Capítulo 3.

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Sí, estoy aquí, en el bar-restaurant al cual vengo por primera vez, he escuchado que es muy buena la comida aquí. Al entrar tuve aquél presentimiento que me atormenta siempre...

"He estado aquí antes, conozco este sitio."

Pero aún así no puedo recordar absolutamente nada, que abrumador.

Junto a mí está sentada mi madre, mi mejor amigo Josh y su novia. En una mano tengo una cerveza y en la otra un trozo de pizza, soy campeón en la liga local de fútbol, tengo las mejores notas de mi salón y estoy siendo observado por muy buenos ojeadores de equipos profesionales, siento que nada me falta ni me afecta... ¿O sí?

Sólo una cosa ha rondado en mi mente:

¿Quién era esa chica en mi sala y por qué tanto misterio en cuanto a su identidad?

Y sí, sé que no debería ni importarme, mucha gente se ha comportado así desde el incidente, pero aquellas personas que lo hicieron en serio no tenía idea de quienes eran, esta vez fue diferente, esta vez en serio sentí conocerla pero no pude recordar de qué manera.

Decido preguntarle a mi madre, ella sabe lo complicado que es este asunto para mí, de seguro que me dirá quién era esa chica.

-Madre... (Voltean a verme mi madre, Josh y su novia) sólo por curiosidad, porque me parecía conocida. ¿Quién era esa chica que estaba sentada en el sofá de la casa hoy por la mañana?

Sonríe despreocupadamente, parece que está ordenando en su mente lo que me va a decir.

~Sabia que me lo preguntarías, estaba esperando el momento en que lo hicieras.

Se supone que hizo una pausa de unos segundos pero el misterio me hace pensar que pasó ya una hora desde mi pregunta.

~Creeme que quiero decirtelo todo, pero el doctor me dijo que debía dejar que a tu mente llegaran las experiencias vividas por sí solas, ya que si te las cuento y no me crees, tu mente se volverá un caos y por ende, tu amnesia más aguda. Mas sin embargo sería muy cruel de mi parte dejarte con toda la intriga, sólo te resumiré toda la historia en unas cortas palabras, esa chica es la razón por la que tuve que venir tantas veces a éste bar en horas de la madrugada, y no, no a beber yo, venía a buscarte a ti, ya que estabas tan hundido en el alcohol que con suerte tenías fuerzas para pedirle al cantinero que me llamara para venirte a buscar.

Entre todas las cosas que me pude imaginar, en ningún momento imaginé esa respuesta.

Asiento con la cabeza, tal parece que todos los presentes en ésta mesa conocen toda la historia menos yo, pero no puedo dejar que ese pensamiento se adueñe de mí, debo hacer como si no escuché nunca eso.

Cambiamos de tema, tomamos un par de cervezas más, comimos otra pizza y todos se embriagaron menos yo.

Dejo a Danessa (la novia de Josh)  y a Josh en su casa, luego me voy a mi casa con mi madre, se recuesta y cuando voy saliendo de su habitación escucho su voz nuevamente.

~¡Fred! Antes de que te vayas.

-¿Sí madre?

~Te amo.

Sonrío, esas palabras me llenan como nada más lo hace.

-Te amo mucho más madre, descansa.

Me recuesto en mi cama, tal parece que el insomnio quería hacer mi noche más larga pero no le di oportunidad, estaba tan cansado que me quedé dormido sin notarlo.

Despierto, abrazo a mi madre, le pregunto cómo está, me doy una ducha, desayuno, me pongo una ropa cómoda y voy al cine, quiero ver una película que se estrenó hace un par de días y se ve muy interesante.

Es de comedia, la verdad amo las películas de comedia, así que la disfruté como nunca. Al salir del cine decido ir a comer algo, así que voy al restaurante chino que tanto me gusta, sí, llamemos a esto una cita conmigo mismo.

Llego, ordeno costillas, tallarines y arroz, hoy tengo ganas de engordar como si tuviese hambre atrasada (Como siempre lo hago).

Degusto mi comida, está exquisita, incluso cierro mis ojos para degustar despacio, no puedo creer lo rica que está.

Al abrir los ojos nuevamente observo algo que vuelve a mi mente un caos, es inevitable que no lo haga.

Está ahí, sentada, dos mesas a mi lado, menos mal que no me ha visto, así que decido ignorarla por mi bien ment...

Bah, a quién quiero engañar, al demonio todo, voy a hablarle.

-A ver. ¿Me vas a decir tu nombre, quién eres y qué fuiste para mí o voy a tener que contratar a un detective privado para que haga todo ese trabajo?

Sus ojos en éste momento inspiran todo en el mundo menos tranquilidad o cosas buenas, inspiran desespero y sorpresa.

(COMPLETA) Lo lamento, no la recuerdo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora