CAPÍTULO 2

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Y es donde tienes que fingir ser mejor que todos, donde tienes que aplastarlos.

Camino entre los pasillos escuchando los murmullos de obviamente los de nuevo ingreso sabiendo perfectamente que hablaban de ella, pero eso no le importó, las personas creen conocerte y se toman el derecho de poder juzgarte y en realidad no conocen nada de uno.

Shada tomó asiento en los bancos de en frente así se le permitiría poner atención y no escuchar a los ridículos.

El profesor  García entró con sus ridículos pantaloncillos cuadrados y de color mostaza y verde opaco, una camisa de botones amarillo pastel, sus lentes gruesos y el cabello peinado ridículamente para un lado. Tomó asiento y dejo su maletín gordo y pesado en el escritorio.

-Buenos dias, jóvenes.-dijo y recibió un coro de "Buenos días profesor García" eso le pareció maravilloso así que una sonrisa algo exagerada se mostró por todo su rostro.-Veo rostros nuevos y otros viejos, no se preocupen estas vacaciones me aprendí los nombres de los nuevos y sus rostros gracias a sus fotografías-.Shada levantó una de sus gruesas cejas, sonaba algo acosador pero daba igual.-así que nos dejaremos de presentaciones.-.una chica de los asientos de atrás levantó su mano, el profesor le dio la palabra.

-Soy nueva, mi nombre es Micaela Galván. Pero escuche en el pasillo acerca de Shada Lee-.el profesor puso cara de no entender y obviamente no entendía a que venía el comentario-.Quiero decirte Shada que no por que tu tía tenga millones nos harás menos, ya no mas-.Shada sabía que estaba mal hablarle a la chica, que dé alguna manera Morgana siempre terminaba enterandose  de todo lo que ella hacía, cada movimiento, pero por primera vez quería callar a las malditas que no sabían nada, si alguna vez pensó en apiadarse de ellas ya no más,  alguien debería enseñarles a callar.-.Así que baja de tu maldita nube, Ariel.

Llamarla por el nombre de una princesa, no cualquier princesa si no una muy importante, la hacía enojar. Tenía recuerdos borrosos una voz de mujer que la llamaba así de pequeña,  pero jamás podía verle el rostro.

Quizá su madre.

-¿Estás muy alzada? ¿Crees que no puedo aplastarte? -y juro que había caído tan bajo, cayó al punto de sónar igual a Morgana pero desde luego la cansaron, hay chicas que no le hablan a nadie y esas pasan desapercibida y ella no a ella la critican, ¿Que les duele? ¿Tanto les cuesta saber que medio pueblo trabaja para su tía? De verdad que no les entendía pero si ellos iban a ser tan mierda con ella, así les podía ir o peor. Ya no iba a sentir lástima por nadie sólo trataría de proteger la vida de la familia de Joan, su padre, su madre y su hermanita, eso era todo.

-No me estés amenazando, que puedo denunciarte,  tengo testigos de que pueden hablar diciendo que me has amenazado.

Mostró su mejor sonrisa, una llena de falsedad, de crueldad pero ya no le importaba nada.

-Y dime tu ¿Quien va a hablar? No hay nada que no se arregle con dinero, querida. Así que...-Hizo una señal de silencio-.Cállate.

Sintió dolor, le dolía el corazón. Poco a poco estaba quedando rota, no sabía como terminaría toda esta mierda. Ella ya no quería sufrir, sufrió la pérdida de un gran amor, las críticas de las personas y jamás obtuvo el amor de las personas que te aman al nacer, no tenía nada y no entendía que era lo que los demás querían de ella.

Así que ya no le importarian las demas personas, si Morgana quería matarlas, adelante.

-¡Eres una maldita perra!-grito la chica-.¡Hija de puta, ojalá Morgana Lee pague lo que a echo y te lleve con ella a su mundo de perdición-. El profesor decidió callar a Micaela y la mando a dirección,  nada quieta la chica paso y tiró todas las cosas que se encontraban en el asiento de Shada, rápidamente el profesor pidió que algunos chicos que recogieran las cosas de la chica, algunas chicas la miraron con notable enojo pero no podían hacer nada y algunas añorando ser como ella.

Después de aquel incidente co aquella chica, Shada se encontraba en la biblioteca, entre las últimas filas donde tenían los libros, prefería sacar información de los libros que dé Internet, algunas cosas eran falsas.

Tomó el libro donde hablaban acerca de los animales, era de pasta gruesa y color verde, en el podia apreciarse la imagen de portada donde estaba un pescado, un ave y un león,  eso había pedido el profesor Elías García, otro donde se hablaba acerca de la historia, era igual de pasta gruesa pero color café y olía ya a viejo, tomo ambos pero antes de darse la vuelta escuchó la voz de un chico.

-Me dijieron que eres hermosa, no mintieron-.volteo a ver al causante, un chico de cabello color negro y unos ojos hermosos -.pero dime, ¿De que sirve tener toda esa belleza en ti? Eres cruel, crees tener poder sobre todos nosotros, te crees mejor cuando en realidad eres... nada.

-¿Quien diablos eres?-Pregunto Shada con notable enojo.

-Dylan Armendáriz-.Mostró una sonrisa-.créeme no es un gusto conocerte.

-Pues en eso coincidimos, tampoco para mi-.Shada mordió su labio y camino hasta el-.Si me permites pasar-.apretó sus labios-.eres un estorbo-.decidió dar por terminada la platica, pero de terco el chico no la dejo pasar.

-Has echo molestar a mi mejor amiga y además le han mandado un reporte por tu culpa, si es Micaela Galván.

-Pues anda a decirle a tu mejor amiga que me deje en paz, no le hice nada para andar de ridícula a amenazarme. No me meto con nadie para que no se metan conmigo.

-Eres tan mugre-.Murmuró Dylan.

-Se me da bastante bien, Cariño.-paso por el lado de el tirando varios libros ya algo pesados, rápidamente la encargada vino como rayo, pues no le gustaba el ruido ni el desorden.-El chico te a tirado cinco libros-.le informo Shada a la encargada rápidamente está le dio una mirada de enojo a Dylan y le pidió que los recogiera, renegando se agachó y los empezó a recoger, no conforme Shada se agachó a lado de el-.tirar las cosas de los demás me lo enseñó tu mejor amiga.

Sin más abandono la sala de la biblioteca para marcharse a casa.

Después de unos veinte minutos de camino y mirando por la ventana del auto, llego hasta la casa, entrando al despacho de Morgana, esta llenaba y revisaba papeles rápidamente, pero la entrada de Shada le llamo mucho la atención pues casi nunca lo hacía. Tomó una pluma color azul y una libreta que se encontraba en el escritorio de Morgana, se sentó en el escritorio y empezó a escribir.

-aquí está la dirección de donde vive Simón Cooper, te dije que te lo diría.-. Le extendió la libreta a Morgana que no dudo en tomarla.-Necesito un favor-.le sonrió.

Sentía un hueco en el estómago  se estaba haciendo daño y tenía la sensación de llorar, pero ya no tenía que hacerle.

-¿Tiene que ver con Micaela Galván?-.pregunto Morgana, a Shada ya no le sorprendía, siempre se enteraba de todo.

-Si-.Murmuró-.necesito que le des un susto, sólo quiero que sienta que alguien la sigue, no más Morgana. No le harás daño ya veremos si sigue molestando.

-Así se empieza, querida, vas bien. Lo estas haciendo bien-.Sintió orgullo Morgana, Shada se levantó del escritorio y empezó a caminar a la salida pero antes le dio una última mirada a Morgana.

Y con el corazón roto, conteniendo las lágrimas, mostró su mejor sonrisa y murmuro;

-Después de todo ellos se lo han buscado y por supuesto al fin y al cabo soy una Lee.

AMOR AGRIDULCE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora