Jungkook acompaña a su novio Taehyung a la boda de su mejor amigo.
Pero no se espera que su novio sea el heredero de la familia más poderosa de Corea del Sur.
Tiene que encontrar una forma de encajar con esas personas locamente millonarias y agradar...
Yugyeom miró la puerta de su habitación con preocupación, el había decidido dormir con el cuarto de invitados, ya que su amigo parecía no querer salir de allí o tener interacción con otra persona.
Entro en silencio, viendo como el chico seguía en la misma posición fetal de la noche anterior, mirando perdido a la pared.
"Hey Kook" hablo lo más tranquilo posible "El desayuno esta listo, le dije a mis padres que es lo que más te gusta, la cocinera hizo también leche de banana casera" al no ver reacción suspiró "Necesitas comer algo, o usar el baño o tal vez tomar una ducha"
"Lo haré luego... dile gracias a tus padres" Jungkook ni siquiera lo miró, solo se acomodó en las sábanas.
Yugyeom asintió.
"Bueno, sabes dónde estamos, si necesitas algo"
Jungkook durmió un par de horas, el resto miraba su celular vibrar con montones de llamas o mensajes de Taehyung, que no tenia el valor de mirar.
Apago el aparato y metió su cara entre las almohadas, escuchando como la puerta era abierta de nuevo.
Mark entro en silencio, dejando una bandeja llena de comida para el chico.
"Toma lo que desees, no te preocupes" le alentó el mayor, Jungkook de volvió y logró sonreírle un poco.
"Gracias hyung" Mark asintió, antes de salir de la habitación, dejándole de nuevo en la soledad y oscuridad del lugar.
Abrazó la almohada de Yugyeom.
Solo quería irse a casa.
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"Kook" la voz de Yugyeom lo sacó de sus pensamientos. "Tu ropa ya está aquí y... alguien vino a verte"
"No quiero verlo"
"No es Taehyung" Yugyeom abrió la puerta, dejando ver a Seulgi, con maletas en mano y expresión cansada por el viaje.
"¡Mamá!" Jungkook se paró de golpe, buscando el calor y protección de los brazos maternos.
Después de un buen de rato de Jungkook llorando en el hombro de su madre, el joven omega decidió comer otra vez después de día y medio.
Jungkook sorbía un poco del jugo que su madre había preparado en la cocina, feliz de sentir el sabor a hogar en sus papilas gustativas.
"Te hice bastante, necesitas recobrar tus energías" El pelinegro sonrió al sentirse cuidado de nuevo por la omega.
Seulgi doblaba la ropa de su hijo en su maleta.
Jungkook suspiró, antes de mirar decaído de nuevo el suelo.
