He escrito tantas veces sobre el amor, he esbozado sobre el frío del invierno entre los huesos. Suelo escribir sobre la vida y los miedos, que son casi como una manta que acaricia mi cuerpo frío.
He relatado historias de dolor, amor y desamor. Historias con una leticia extravagante.
He fingido sonrisas y me he aguantado carcajadas.
He llorado de rabia y reído con melancolía.
He sido presa de ojos, libre de sonrisas y fugitiva de corazones.
Le he temido al amor, al afecto y a la esperanza misma... Así como también han sido mi fuente principal de recursos.
He sido buena persona, he llorado por el dolor ajeno, he ayudado al menos afurtunado, he querido sin importar color, raza o situación económica. Pero también he sido pedante, prepotente e hiriente.
He sido la rosa del jardín encantado, que brilla con su rojo furioso y corta con sus espinas de cuchillas.
He sido la luz y también un túnel oscuro.
Me he albanado en mis errores y acurrucado en ellos.
He sido valiente, guerrera de la más cruel batalla, esa que se combate con piel, sangre y sentimiento. Pero también he sido cobarde, miedosa... me he ahogado a la mitad del naufragio, simplemente por no esforzarme para flotar.
Aprendí que la verdad es un alivio constante y mentir un parche en los ojos, es curioso como al mentir tapé mentiras que solo me ahogaban el alma y no me dejaban crecer.
He leído a Benedetti sin un propósito y también lo he buscado como fuente de inspiración.
He pasado minutos que se convierten en horas y horas que se convierten en minutos.
He aprendido que la amistad no es aquella con la que te emborrachas a las tres de la mañana... si no, aquella que te acompaña cuando se te cansan las alas y se desgarra las plumas para completar tus alas.
Reitero que le he temido al amor como nunca le tuve miedo al monstruo de mi armario.
He fotografiado carreteras, bosques y mares, con la esperanza de recorrerlos con alguien. He preferido la soledad como un escudo anti-sentimientos. Me he abrazado a mi misma en las noches, sin pensar en un futuro.
He soñado en colores y vivido en blanco y negro.
He estado orgullosa de mi Cómo madre el primer día de colegio y me he odiado como el diablo odia a Dios.
He creído en los milagros, en la fé, en la esperanza... he creído en Dios y la ciencia.
Soy consciente de que todo aquello que vale piel, dolor, esfuerzo y perseverancia, es aquello que vale la vida y te enseña a desafiarla.
He querido con un latido desgarrador, con un corazón kilométrico, con una mente astuta.
He sido inteligente, siniestra y vengativa, un espejo que te ataca el alma.
He sido sincera con la intención de ayudar y he logrado lastimar a quien más he querido.
He sido un desastre toda mi vida, una mezcla de colores, una mezcla de utopía y realidad... lo he sido, pero siempre con la mejor intención.
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Amalia ©
РазноеEntre pensamiento y verso, descúbreme. No soy poeta, no planeo serlo. Ésta es mi historia, la historia de como me ahogé en los demonios de mi princesa. Está totalmente PROHIBIDA la modificación, copia, transformación, alteración, reproducción, adapt...