[ único ]

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Hoseok se encontraba escribiendo con la tiza en la pizarra frente a él, de vez en cuándo dando un par de vistazos al libro abierto en su mano para seguir escribiendo un par de palabras clave para su siguiente clase, que debería estar comenzando en menos de cinco minutos.

El silencio que le precede solo siendo interrumpido por el suave golpe de la tiza contra la superficie verde solo le hace sentirse ansioso porque no hay ni ápice de sus alumnos y sus ruidosas voces viniendo por el pasillo.

No es que no esté acostumbrado.

Hace tan solo un par de meses la universidad había contratado a un nuevo profesor para el área de artes, Hoseok aún no tenía el placer de conocer al susodicho, pero ya sentía que lo odiaba.

Sonaba extremo, pero desde su llegada sus alumnos constantemente demoraban al menos diez minutos en llegar a clase, y él no tenía el corazón de regañarlos, se sentía celoso porque hasta entonces había sido uno de los profesores más queridos en el lugar.

Creía que el ser tan joven le había ganado méritos y la confianza de sus estudiantes, pero ahora parecía haber sido cruelmente reemplazado por el supuesto profesor Min, y eso no le agradaba, porque cada martes y jueves, que sus alumnos tomaban clases de literatura luego de la clase del profesor Min llegaban tarde, y además no paraban de hablar al respecto.

Estaba muy celoso por ello.

Finalmente terminó con sus notas en la pizarra y dio un breve vistazo una vez para corregir algunos errores, volvió a mirar la hora en el reloj de su muñeca y suspiro desanimado mientras recargaba su barbilla sobre su escritorio, esperando a que pasará el tiempo y sus alumnos se dignarán a aparecer.

Sus dedos golpeaban la madera del escritorio suavemente y él solo tenía una enorme mueca en el rostro que era incapaz de ocultar, pasaron diez minutos y un par de murmullos comenzaron a escucharse por el pasillo aledaño.

Hoseok se puso de pie, seguía pensando en lo tonto que era de su parte sentirse enemistado con un profesor que ni siquiera tenía el placer de conocer.

Los chicos comenzaron a entrar al salón hablando en voz alta, Hoseok cerró los ojos, repitiendo en su mente que debía de dejar de enfadarse por la "asombroso que era el profesor Yoongi", ¿es qué acaso sus clases no eran interesantes?

--Buenas tardes, llegan tarde... de nuevo --Hoseok ni siquiera puede disimular el ligero tono decepcionado y hasta enojado al hablar, camina a lo largo de la plataforma al frente, no muchos parecen estar escuchándolo, además el sonido de otros cuántos alumnos llegando tarde oculta su voz.

Hoseok es muy conocido por ser uno de los profesores más pacíficos y amables de la universidad, pero eso no quiere decir que no se sienta enojado por el poco respeto de sus alumnos a su clase.

Los pocos alumnos que lo ven comenzar a guardar las cosas dentro de su maletín lucen impactados, Hoseok no sonríe más y en su lugar una enorme mueca de disgusto a reemplazado su enorme sonrisa.

Al notar sus acciones el resto del salón comienza lentamente a guardar silencio hasta que el silencio llega a sustituir por completo los murmullos --Hasta que no aprendan a tomar sus clases en forma daré los temas por visto, el jueves haré un examen, arreglénselas --Hoseok dice en un tono serio y sale hecho una furia del salón sin dar tiempo a quejas o reclamos.

Sus alumnos solo pueden mirarse los unos a los otros con sorpresa y tal vez con algo de miedo, por ser la primera vez que su profesor, el ser más amable del planeta, se ha enfadado, se ha enfadado demasiado.

Hoseok camina por los pasillos, sin ser capaz de regresar las sonrisas y saludos amables de los alumnos que se cruzan por su camino, llega finalmente a la sala de maestros y automáticamente se deja caer con pesar sobre el sofá aledaño a la puerta de entrada.

some ; hopegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora