Cartas de Hogwarts y el Tren

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En Londres, en una casa británica muy hermosa, vivían el señor y la señora Wayne con sus hijos; Noah y Karol Wayne, los cuales eran gemelos.
Los gemelos eran de piel blanca con pecas en el rostro y cabello marrón, también tenían un ojo azul celeste y otro marrón pardo oscuro.
Lo más interesante de aquella familia era que el padre de los gemelos resultaba de un mago.
Tanto su esposa e hijos sabían esto, y los niños esperaban ansiosos sus cartas para ir a Hogwarts, el lugar que su padre tanto había mencionado en varias ocaciones.
Ellos iban a un colegio muggle mientras tanto, donde habían hecho muchos amigos.
Ya casi se aproximaba su cumpleaños número once, el 14 del Julio. Ese día no tardo en llegar, durante la víspera de su onceavo cumpleaños se quedaron despiertos hasta tarde, para ver cómo el reloj encima de la chimenea marcaba las dice de la madrugada anunciando otro día.
—Ya casi— dijo Noah entusiasmo—solo un minuto más—susurró. "PIP" sonó el reloj, doce en punto de la madrugada, once años de diversión.
—¡Feliz cumpleaños!—exclamó Karol.
—¡Felicidades hermanita!—río Noah.
Luego de reír y jugar, fueron a dormir, al día siguiente les esperaba una sorpresa en la entrada de la casa.

No muy lejos de aquella casa, vivía la familia Williams, el señor y señora Williams sólo tenían una hija, Alexa. Quien era mestiza de sangre, sus padres, ambos eran magos nacidos de muggles, ella ya había recibido su carta de Hogwarts y dentro de un par de semanas iría al Callejón Diagon a comprar lo necesario para su primer año en en el colegio mágico. Alexa están emocionada por ir, ya quería empezar a hacer magia de verdad y no solo los pequeños trucos que podía hacer sin varita al igual que todos los demás magos y brujas menores de once años.

Al buscar el correo esa mañana Noah se dio cuenta de que sus cartas estaban ahí, una lechuza salió volando en cuanto Noah recogió las cartas del suelo.
—¡YA ESTÁN AQUÍ, KAROL, NUESTRAS CARTAS!—Noah no pudo evitar gritar de emoción, mientras le daba la carta a su hermana y se disponía a leer la suya.
—¡A VER!— dijo mientras habría la carta. Las leyeron, mientras desayunaban, y hora después se encontraban subiendo al auto para ir al parque a celebrar su cumpleaños.

En el parque a Karol le llamó la atención una niña que era de aproximadamente su edad; tenía ojos azules y pelo rubio lacio, iba con sus padres caminando y comiendo helado. A Karol le dio la impresión de que si aquella chica también era una bruja, ya que de un momento a otro sus ojos se volvieron de un color amarillo brillante, "seguro solo fue mi imaginación" pensó, así que decidió seguir disfrutando de la tarde en el parque con sus amigos.

Semanas después Alexa y sus padres se dirigían al Caldero Chorreante, donde se encuentra la entrada al Callejón Diagon, faltaban dos semanas para el primero de septiembre e ir a Hogwarts, pero el callejón se encontraba repleto de magos y brujas con sus hijos comprando.
Luego de un rato comprando cosas, ya solo faltaban las túnicas. De camino Alexa vio una familia de cuatro personas, y le pareció reconocer a la hija de alguna párate, pero no le dio mucho importancia y siguió su recorrido.

Karol y Noah fueron a comprar sus varitas a Ollivanders, la de Karol era de nervio de corazón de dragón, y la de Noah era de cabello de unicornio.
—Aw, es de unicornio—dijo Karol con una voz chillona.
—Déjame—dijo Noah molesto.
—Perdón pero tenía que decirlo— río Karol.

1 de Septiembre de 1991, Kings Cross

Ya era primero de septiembre, " Por fin" pensó con sarcasmo Karol mientras caminaba junto a sus padres hasta el andén 9 3/4.

—Adiós mamá, adiós papá— se despedía un niño.
—Adiós Javier—decía la mamá.

Karol y Noah atravesaron el muro entre los dos andenes hasta llegar al tren, una vez ahí, sé despiden de sus padres.
A su vez Alexa hacía lo mismo. Una vez dentro del tren, fue al vagón más vacío que encontró, donde solo se encontraban un niño y una niña muy idénticos. Eran los gemelos Wayne. Alexa se acercó a la puerta y la abrió...
—Hola!—dijo el niño muy sonriente—¿Cómo te llamas?.
—Alexa Williams—dijo alegre.
—Yo soy Noah Wayne—dijo ofreciéndole su mano.
—Y yo soy su gemela, Karol—dijo haciendo lo mismo.
—Oigan, ahora que los veo recuerdo que los ví en el Callejón Diagon hace unas semanas—dijo mientras su pelo se ponía de color azul celeste muy claro.
—Wow, eres metamorfomaga!?—dijeron Noah y Karol asombrados.
—Si, es muy divertido—dijo sonriendo, así vez su cabello se tornaba de un amarillo cálido y sus ojos verde brillante.
—Asombroso— dijo Karol.
—Ya se, tengo una idea—dijo Alexa. Ella cambió el color de su cabello a uno marrón y uno de sus ojos azul celeste y otro marrón pardo, también se puso pecas, se parecían mucho, sobretodo Karol y Alexa.
—Somos trillizos—dijeron los tres a la vez.
Luego de un rato la señora del carrito apareció con muy pocos dulces ya que parecía ser que alguien más se había comprado todos. Si no hubiera sido por qué la señora del carrito tenía más dulces guardados, ellos se habrían quedado sin nada que merendar. Aún así eso no les impidió pasar un buen rato, siguieron hablando y riendo.
Luego de aquello un chica de cabello castaño abrió la puerta del compartimento en donde se encontraban los "trillizos".
—¿Alguno de ustedes a visto un sapo? Un chico llamado Neville perdió uno—preguntó la castaña.
—No, lo siento—respondió Noah.
—Si llegamos a ver uno te avisaremos, supongo—dijo Alexa.
—Bueno, seguiré buscando—dijo mientras cerraba la puerta y se iba a otro compartimento.
Al cabo de unas cuantas horas más el tren se detuvo, ya habían llegado.
Al bajar del tren siguieron a un hombre muy alto que los llevaría a ellos y a los demás de primer año en bote por el lago que los llevaría al colegio. En el bote iban Karol, Noah, Alexa y un chico llamado Javier.
Una vez en el castillo una bruja los detuvo para darles las explicaciones de la ceremonia de selección de casa. Era la profesora McGonagall.
Luego McGonagall se perdió de la vista de los alumnos y fue ahí entonces donde un chico rubio llamado Draco Malfoy empezó a hacer una escena frente a los demás alumnos de primer año.
—Harry Potter—dijo mientras todos se sorprendían— a venido a Hogwarts este año—continuó Malfoy. Luego de Harry defenderse y a su amigo Ron Weasley, volvió la profesora McGonagall para llevarlos dentro del Gran Comedor donde, ahora si, compensaría la ceremonia de selección.

Amistad entre Gryffindor y Slytherin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora