Emily Foxx.

Capitulo N.1

La mariposa Gris.

I

Un día entre una audición y la inesperada fuerza de voz de una joven, Emily Foxx y otras chicas más quienes esperaban su turno para su audición para un musical que recién se iniciaba en el teatro de Nueva Orleans... Una a una pasaron y parecía que mientras más bellas eran, menos prodigiosa era su voz ante el frio y serio director quien sin compasión les gritaba para que dejaran el escenario si así él lo quería. Unas cuantas audiciones y despidos más tarde esa misma mañana; Era el turno de Emily, ella se levantó de ente los asientos y con cierta torpeza se guio entre las concursantes hasta que llego al escenario, con temor noto como el director la miraba con esos ojos rojos y con grandes ojeras negras como el carbón alrededor de sus ojos como si no hubiese dormido en varias noches. – Ok Roja, ¡Comienza de una vez! – Le grito – ¿Acaso te quedaras parada hay como si nada? – Añadió sarcásticamente, Emily alzo la mirada cayendo en una desesperación y casi como si por arte de... ¿Magia? Una mariposa gris sobrevolaba el escenario: Mirándola sin parpadear ella comenzó su audición, Con serenidad y con calma no podía dejar de impresionar a las demás concursantes quienes la observaban boquiabiertas en sus asientos – ¡Por dios, Mírala! – Decían – Tiene una voz hermosa... – Se susurraban entre sí. Sin embargo el director la detuvo abruptamente entre un coro que ella realizaba casi al final de su audición; – Sal de aquí – le dijo cortante y sin explicación. – ¿Pero hice algo mal? – Le pregunto Emily confundida, El solo le apunto con el dedo para que bajara del escenario y con pena ella bajo hasta los asientos. No se quedó para ver a las demás pasar y para escuchar el discurso de lo “Mal” que todas habían cantado por lo que se dirigió a la puerta con la cabeza baja aun preguntándose que había hecho mal... Sin percatarse que el director al verla marcharse puso cara de asombro y tratando de levantare para detenerla ella se montó en su auto y se fue a casa.

    En alguna parte entre el barrio francés y el camino hacia su casa, Emily no pudo sino es preguntarse “¿Por qué el cielo es tan gis?” Y “¿Por qué suficiente, nunca es suficiente?” Ya en el portón de la entrada a su casa Emily entro viendo a sus padres; Nora y Arthur frente a la nueva Tv que tenían: Entre rizas y despelote de palomitas ellos carcajeaban al ver un show que de mas esta decir que en la mente de Emily “Mataba Neuronas” de lo estúpido y sin sentido que era... Arthur la vio dejando las llaves en la mesa del comedor y entra la ventana de la cocina y la sala, él le pregunto el cómo le fue en su audición. Emily cansada de explicarle una y otra vez que no la aceptaban por más que se esforzara solo le dijo – Bien... – En un tono callado y frio. El padre se alteró y quitando a su esposa de sus piernas le señalo diciendo. – ¡Emily, ya tienes 23 años y aun sigues intentando esas tonterías! ¡Búscate un trabajo de verdad! – Reclamo, Ella tomo un respiro y vio su “Hogar” Las ventanas rotas, la madera del piso casi astillado y de colmo viviendo con sus padres quienes no apreciaban su gran esfuerzo, ella cogió las llaves del auto y solo subió a su recamara, trato de no pensar en ello más. Vio la casa de sus vecinos y entre su ventana podía ver la ventana de la habitación de Kit un joven jugador de futbol quien apenas le llevaba un año a Emily, A diferencia de su mundo gris, Emily veía en el sus risos rubios y sus hermosos ojos azules los cuales la hipnotizaban cada vez que lo veía... Ella vio a través de su ventana como el entraba y la saludaba muy emocionado de verla, Entre un árbol de manzanas que estaba dividiendo las dos casas el paso a su ventana para entregarle una gran manzana; Ella la acepta y lo deja pasar pero si no hace ruido. Curioso, el joven Kit pasa y se acuesta en su cama mientras ella dejaba la ventana abierta por si acaso sus padres subían a ver qué pasaba. Los 2 reían y conversaban... El por su lado tiene una vida perfecta y un tanto caprichosa con sus padres quienes lo apoyan siempre. La otra cara de la moneda es Emily cuyos padres a penas entienden que ella respira. Mientras ella se apoya en una mesa Kit de cierta forma la consuela. – Emily... Mírate eres ¡Hermosa! Tu cabello, tu forma de ser – Todo iba bien hasta que añadió. – Y tus hermosos ojos grises. – Ella se levantó y caer en decir que enfurecida era poco. – ¡No me gusta el gris! ¡Quiero color, Quiero vida! – Exclamo enfada intimidando a Kit, Tan fuerte fue que su padre subió y al abrir la puerta callo en gritos y enfurecido se abalanzo sobre el joven, este logro huir por poco dejando a Emily sola con su enfurecido padre. – ¿Crees que puedes hacer lo que te venga en gana? ¡Esta es mi casa y hasta entonces tú estarás bajo mis méritos! – Ella casi sin alentó solo lo ve marcharse tirando puertas y todo lo que se cruce en su camino.

   En algún momento entre la fría noche, una ventana y Emily acostada en su cama pensando seriamente sobre su vida en el mundo artístico no evito notar que la mariposa gris que estaba en el teatro se posaba en su ventana, al verla más de seca noto como en sus grandes alas se hacían finas espirales negras que en si no ayudaban a la joven a pensar... Solo la miro y noto que sus grandes ojos rojos también la miraban como si tratara de comunicarle algo, Cuando Emily se levantó para poder verla mejor esta voló a lo lejos de su ventana y debajo de esta vio a Kit quien estaba justo al lado de su auto tratando de llamar su atención... Ella logra bajar por el árbol que divide las 2 casas y así llega hasta él. – ¡Huyamos! – Le dijo apenas se acercó. – Vivamos juntos lejos de tu caótica familia, Emily; ¡Te amo! – Añade tomándola de los brazos. Ella lo pienso un minuto y de repente escucha a sus padres reír a carcajadas en su casa mientras que la luz de la Tv sobresale de la ventana viendo las dos siluetas de ellos sobre el sofá. No la piensa más y ambos se montan en su auto marchándose a lo lejos.