Alice miro al fondo del lugar donde se encontraba, y vio aparecer a un joven moreno y ojos azules con la piel extremadamente pálida. En su rostro había dibujada una sonrisa amarga y cargada de tristeza, lo mismo que Alice había notado tanto en su risa como en sus ojos.
-Soy Ian- murmuró- Espero que algún día puedas perdonarme lo que te he hecho.
En ese instante un montón de imágenes abrumadoras llegaron a la mente de Alice...
《Era de noche y Alice se encontraba en su cafetería favorita junto a su mejor amiga como solían hacer cada viernes, ambas reían y charlaban tranquilamente, de pronto alguien la agarró y la sacó fuera del local...》Ahí la mente de la joven volvía a nublarse...- ¿Fuiste tú el que me sacó de la cafetería? - preguntó aterrorizada- ¿Y mi amiga?' - volvió a preguntar- ¿Dónde está ella?
- ¡Por supuesto que no! - respondió ofendido- No soy un cerdo que va por ahí secuestrando muchachas para comérselas- más tranquilo agregó- Tu amiga está bien, no te preocupes por ella.
Alice no lograba entender nada así que preguntó:
- Si no fuiste tú... ¿Por qué me pides perdón?
- Te pido perdón- mustió Ian- Porque no fui yo quien te mató, pero sí el que te convirtió en esta cosa asquerosa que somos...
《Hace unas semanas que suelo pasarme por esa cafetería, os observo a tu amiga y a ti, eres tan hermosa, me pareciste hermosa porque estabas viva, tu amiga también lo es pero tú en especial me llamaste la atención.》
《 Tu personalidad parecía vibrar, esa sonrisa siempre en tu rostro y esos ojos azules tan expresivos del mismo color que tu pelo...》
《Un día mi hermano mayor me descubrió, se burló de mí por ser capaz de admirar la belleza de lo que para él es comida, de admirar la vida- la miró tristemente- Es despreciable, parece que no recuerda que hubo un día en el que su propio corazón palpitaba en su pecho. Me prohibió volver a observaros si no era para mataros y yo le desobedecí, anoche cuando estabas en el local con tu amiga yo estaba por allí y mi hermano volvió a descubrirme, como castigo hacia mí entro te cogió y te mordió. Después te dejó en el suelo para que yo pudiera ver como se te escapaba la vida, sin poder remediarlo, sin ni siquiera haber podido hablar contigo sobre como era vivir, como era sentir tu corazón latir dentro del pecho y no muerto y vacío, no podía soportarlo y por eso mordí mi muñeca y te hice tragar mi sangre convirtiéndote en lo que eres ahora... Por eso, te pido perdón.
Alice estaba tratando de asimilarlo todo. Al cabo de un rato que a Ian se le hizo eterno dijo:
-Así que me estas pidiendo perdón por, de alguna forma, salvarme la vida.
- ¿¡Salvarte la vida!?- Exclamó enfurecido- Te he convertido en un monstruo...
De pronto Alice se desplomó en el suelo agarrándose la garganta con un terrible grito de dolor...