05 | Desespero.

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Bajé corriendo del Jeep de Matt, la recepcionista me indico en que habitación estaba mi madre, en todo momento Matt estuvo a mi lado.
Cuando abrí la puerta la ví, estaba sobre una camilla inconsciente, conectada a muchos cables y con un respirador puesto. Al instante ingreso un médico, me informo que mi madre se había intentado suicidar, que de no haber sido por una llamada anónima que aviso la situación ya que ella le había advertido que lo haría no hubiese sobrevivido porque había perdido mucha sangre, me derrumbe, sentía que era mi culpa, y así era, si yo hubiese evitado el incidente de mi hermana nada de esto hubiese pasado, me odio tanto, no solo casi mato a mi hermana sino que también a mi madre.
Salí corriendo de la habitación.
- ¿Estás bien? - Pregunta Matt suavemente detrás de mi.
- ¿Me puedes explicar QUÉ DEMONIOS HACES AQUÍ? ESFUMATE, NO QUIERO VERTE Y NO VUELVAS A HABLARME NUNCA! - Le grite en respuesta, el solamente me miró y se marchó, me arrepentí al instante de que esas palabras salieron de mi boca pero así soy yo, solo sé lastimar, además el ya había visto demasiado, le agradezco realmente todo lo que hizo esta noche por mi, pero no le pedí que se quede conmigo ni tampoco me agrada la idea de mi vida expuesta de esa forma.
Luego de llorar desconsoladamente como media hora se acercó un médico y me hizo algunas preguntas sobre antecedentes depresivos de mi madre y otras cosas por el estilo, me dijo que ella tendría que quedarse en observación varios días y que luego tendría que empezar un tratamiento psiquiátrico para que se le receten antidepresivos, se mostró preocupado de quién se haría cargo de mi y yo le menti con que mi tía vendría a cuidar la casa en la ausencia de mi madre.
Tome un taxi hasta mi casa, subí corriendo a mi habitación, tomé una caja musical que me habían regalado mis padres cuando era niña y saqué de allí dentro una bolsa de cocaína que tenía guardada para emergencias.
Comencé a tomarla, escuchando música muy fuerte y revoleando cosas por todos lados, cuando me di cuenta ya me había tomado toda la bolsa y preocupada por seguir bajo algún efecto decidí asaltar la pequeña bodega que mi padre había dejado abandonada y abrí una botella de vino, y luego otra y bebí hasta que perdí la conciencia.
Gotas. Gotas. Agua. Gotas.
Abrí los ojos confundida y estaba rescostada en la tina, el agua de la ducha me recorría el cuerpo desnudo, mire hacia el costado y estaba allí estaba prisma mirándome con preocupación, no me asusto el hecho de que me vea desnuda pues somos muy cercanos y me he cambiado varias veces delante de él, incluso una noche nadamos desnudos en un río cercano.
-¿Qué haces aquí?- le pregunté con una voz débil.
- No me contestabas mis mensajes y me preocupe ya que te habías ido con ese chico que apenas conoces y que la verdad no transmite mucha seguridad- Su voz se oyó algo rencorosa, supongo que es porque lo abandone en una fiesta con su ex besándose a un amigo.
-Termine en el hospital, algo le pasó a mi madre, y quédate tranquilo que creo que espante a Matt definitivamente - Si llega a hablarme después de lo que le dije ese muchacho es o muy estúpido o realmente tiene interés en mi. -¿Qué hora es?
- Son las 17:00 pm del sábado. Tienes suerte que tenga copia de tu llave, te encontré en un charco de vómito, podrías haber sido la próxima Jimmie Hendrix.
- Muy gracioso- Nótese mi sarcasmo- vete así puedo terminar de bañarme y comencemos a planear nuestra noche.
- ¿Nunca cambias?- dijo con una leve sonrisa y salió del baño.
Cuando baje las escaleras Prisma me había preparado unos sánguches para aliviar mi organismo que definitivamente necesitaba alimento.
Hablamos un poco de lo que le había pasado a mí madre, trato de hacerme sentir mejor pero no hubo caso, también intentó convencerme de no salir de fiesta hoy pero tampoco hubo caso, cuando estoy mal lo que más necesito es divertirme.
Decidí invitar a Cloh a la fiesta, creo que ya le tome bastante confianza como para dejarla conocer un poco más mi círculo social, además nunca le presente formalmente a Prisma y si ella quiere ser mi amiga debe conocer a mi hermano del corazón.
Ivón: 23 hs paso por tí, vendrás de fiesta conmigo.
Cloh: Oh niña no sabes cuándo esperaba este momento.
Me arregle levemente, y dejé mi maquillaje corrido al rededor de mis ojos ya que no me desagrado como lucia.
Fuimos en la Chevy de Prisma, al ver a Cloh salir de la casa me quedé asombrada, estaba realmente radiante, llevaba su cabello suelto, sus ojos pintados en un intenso rojo, y tenía puesto unos momjeans gastados con un bralette de encaje que hacían que pareciera sacada de una revista de moda, mi estilo no se quedaba atrás, pero esta chica sí que resplandecía.
Corrió enérgicamente hacia la camioneta y subió al asiento trasero, nos saludo eufórica, realmente estaba emocionada por salir con nosotros hoy y esto hizo que me ablandara y riera un poco más, más haya de el pésimo día que había tenido.
Llegamos a la fiesta que quedaba en un barrio bastante alejado del nuestro, para el momento en el que bajamos del auto Prima y Cloh ya habían hablado lo suficiente como para generar confianza entre ellos, realmente envidio la capacidad de sociabilizar que tienen algunas personas.
-Espero que hoy sea una fiesta sin golpes- me dijo Prisma a modo de burla.
-Parece que la desgracia me persigue- contesté irónicamente y le hice un gesto con la cabeza apuntando hacia la zona en la que estaba Evan con sus amigos. En cuanto me vio dirigió su paso hacia donde yo estaba. Al ver que se acercaba Prisma se fue hacia otro lado, supongo que no quiere ni verlo de cerca y por mi parte definitivamente no quería que se acerque después del episodio de la última fiesta pero tampoco me daba miedo enfrentarlo.
-Linda... Te la voy a poner fácil, o me dices dónde puedo encontrar al idiota ese que siempre anda rescatandote o tu pagarás lo que el merece, y nadie quiere eso, sería una lastima arruinar una joyita tan linda como tú.
- ¿Acaso estás amenazándome estúpido sin cerebro? No tengo ni idea dónde encontrarlo, y para que sepas no deberías meterme en tus problemas con él porque yo no le pedí que me defendiera, ahora deja de hacerme perder el tiempo y la paciencia y vete a acosar a alguna otra chica que no piense que tú capacidad mental es más pequeña que tu pequeño pene, quizás con alguna de ellas tus cumplidos vacíos te funcionen. Además vuelves a amenazarme y te costará caro, los dos sabemos el tipo de personas que conozco, no me hagas ponerme en contacto con ellos- No es que yo sea una persona peligrosa, pero he hecho amistades que se podría considerar que si lo son y que me deben algunos favores que podría cobrar. Sheila interrumpió nuestra charla con su actitud soberbia de siempre,
-Drogadicta enferma aléjate de mi hombre que jamás se fijaría en un bicho raro como tu- se atrevió a decirme con un tono altanero la desgraciada esa.
-¿Acaso quieres que te rompa tu dulce nariz operada? Él fue el que vino a hablar conmigo, y para que lo sepas preferiría practicar el celibato de por vida a estar con una persona como el, y ahora si me permiten me voy a lo que vine - Pase por entre los dos que se quedaron perplejos ante la violencia que hoy cargaba encima y me dirigí a la mesa con tragos donde estaban los amigos junto con Cloh que parecía adaptarse bastante bien entre ellos.
En un momento de la noche me sentí abrumada y salí al patio, me senté en la escalera de la entrada y me puse a mirar el cielo, en un momento comencé a ver las estrellas con detenimiento y note que se tornaron de un color morado, dirigí mi mirada sorprendida hacia la luna y note que en efecto está también había tomado un tono morado, al instante que la ví, todo se puso oscuro y perdí la consciencia.

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⏰ Última actualización: Oct 22, 2019 ⏰

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