One-Shot: Defend

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Era una noche tranquila, apenas las 7:45 p.m. perfecto tiempo para que un erizo azabache saliera de una cafetería con un par de donas y café, la primera dona era simple con relleno de jalea se frambuesa, mientras que la otra era una con glaseado de chocolate y chispas de colores por todos lados, una para él y otra para su adorable novio amante de las chispas de colores. El erizo fornido y de aspecto intimidante se guardó los postres en los bolsillos internos de su chamarra y miro su reloj, sonrió ligeramente al darse cuenta de que estaba a incluso con tiempo de sobra para poder ir a recoger a su novio del trabajo; no iba a admitirlo nunca, pero estaba emocionado de ir al trabajo de su novio, a pesar de que este nunca se había negado a que supiera en donde trabaja, tampoco le pedía que fuera por él o que lo acompañara, pero esta vez le daría una sorpresa. Sin paciencia y con una secreta emoción dentro suyo, el erizo moreno se montó en su motocicleta y condujo hasta el mini-super donde su novio le dijo que trabajaba. El nombre del erizo moreno es Shadow, es un buen erizo, puede que su apariencia aparente lo contrario, pero la verdad es que a pesar de esa chaqueta de cuero y la monstruosa motocicleta en la que siempre monta, había un buen sujeto respetuoso de la ley, trabajador, honrado, honesto, que ayudaba a las ancianas a cruzar las calles; Shadow era un buen sujeto, claramente.

Minutos después Shadow llego al mini-super de un suburbio algo pretencioso, pero eso le daba igual, solo estacionó la motocicleta en el estacionamiento del lugar y miro nuevamente su reloj en la muñeca derecha que marcaba las 7:55 m.p. estaba 5 minutos antes de que saliera su novio, eso lo dejó satisfecho con su puntualidad.

Shadow espero paciente y emocionado; las luces del supermercado se apagaron. Shadow espero paciente e intrigado; las puertas estaban siendo cerradas con llave por un hombre regordete con un gran bigote. Shadow espero paciente por más tiempo; no veía a su enamorado por ningún lado. Shadow espero con el ceño fruncido; sacó su teléfono y le llamó a su amado novio, que estaba guardado en el dispositivo con el nombre de "Mi Morita Azul". Shadow espero a pesar de que estaba impaciente; su novio no contestaba y eso le preocupo demasiado, el SIEMPRE contesta sus llamadas o cuando no podía contestar le manda un mensaje corto diciendo que lo llamaría después del trabajo, este no fue el caso. Shadow no pudo esperar más. El, esperando ver a su "Morita azul" se dirigió a paso rápido a la parte de atrás de la tienda para entrar.

¿Pero qué era eso que había obstaculizado al novio de Shadow? Mejor conocido como Sonic, por cierto.

Bueno, Sonic si trabajaba en ese mini-supermercado como le había dicho al azabache, el entraba desde las 8 de la mañana hasta las 8 de la noche todos los días de lunes a sábado como también sabía el moreno, incluso Sonic cerraba las puertas de ese mismo mini-super todas las noches como le dijo a su novio Shadow. Solo hay un pequeño detalle, uno que Sonic se había tomado la molestia de esconder y era la misma razón por la cual nunca le pidió a su novio que se vieran después de que saliera de trabajar o lo recogiera de vez en cuando.

Sonic era un erizo azul, muy amable, dulce, guapo, además de contar con un buen y ejercitado cuerpo, también es divertido y su manera tan gentil de ayudar era sublime. ¿Qué más podrían pedir las mujeres solteras que se pasaban por el supermercado? ¡Oh, si! ¡Que no fuera gay! y no conformes, también que no tuviera un novio tan ardiente como el. Pero bueno, Sonic solo se limitaba a decirles que no podía corresponderles, con una sonrisa en el rostro y rascándose la nuca un poco apenado siempre decía: "perdona, pero ya tengo novio. Pero eres muy bonita y seguramente encontraras a alguien mejor". Y esto se repetía una y otra vez, tanto que no pasó desapercibido para su jefe, el gerente del mini-super, que si ya era bastante estricto y duro con él, con esto era aún más pesado y grosero con el pobre cobalto. Sonic siempre abría y cerraba el supermercado a petición de su jefe, no porque le correspondiera, era el primero en llegar y el último en irse siempre porque así se lo exige su jefe. Pero lo peor era que en las juntas con el personal a Sonic le dejaban el doble de trabajo que a los demás o hacia comentarios homofóbicos con el simple propósito de hacer enojar al cobalto. Pero no importa, o eso se decía el siempre positivo Sonic todos los días, solo debía aguantar hasta juntar el dinero necesario y poder montar su propio negocio de repostería. Además el era Sonic The Hedgehog, no había nada que no pudiera hacer; soportar a su detestable jefe no sería problema para que el cumpliera sus sueños. O eso era hasta esta noche.

DEFEND [One-Shot / SONADOW]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora