Bienvenido a la realidad.

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La casa estaba prácticamente lista, Los muros pintados, los pizarrones instalados...

Una sonrisa se extendía a lo largo de la cara de Charles.

-boo - lo asustó Erik al tomarlo desprevenido. - ¿admirando tu obra? Preguntó galante.

- no exactamente. Charles volteo la cara y le planto un beso en sus labios - mañana vendrá el herrero para arreglar las ventanas del piso superior. Así que tendremos que dormir en la sala de estar. - dijo. Besándolo de nuevo - o en la biblioteca, o en....

Ambos hombres se besaban apasionados. Y buenas razones tenían dentro de poco cumplirían dos años como pareja. Tenían una casa enorme, buenos autos. Erik tenía un trabajo estable como ingeniero y Charles recién había renunciado para hacer su sueño realidad, una escuela de mutantes, empezaría como preparatoria pero planeaba expandirla a primaria y ¿por qué no? Universidad. Sus planes eran ambiciosos una zona residencial y un gimnasio eran sus primeros proyectos y estaban a punto de concluir. Si todo iba según y lo planeado dentro de 3 meses más abriría las puertas de su escuela. Con la futura promesa de que si el proyecto prosperaba su novio dejaría su trabajo de oficina para convertirse en maestro de matemáticas y física. La vida resumida de ambos hombres era perfecta. Hasta que una mañana tocó su canción el fatídico timbre del correo.

Charles aún en bata y con una taza de café en la mano salió a recogerlo.

- voy a pararte más temprano mañana. Ya son las 8 y aun estas en pijama.

- dejarme disfrutar mi renuncia - protesto Charles mirando a su pareja con el traje azul. Bañado y listo para salir al trabajo.

- vas a ser un profesor perezoso- sentenció.

- ¿ah si? - preguntó Charles con tono juguetón. - entonces tendrás que castigarme. Colocó su taza sobre el correo, dejando un círculo húmedo sobre los sobres. Se extendió cuan largo era sobre el regazo de Erik, el aludido enarco una ceja. Pero le siguió el juego dio dos fuertes nalgadas a Charles que puso una mueca de incomodidad.

- niño malo. Dijo, dándole otro golpe que resonó. El castaño se sentó a horcajadas sobre su amante y le besó apasionado. Erik no se hizo esperar. Charles estaba duro ya. Solo un jugueteo y su novio se encontraba así. Con cuidado metió las manos por debajo del pantalón pijama que traía su amado. Charles arqueo la espalda extasiado por el contacto de los dedos contra su glande. Erik baja y subía con lentitud por a todo lo largo de Charles. Controlándose, el telépata colocó sus manos sobre las sienes de su novio. Todos los sartenes, tenedores y cucharas de la cocina temblaron. Las puertas crujían sobre sus goznes de metal.

-amo cuando haces eso. Dijo Erik entre quejidos. Era el truco favorito de Erik. Que Charles proyectara lo que sentía en él. Y para esos momentos lo único que sentía xavier era placer.

Entre un gruñido Charles se corrió en las manos de Erik.

- que bueno que traías el pantalón puesto. No me manchaste.

Charles lo miró con mueca extraña.

-En realidad . -Dijo, señalando el pantalón de su novio.

Una gran mancha oscura ensuciaba la parte baja de su cadera.

Erik chasqueo los dientes. Le dio un beso a Charles y salió corriendo a cambiarse los pantalones e irse a trabajar.

Esa mañana el correo quedo en el olvido. Fue hasta la noche que Erik pasaba con parsimonia los sobres entre sus dedos que lo notó.

- ¿qué es eso? - preguntó Charles al ver el sello de la policía del estado.

-No se - contestó tomando el abrecartas. Charles se sentó frente suyo y con los dedos en las sienes y leyó.

Bienvenido a la Paternidad *ChErik*Where stories live. Discover now