Noche de película
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Esa noche Minsik había invitado a sus amigos a casa, serían bastantes la verdad, contando a todos eran 9, no tenía idea de cómo haría para que todos entrarán en la sala, la cual no era tan grande, eso de todas formas no lo tenía desanimado, por fin estarían reunidos todos después de tanto tiempo, pues solía pasar que faltarán dos o tres a las reuniones.Recientemente se había unido un chico nuevo al grupo, Seo Donghyun, volviéndose el nuevo maknae, fue muy fácil encariñarse con él, era demasiado adorable y dulce, aparte de educado y divertido. Woojae había sido quien lo incluyó al grupo, se conocieron en una sala de juegos, se había ganado tan rápido la confianza del mayor que lo invitó a una reunión con sus amigos que tenía esa noche.
Debía admitir que al principio el chico se le hizo extraño, mirando siempre hacia las ventanas, lo atribuyó a que le incomodaban las miradas y escapaba de ellas, no era un gran detalle pero siempre le llamó la atención.
El primero en llegar fue Junwon, traía cervezas consigo, las cuales enseñó apenas la puerta se le fue abierta.
—Ah, mi único héroe en este lío —bromeó al ver aquella acción.
Se saludaron con su personalizado saludo de manos, luego se abrazaron, para eso el mayor debió dejar las cervezas en el suelo.
—¿Primero? Me sorprende hasta de mi —comentó viendo la sala vacía y aún bien acomodada—. Dejaré entonces las cervezas en la heladera.
—Hazlo —permitió yendo a la sala, tenía que correr un poco más atrás el sofá así estarían cómodos los que se sentarian en el suelo.
Junwon al entrar a la cocina sólo se fijó en la heladera, la abrió y acomodó como pudo los tres six pack que se había traído. Al cerrarla noto que la puerta de la cocina que daba hacia el patio de la casa estaba abierta, fruncio el ceño por ello.
—¡Minsik, te dejaste abierta la puerta del patio! —avisó en un grito.
Oír eso extrañó al dueño, no recordaba siquiera haber salido al patio, aunque sin darle vueltas al asunto creyó que pudo haber sido su madre antes de irse a visitar a su tía.
—¡Cierrala entonces! —contestó echándose en el sofa, queria descansar por unos segundos aunque sea.
El mayor hizo caso, camino hasta la misma y miró fuera antes de hacerlo, las luces se encontraban apagadas, apenas y se veía la piscina, las luces de los vecinos tampoco iluminaban mucho, los muros que separaban las casas eran demasiado altos. La cerró y puso traba, la llave estaba puesta del lado de adentro.