que ningún otro peinado; hasta que se sacó de su trance de admirar a su mejor amiga.
Y Sasha, Sasha se sentía todo lo contrario. Siempre sintió que su presencia era incorpórea, imperceptible... al lado de Mikasa, siempre fue un cero a la izquierda, no valía nada o no tenía importancia, a pesar de que estén siempre juntas su compañía no formaba al número completo si no el número de la derecha, el cuál era ni más ni menos que la Ackerman.
Pero eso no significaba que le tenga envidia, era otra de las cualidades de la Blouse; poner la felicidad del otro antes que la suya.
