Glaciación

A primera vista, no reconocía el lugar en el que me encontraba tras abrir mis ojos. Sentía mucho frío y no entendía nada de lo que estaba sucediendo, intente ponerme de pie, pero no podía, mi cuerpo estaba muy agotado y mis intentos eran en vano. Me calme lo mas que pude e hice lo posible por no entrar en pánico, me decía a mi mismo "todo esto es un sueño, ya despertarás y todo estará igual que cuando te fuiste a dormir, fue un día muy agotador y estos son los resultados de todo ese cansancio con el que cargaba tu cuerpo y mente". Observe a mi alrededor un paisaje completamente blanco cubierto de nieve, a lo lejos veía lo que parecía ser señales de una civilización, no como yo la conocía. Grité lo mas fuerte que pude pero de nada servía, mi voz se perdía en la fuerte ventisca del lugar, me arrastre con todas mis fuerzas para intentar llegar y de repente un horrible sentimiento me detuvo, como si hubiese recordado algo o empezaba a darme cuenta de lo que estaba por suceder. Aún así, luego de unos segundos continúe, conforme iba avanzando, las figuras de los refugios se hacían cada vez más claras. "falta poco, debes despedirte de quienes amas y así sentirás la calidez, no la que necesita tu cuerpo pero si tu corazón en estos momentos" me decía a mi mismo con el afán de no rendirme. Muy agotado y con los ojos cerrados , llegue a esa aldea donde pude ver al resto de las personas, inmovilizadas, casi muertas por el frío. La vi a unos pocos metros de mí y dí mi ultimo esfuerzo por llegar a ella, ya a su lado, con mucho esfuerzo y a duras penas logre abrazarla. Juntos llegamos al final de algo muy grande para dar inicio a algo que algún día sera aún mas grande, sentía un gran vacío al saber que todo terminaría para mi, pero ahí lo vi, era muy confuso el entorno que rodeaba a aquel chico que veía en mi mente, sus abrigos, los colores vivos de su entorno, incluso su anatomía era algo desconocido para mí junto con todo lo que lo representaba, deje de sentirme mal por mi mismo cuando lo note en sus ojos, por mas que sienta frío y que la luz se desvaneció siempre queda una pequeña llama inapagable que iluminara el mañana.