𝐈

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Era ese típico día donde más anhelaba quedarme en casa, salir era una mierda y más si era en dirección hacia la escuela, sería lo mismo que todos los asquerosos años, ¿habrá algo divertido?

@kth


El ambiente se encontraba envuelto en melancolía alrededor de su persona, su rostro se encontraba totalmente pintado por un cálido rojo carmesí, que vestían sus pálidas mejillas, ese escalofriante viento que calaba hasta los huesos. Era un día muy agotador para una simple mañana de regreso a la escuela. Sus pies, prácticamente arrastrándose no avanzaban a gran velocidad, había hecho un gran esfuerzo para levantarse de su aposento y lidiar con la rutina que cada vez se hacia mucho más molesta y cada vez comenzaba a odiar más. No tenia una motivación para levantarse e ir con algún tipo de emoción o sentimiento hacia aquel lugar que se hacia llamar "Escuela", pero sea como sea debía cumplir con su deber como presidente del consejo estudiantil.


Sin embargo, atravesar la entrada fue todo un desafío, estudiantes amontonados por todos sitios impedían moverse del todo bien. Al ser la vuelta a clases, debía presentarme ante el consejo estudiantil, ante los nuevos estudiantes como el presidente del consejo estudiantil y del centro de estudiantes, una tarea realmente tediosa. La hora había llegado y el pelinegro ya se encontraba frente a un montón de personas sin expresión (a excepción de su rostro en ese momento) alguna en sus rostros sin embargo había uno que había logrado capturar por completo la atención, un chico con cabellos dorados, con una mirada penetrante, casi le hacia suspirar, ello le causaba un leve estremecimiento ante ojos tan profundos. Intentó relajarse, lo más que podía en aquel instante, pero la mirada estaba clavada sobre él, no le permitía hacer mucho. Aclaró su garganta y su postura fue recta, rígida, cómo si de un dictador se tratase comenzando a dar el discurso que daba cada puto año, esperando a que la profesora se hiciera a un lado, la profesora sin más asintió sin ningún problema y se sentó sobre la silla donde caía su gran culo el cual una vez comió y abofeteó.

- Bien, muchachos. Me presentaré, soy Jeongguk y soy el presidente del consejo estudiantil. Recientemente uno de los chicos tuvo problemas en su casa y tuvo que cambiarse de escuela, ¿a qué viene esto?, necesitamos que más gente se unan a esta oportunidad.. -. Musitaba con una sonrisa ladina mientras observaba a los del salón hasta que nuevamente se topo con la mirada del chico; aquella mirada inexpresiva, podía paralizar hasta los muertos, podías ver hasta el infierno mismo presente en aquellos orbes negros, solamente desvió su mirada y se centró en seguir con el estupido discurso, una vez casi acabado, indicó a los estudiantes nuevos a quedarse en sus posiciones, y los antiguos procedieran a ir a sus respectivas aulas, cuando los más grandes se fueron, nuevamente comenzó.

- Hay un montón de oportunidades, talleres donde pueden entr...-. Joder, se había cansado de esa amabilidad que trataba de mantener. - Bien, la cosas funcionan así, si no quieren unirse no nos hagan perder el tiempo y salgan.

Y así muchas de las personas se fueron, quedando un curso completo y el chico quien ahora plasmaba una sonrisa muy coqueta la cual le causaba temor.

- Bien, hay un montón de oportunidades, diversos talleres en los cuales pueden participar, actividades en la escuela que siempre se hacen a finales de la escuela y sin más que decir, esperamos realmente se sientan muy cómodos con sus talleres, nos veremos luego.

El chico palmeo las hojas contra el gran escritorio que lograba tapar sólo la parte de su torso hacia abajo, guardo unos papeles en su casillero y sintió un golpe contra éste cuando se dio vuelta pudo divisar al chico con cabellos dorados quien lo miraba con los mismos ojos. Joder que loco le traía.

Aquellos ojos, mezclados de dos perfectos y tenebrosos colores, lo inspeccionaron desde arriba, pasando por sus facciones, hasta llegar a sus pies, una sonrisa algo socarrona apareció en sus labios y procedió.

- Veo que te crees mucho el cuento de "presidente", dime ¿Qué otras cosas haces con aquella boquita, uh? - Con sus delgados dedos tomo el mentón del de cabellos oscuros, y lo volvió a inspeccionar, esta vez deteniéndose en sus labios.

cappuccino eyes. jk.kthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora