Capítulo cinco

138 15 0
                                    

-¡Feliz día mamá!-abrí los ojos con una sonrisa y me encontré a cuatro pares de ojos verdes observandome con una bandeja de desayuno y un paquete enorme
-¡Gracias mis amores!-abracé a mis hijos y dejé un pequeño beso en los labios de Robbie
Luego de desayunar con mi familia en la cama y pasar un buen rato juntos sin pensar en espíritus, decidimos levantarnos.
Fui a darme un ducha, así que me preparé la tina con agua caliente y me metí, me había relajado estaba tan bien hasta que sentí una presión que me hundió hacia abajo no dejando que respire.
Me desesperé intentando salir, pero me cansaba y eso quitaba el poco oxígeno que me quedaba, comencé a sentir el agua entrar en mis pulmones y la oscuridad me envolvió.

Abrí los ojos y comencé que toser quitando el agua que previamente había entrado en mis pulmones.
Estaba en el suelo del bañado con Robbie a mi lado todo mojado y con la respiración agitada, resta decir que sus ojos estaban llorosos, creo que verme ahí en la bañera debió ser duro, yo apenas podía recordar lo que pasó y lloré, porque estaba cansada de estos espíritus, lloré porque sentía que no podía seguir en esta casa.

-amor-los brazos de Robbie rodearon mi cuerpo cubierto solo con una toalla-todo está bien.
-no lo está-chillé contra su pecho-y no puedo seguir aquí, ya no. Era nuestro sueño, pero esta casa se volvió una pesadilla dañina.
-llamaré a Camilla, haremos otra limpieza...-dijo con desesperación
-no, yo no puedo estar aquí, esa cosa intentó matarme.
-¿A dónde irás? ¿Y los niños? ¿Y... yo?-tomé su pera para que me viera a los ojos porque había agachado la mirada, y lo besé
-Sólo será hoy, regresaré en la noche-murmuré aún sobre sus labios
-saldremos todos, es el día de la madre no dejaré que estés por ahí sola.

Luego de eso, Robbie me ayudó a pararme y me acompañó a la habitación, se estaba por ir pero no quería quedarme sola.

-no quiero quedarme sola-admití, logrando que volteara
-me quedó contigo, entonces-se sentó en la cama y yo aproveché para cambiarme rápidamente.-soy un imbécil, las cosas que pudimos haber hecho sin que los niños se enterarán...-me miró pervertidamente
-por Dios, no era ni es momento-admito que me sonrojé un poco.
-luego de tantos años, aún te sigues sonrojando-me tomó de la cintura-siempre me ha gustado eso.
-haces que me sienta una adolescente, otra vez-admití
-lamentablemente esos tiempos ya pasaron y ahora tenemos tres hijos que nos estan esperando abajo-reímos-¡Vamos!

Bajamos y encontramos a nuestros pequeños viendo la televisión.
-¿Está todo bien?-preguntó Penny percatándose de nuestra presencia
-si, de hecho saldremos-avisé, mientras me acercaba a las mellizas para peinadas, a Alex le hice dos trenzas cocidas y a Penny un par de rodetes.

Cuando todos estuvieron preparados salimos. Al principio fue divertido, pero después ya no sabíamos que hacer.
Fue entonces que vi un supermercado y una idea surgió, era algo que mis hijos amaban, bueno no solo ellos.

-¿Les apetece comida Argentina?-pregunté con una sonrisa

La verdad es, que no soy Norteamericana ni Inglesa, soy Argentina y por ende Phoebe es un seudónimo ya que mi nombre real, es el que aquel ser nombró la noche después de ir a ver la casa.

-¡Empanadas!-chillaron mis hijas con su simpático acento
-¿Eso quieren?-miré a mi marido, sabía que el también quería
-si ¡Por fis!-Penny se abrazó a mi pierna
-papá, dile que si-Alex tomó la camiseta de Robbie para llamar su atención.
-vamos a comprar las cosas, entonces.

Luego de pasar por carne y los ingredientes para la masa, regresamos a casa.
Entre todos nos pusimos que cocinar y sí, terminamos hechos un asco pero valió la pena.

-está muy rico-dijo Andrew luego de probar una empanada
-si, delicioso-las mellizas hablaron al unísono
-escalofriante-murmuró su hermano
-¿Más escalofriante que Marie? ¡No lo creo!-Robbie, Andrew y yo volteamos a verlas atónitos
-¿Quién es Marie, cariño?-pregunté lo más calmada posible
-la niña-Alex nos miró con extrañeza
-¿Tiene nombre?-Drew parecido estar impresionado
-claro, idiota-contestó Penny-es una niña que falleció hace tiempo.
-esa boca-Robbie la miró de reojo
-¿Y les dijo algo?-Drew se encontraba curioso, al parecer
-mh no,bueno creo que...-Alex miró a Penny con una sonrisa traviesa-le gustas

En eso se escuchó una voz arriba, era robótica como la de un muñeco y de solo pensarlo se me erizaba la piel.

-¿Quién va?-pregunté
-voy...

"¿Por qué hiciste eso?"
"Ahora verás"

-¡Ay!-algo tiró del pelo a Alex y la dejó en el suelo-mami-la ayudé a levantarse y la senté sobre mis piernas consolándola
-Robbie, llama a Camilla por favor.
-claro-sacó su celular y se fue a la sala
-mamá debo ir al baño-dijo Andrew parándose de su asiento
-ve cariño, sólo ten cuidado-el niño corrió escaleras arriba
-mamá tengo miedo-Penny se pegó a mi junto a su hermana.
-prometo que nada les pasará.-murmuré mirando cautelosamente hacia todos lados.

-¡Andrew!-mi marido gritó y luego de eso se escuchó un estruendo, era como si algo hubiese caído de las escaleras.
Me levanté aún con Alex en brazos y Penny pisandome los talones, corrí al salón.

Las lágrimas empañaron mis ojos y las piernas me fallaron cayendo junto a mi hijo, él estaba inconsciente al pie de las escaleras.
-¿Se cayó?-pregunté
-no, una sombra pasó por detrás y creo que lo empujó-explicó
-Bebé-tomé su cabeza y noté humedad-¡Está sangrando!
-hay que ir al hospital-lo tomó en brazos y salió al auto mientras lo seguía como podía con las niñas.

...

Estábamos en la sala de espera, sin saber  nada de Drew desde que lo ingresamos hace dos horas, y francamente ya estaba preocupada.
Robbie había hablado con Camilla por lo que ella fue a la casa para ver que podía hacer, porque dos accidentes fatales en un día era suficiente para mí y sino paraba lamento en el alma no poder quedarme en la casa, pero nos iríamos.

-¿Familiares de Andrew Samuel Kay?

-nosotros-Robbie tomó mi mano y nos acercamos al doctor

-bueno, esta estabilizado y no hubo que coser la herida ya que fue superficial-suspiró-lo que me preocupa es que su respiración es muy lenta, por lo que le conectamos un tubo de oxigeno hasta que despierte.
-gracias doctor.
-¿Podemos verlo?-pregunté preocupada
-por supuesto, además necesito que al menos uno se quede a cuidarlo.

-entra tú primero, yo que me quedó con las mellizas-dijo el rubio
-¿Seguro amor?-acaricié su mejilla
-si-estaba desganado y hasta me atrevo a decir que se sentía culpable.
-no podías hacer nada, no te aflijas.
-pude haberlo atajado-se pasó una mano por la cara
-por favor, no te sientas mal ¿Sí? Estaba fuera de tu control-besé cortamente sus labios y me adentré a la habitación.

Drew estaba en la cama con un tubo semitransparente que salía de su boca y que se conectaba a un aparato a su lado.
Acaricié su cabello con lágrimas en los ojos, no podía ver así a mi bebé. Me daba impotencia no poder hacer nada contra las cosas que hay en esa casa y que se empeñan en lastimarnos.

-lo siento mucho, cariño-sorbí por la nariz-que más quisiera yo que no tuvieras que lidiar con tu sensibilidad-sonreí-la verdad es que lo tenías desde pequeño, recuerdo haberme dado unos cuantos sustos contigo.
Recuerdo aquella vez en el parque, te quedaste viendo una hamaca y saludaste a lo que se estaba meciendo. Luego de eso me dijiste que había un niño ahi, su nombre era Timmy.
Si me asuste, no lo voy a negar pero creí que eran esas cosas de niños que luego se pasan.
Quiero que sepas que a pesar de todo lo que nos está pasando, ya sea por tu sensibilidad o simplemente porque la casa esta embrujada, yo te amo y moriría si te pierdo, por favor Drew se fuerte no te rindas.-besé su frente y decidí salir para que Robbie pasara.

....

-¿Pheebs?-zamarrearon mi hombro
-¿Mh?-entreabrí los ojos
-Drew despertó y quiere verte-luego de esa frase el sueño se me fue por completo. ¿Había escuchado bien?
-¿Drew despertó?
-si-Robbie sonrió.

The House ~Robbie Kay~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora