C L A V E L E S

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Reconocía su hogar a la perfección, cada mueble, cada borde, cada pasillo, cada habitación sin perderse, y era raro, talvez, porque no podía ver.

Y ni siquiera lleva la cuenta, porque solo recuerda con fragmentos borrosos el accidente donde perdió a su padre, y dónde por accidente golpeó tan fuerte su cabeza contra el parabrisas -que por suerte no traspasó más- que perdió la visión. Cierta parte que había afectado lo suficiente para arrebatarle aquello.

Pero su madre más tarde decidió obsequiarle esa casa, porque había tantos recuerdos con su esposo que dolía, no solo a ella, sino a Doyoung, que la oía llorar y no podía hacer nada para ayudar. Y porque el menor conocía cada espacio a la perfección que sería un gran error que el se quedará en otro sitio.

Y bueno, volviendo a la actualidad, realmente no es algo del otro mundo, Doyoung estudiaba en casa con maestros especializados y contaba con sus amigos de oro, aquellos de la infancia que nunca se alejaron.

Jaehyun, Mark, Jisung y Johnny.

No recuerda sus rostros a la perfección, y sabe que tal vez ahora con 25 años ellos ya cambiaron lo suficiente como para que los recuerdos en su mente sean idénticos a como son ahora.

- ¡Doyoung! - La voz de Jaehyun lo sacó de sus pensamientos. Entonces sonrió.

- ¿Que pasa?.

Si, porque no era raro que el contrario entrara a su hogar así como así cuando tenía una copia de las llaves para poder pasarse cuando quisiera.

- Traje Kimchi. Ya vienen Mark y Jisung.

Asintió sin mirar a dónde se supone, estaría Jaehyun, la puerta de su habitación.

Entonces escuchó un sollozo.

- J-jae - sus manos picaron buscando al otro entre manoteos desesperados, cuando lo tuvo cerca -porque éste se acercó a la cama- suspiró preocupado - ¿Que ocurre?- Tanteó el rostro del otro con delicados toques de las yemas de sus dedos y sintió la humedad en las mejillas, las lágrimas proviniendo de los ojos del menor. Jae nunca lloraba, algo no estaba bien.

- Se enteraron - Doyoung tragó duro, secando con sus fríos dedos las lágrimas del otro - Mamá me sacó de la casa... Estaba tan molesta. Soy gay, y no va a tener nietos, ella y papá me odian.

- ¿Cómo?.

Jaehyun se removió un poco, poniéndose de rodillas en el suelo para estar a la altura de Doyoung, que descansaba sentado a la orilla de la cama

- N-no puedo, tu también me vas a odiar.

Doyoung frunció el ceño - Yo nunca lo haría.

- Lo harías - el corazón del mayor dió un vuelco debido a la voz firme del otro.

Cuando escucharon pasos en las escaleras y se apartaron, Jisung apareció con Mark, sonriendo para Jae y Doyoung, que aunque éste último no veía, sentía un gran cariño por él.

- Tengo hambre - murmuró Mark y Doyoung sonrió incómodo, poniéndose de pie para bajar a la cocina con sumo cuidado.

Entre risas por anécdotas impropias que se hablaron en la cena, Doyoung, incómodo, sintió el cosquilleo y la pesadez de una mirada. Lo reconocía y sabía que YoonOh le miraba inquieto; la conversación había quedado inconclusa.

- ¡Yah! Hyung, cuéntenos algo ¿Si?. Están muy callados - habló Mark a Jae

- Umh, vale - la voz de Jaehyun tembló y Doyoung sintió su mirada de nuevo - Me gusta alguien, ¡Pero no les diré quien es! - chilló YoonOh cuando los menores bufaron para comenzar a insistir

Doyoung torció una sonrisa no sabiendo si debía insistir también o no

Mas tarde, cuando recogían la mesa y decidían quien dormiría con quién en las habitaciones, YoonOh decretó, dormiría con el mayor, quien entendió y dejó a los menores lloriquear por su compañía.

- Vale, subamos- ese fue Jisung, acabando de lavar los trastos, algo agotado

Doyoung fue delante en las escaleras, siendo protegido por los otros tres que se mantenían preocupados aunque se sostuviera de la gruesa baranda.

Y todas las luces de la casa se apagaron a excepción de las del cuarto de Doyo.

- Entonces...-

- Yo no le gusto.

- ¿Ah? ¿A-a quien?.

- A quien mencioné en la cena. Yo no le gusto, hyung.

- Pero mírate - dijo con ironía y río nostálgico - se qué eres muy bonito, YoonOh, te recuerdo, y eres hermoso.

- Eso no importa, el no lo ve así, supongo - entonces Jae recostó su cabeza en el pecho del mayor, y no supo si fue por el frio o porque sentía el llanto venir, pero tembló - Vomité pétalos, mamá me miró y y-yo no soporté, mi pecho dolía, duele. Yo no le gusto, y es una mierda porque vomitó claveles por su rechazo.

Ah, claveles, los favoritos de Doyoung.

Pero no lo pensó, en cambio intento hablar, pero YoonOh continuó

- Ella me preguntó preocupada, a quien amaba y sentí su amor por mi, hasta que le dije, y mierda, es un hombre... El no me ama, y mi madre tampoco. En sus ojos ya solo había rechazo.

Doyoung abrazó a su amigo y arrulló su cuerpo lentamente para decirlo;

- Debes retirarlo.

Y YoonOh se colgeló

- ¿Q-que? N-no... No sé cómo.

- Una operación. Vas a hacerla, vamos a hacerla.

- No quiero dejar de sentirlo, hyung.

Les traigo un three shot nuevo que espero les guste, pq a mi me mAmÓ, ayUdA adkkasj

Hanahaki Disease  •JaeDo Three Shot•  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora