break up with your girlfriend, i'm bored. { taennie }

buwygib | 32.

jennie.

La mitad del día transcurrió con bastante lentitud, o, al menos, yo lo sentí así. Creo que era la ansiedad de querer ver a Taehyung.
El timbre del receso sonó, a lo que todos los alumnos salieron del aula. Mordí mi mejilla por dentro, ya que, Taehyung llegaría en cualquier momento. Tamborileé mis dedos en la mesa, estaba nerviosa.

No pasaron ni dos minutos, y el chico de mis sueños, pasó por el umbral de la puerta. Conectamos miradas y nos sonreímos. Me hace tanto bien verlo, me alegra el día, me alegra la vida. ¿Cómo alguien podía ser tan perfecto? Maldita sea, Kim Taehyung, me gustas tantísimo.

Palmeé el asiento que estaba a mi lado, a lo que él se sentó, dejando su maleta en el suelo. Besó mi mejilla y acarició la otra, acto que hizo que me derrita por dentro. Mi corazón estaba acelerado y mis mejillas tenían un leve calor, a lo que asumí que me sonrojé un poco.

—Buenos días, Nini. Lamento hacerte esperar por mí en la mañana. Aunque, dudaba en si venir o no, pero quería verte y quería que me aconsejes. Eres mi mejor amiga desde hace años y siempre me das los mejores consejos.— Dijo, rascando su nuca.

La expresión en mi rostro se convirtió en una neutra. Me incomodó un poco que me dijera "mejor amiga". Sí, yo sabía que ese era mi puesto en su vida, y él era mi mejor amigo, efectivamente. Pero dolía. Y mucho.
¿Por qué no se da cuenta que lo veo con otros ojos? ¿Tan tontos son los hombres? ¿Acaso no era lo suficientemente obvia como para que él se dé cuenta de mis sentimientos?

Mis dos cejas se levantaron y una pequeña sonrisa fingida adornó mi cara. —¿Qué pasa, TaeTae?—

Él observó desde su sitio todo el aula, creo que no quería que nadie se entere acerca de sus problemas. —Seulgi me pidió un tiempo, Nini.—

La expresión de mi rostro quiso cambiarse a una de felicidad. No me gusta ver a mi mejor amigo triste, pero era una buena noticia para mí. Parpadeé bastantes veces, incrédula.

—Me estás tomando el pelo, ¿no?—

—Nini, no bromearía con algo que me importa bastante.—

Un pequeño puchero apareció en su rostro. Posé mis manos en sus mejillas y las apreté. —¿Y qué piensas hacer?—

Suspiró, tomando mis manos y retirándolas de su rostro. —Aún no le he dicho nada, así que, supongo que le daré la libertad que quiere. Si amas algo, debes dejarlo ir, ¿no?— Respondió, con los ojos llorosos. Sentí cómo mi corazón se partía al verlo vulnerable por una chica, y por una que no valía la pena. Lo abracé y coloqué mi rostro en su pecho, y él me abrazó de vuelta. Me duele verlo así, me duele verlo sufrir.

—Sea cual sea tu decisión, Tae, sabes que tendrás mi apoyo.