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31 de octubre, que gran fecha para beber y fumar entre amigos, o eso pensaba Hongwon.
Se puso contento cuando Wonjae lo invitó a su casa, irían todos los de su grupo, desde Seung, Yeeun hasta Yongjun, no eran muchos pero eran muy unidos. La universidad lo tenía tenso, ansiaba algo que lo relajara, es por ello que sabía que sería una gran noche, Seung era bueno para conseguir flores, las cuales tanto adoraba.
Habló con Yongjun, le había asegurado que ese día irían juntos, pues tenía cosas que charlar con él, era su mejor amigo, su relación era diferente a la del resto, más íntima y confidente, se conocen desde primaria, cada encuentro suyo se vuelve una anécdota nueva para el futuro.
Como eran las nueve salió de su casa, la de Yongjun no le quedaba tan lejos, pero deberían tomar un autobús para llegar hasta la de Wonjae, la parada quedaba más cerca de la casa del menor. No tuvo que tocar el timbre, le aviso con un mensaje que estaba fuera y a los segundos un apurado Yongjun salió con una sonrisa, pero se detuvo para volver y abrir la puerta.
—¡Hasta luego, pequeños, papá vuelve tarde ésta noche! —le gritó a sus gatos antes de volver a cerrar su puerta.
—¿Les dejaste comida y agua? —preguntó el mayor sacando un cigarrillo de su caja, el encendedor lo sacó de los bolsillos de su chaqueta.
—Para tres días —exagero.
Se abrazo a los hombros del mayor, era por unos centímetros más alto que él, le gustaba burlarse de ello. Hongwon fingia molestarse para ver sonreír al contrario.
—Vamos yendo —mandó comenzando a caminar.
—¿Tienes para mi? —preguntó señalando el cigarrillo en los labios del otro.
—Claro —afirmó.
Se sacó de la boca el cigarro y se lo tendió, a Yongjun no se le hizo extraño, no era la primera vez que comparten uno, para el resto de sus amigos era asqueroso.
—Seung hyung dijo que ya está allá —avisó Hongwon leyendo los mensajes del grupo—. Yeeun nonna en camino.
—Seung hyung es siempre tan puntual —comentó sacándose el cigarrillo de la boca, dejando ir el humo, sin vergüenza le puso el mismo en la boca del mayor, quien lo fumo—. Por la tarde Wonjae hyung vino a buscar el alcohol que compré, dijo que será una noche inolvidable.
—Todas nuestras noches son inolvidables —discutió agarrando el cigarrillo con su mano derecha, con la izquierda rodeó la cintura del más alto—. ¿O no?
