Loud|| Hyunmin ➁ -αdαpтαcιóɴ

005.

Por la mañana, con Hyunjin de mal humor por ser pateado y destapado por Minho por toda la noche, desayunaron los cuatro juntos, aunque el rubio no tenía ganas de estar con nadie, dejó sólo a Seungmin acercarse y el pelinegro le hizo mimos en un intento de que se relajara un poco.

La abuela Han desayunó con ellos, y no pudo evitar comenzar a hablar del pequeño Jisung hasta avergonzar al castaño.

Habló también de Minho, y de cómo siempre fue el mejor amigo de Jisung incluso de pequeños, y que era el chico más fiel que su nieto se podría haber conseguido.

Minho no podía sentirse más halagado, sonriendo ampliamente, por otro lado, Jisung se sentía avergonzado, y tenía las mejillas rosadas de vergüenza, a pesar de que su abuela no había dicho nada malo.

— ¿Quieres que vaya a buscar los álbumes? —preguntó la mujer, haciendo que Minho se emocionara, y a su nieto comenzar a pedir piedad.

Para ese punto, Hyunjin estaba tan divertido con la situación que su mala cara había quedado atrás, y reía con gracia por las súplicas de Jisung, ignoradas por la señora que salió de la sala para buscar las fotos.

Seungmin pinchó el brazo de Hyunjin con su dedo, reclamando atención.

El rubio se volteó hacia él inmediatamente.

—Medico- —Seungmin negó, sabiendo que estaba diciendo mal la palabra —Medica-mentos —se corrigió-

Hyunjin tardó un segundo en recordar.

Miró la hora con preocupación, faltaban una media hora para las once, y poco más de una hora y media para que Seungmin tomara los remedios.

—Terminemos el desayuno y llamaré a mamá para que nos lleve —dijo Hyunjin, refiriéndose a la señora Kim—. ¿Los tienes en casa, no?

Seungmin asintió.

— ¿Qué medicamentos? —preguntó Minho, de chismoso, mirando a ambos como si escondieran un jugoso secreto.

Hyunjin miró a su novio, como pidiendo permiso para decirlo, aunque el pelinegro negó.

—Nada —dijo Seungmin, restándole importancia.