007;

74 12 0
                                    

¿Los celos aparecen cuando realmente te importa alguien?

•••

Actualidad.

¿Celos? No estoy sintiendo celos, nunca lo hice antes y no lo hago ahora. No podía sentir celos porque Tae era la parte segura de esta relación, porque si alguien estaba seguro de amar al otro era él, porque yo no lo amaba...

Lo quería, me estaba acostumbrando a él, pero uno no se enamora en una semana, incluso con detalles como los suyos.

Yo no estaba celoso. Yo no estaba enamorado.

No podía. No.

— No estoy celoso, Taehyung, sólo creí que... que estábamos aquí para conocernos más, para pasar un momento juntos, no para encontrarnos con uno de tus ex.— Tae se ríe. ¿Cómo puede estarse riendo?

Mi ceño se frunce y no lo pienso demasiado para salir del lugar, poco me importan las malas miradas que recibo.

Pero Tae no me está siguiendo...

¿Podía dolerme este nuevo corazón por algo así? ¿Podía un corazón no enamorado romperse?

Seguí caminando hasta llegar a un lugar que no recordaba.

Yo sólo quiero aclarar que Jimin es un amigo, pero ver a Kook celoso me hace reír.

Mala idea eso de reírme, por supuesto.

Él obviamente lo toma mal. Intento hablarle pero parece no escucharme. La gente a nuestro alrededor me mira, lo mira.

¿Por qué sigo insistiendo con alguien que me amó, pero que claramente no me ama ahora?

— ¿Estás bien?— Una mano se posa en mi hombro y me volteo ante el tacto. Era Jimin, que venía con nuestra orden.

Dejo salir un profundo suspiro y apoyo mi cabeza en la mesa. Ya no puedo.— No. No estoy bien.

Jimin recorre una silla y toma asiento a mi lado.— ¿Qué pasa?, ¿es por tu esposo?, ¿quieres contarme? Sabes que puedes...— Ruedo los ojos, Jimin no había cambiado en nada.

— ¿No deberías estar trabajando? Podrían correrte si te ven vagueando.

— Ah, no importa realmente.— Hace una pausa.— Si Seokjin se entera de que te vi así y no hice nada, me matará.

— ¡Seokjin!, ¿cómo está él?

— Está bien, pero no me cambies el tema, hombre. Dime qué te trae así, tal vez pueda ayudarte.

— Nadie puede ayudar.— Intenté resumirle todo: Conocí a Jungkook en el hospital donde trabaja Hoseok, en el área de cardiología, nos enamoramos, él no viviría mucho sin un trasplante, nos casamos en secreto y, en la luna de miel, conseguimos un nuevo corazón.— Él me recuerda, recuerda lo que vivimos y lo que sintió, pero ya no lo siente más.

— ¿Estás seguro?

— Por supuesto, Jungkook no puede estar fingiendo.

— Me refiero a que no siente nada, porque si no lo hiciera, Taehyung, no le habría importado esto.— Nos señala a ambos.— Los celos aparecen sólo si hay interés, y claro que son tóxicos para una relación, pero puedes aferrarte a esto bajo la creencia de que aún puede haber amor para ti en ese corazón.

— Pero... Kook dijo que no estaba celoso.

— ¡Serás idiota, Taehyung! Uno no va por la vida admitiendo que está celoso.

— ¿Y ahora qué?— La falta de claridad en mis pensamientos me estaba agobiando, quizás Jimin tenía razón y Kook aún sintiera algo por mí, sólo que ninguno de los dos se había dado cuenta.

— No sé por qué sigues aquí. Si crees que no puedes con esto, ve y dile de frente que te rindes; pero si tu amor es fuerte y paciente, ¡búscalo y aclara la situación!

— Tienes toda la razón.— Me levanto tan rápido que la silla en la que me encontraba se cae en el proceso.

— ¡Hey, por eso sí pueden correrme!

Me río, pues aquello no podría importarme menos en estos momentos:— ¡Saludos a tu hermano!

Salgo corriendo, sin mirar atrás, pues sé perfectamente dónde está Kook.

•••

Antes del trasplante.

Era un pequeño parque cerca del hospital. Casi nadie iba.

En las pocas ocasiones que lográbamos convencer a Hoseok de darnos unos minutos, íbamos ahí. Nos sentábamos en los columpios y yo me daba cuenta de que estaba irremediablemente enamorado cuando veía el rostro de Jungkook iluminado por el sol, su cabellos alborotado como siempre, sus ojos marrones brillando y su risa perdiéndose con el viento cuando volteaba hacia mí para sonreírme.

Lo amaba y daría todo por él, incluso mi vida; si Jungkook moría, quería morir junto a él.

— Cásate conmigo.— Le solté un día, mientras nos mecíamos.

Se detuvo al instante y, en lugar de poner pretextos o dejar salir sus miedos, simplemente me preguntó:— ¿Cuándo?

•••

Actualidad.

Y aquí estaba, sentado en el columpio que yo siempre ocupé.

¿Por qué?

¿Por qué en ese y no en el que él ocupaba?

¿Por qué se veía tan abatido cuando no sentía lo mismo por mí?

¿Por qué me costaba tanto acercarme y decirle adiós?

_____

Maybe haga maratón esta noche ya que ando motivada y con ganas de avanzar.

- Grisa fuera

con recuerdos [adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora