No podría decir con correcta precisión en que hora de la noche nos encontrábamos, pero sí que ya era madrugada.
¿Cómo lo sé?
La luz de la luna se filtraba traviesamente por las persianas cerradas de la ventana de nuestra habitación iluminando el perfil dormido de Odasaku. Su rostro que yo contemplaba a su lado en completo silencio.
Como tantas noches mi buen amigo el insomnio se hizo presente así que me auto impuse la tarea de velar el sueño de mi amado escritor.Para contarte, canto
Quiero que sepas
Cuánto me hace bien
Me haces bien
Me haces bien¿Qué puedo decir sobre Oda Sakunosuke?
¿Que era para mí Odasaku?Si uso las palabras de los románticos, diría que es la luz de mi vida.
El hombre que lo cambio todo en mí, el único al que amaré hasta el día de mi muerte; quizás incluso después de ello. No existen acaso las reencarnaciones?
Los románticos, los poetas son muy cursis y maximizan las emociones humanas, mucho más el amor pero curiosamente estos no se equivocan en lo más mínimo pues así es como me siento con respecto a Odasaku.
Yo, un niño abandonado y solitario. Yo un niño educado bajo la más fría lógica y metódico pragmatismo. Yo, un endemoniado genio que todo lo puede predecir, que nada le sorprende, que todo le resulta aburrido y a nada le encuentra sentido ni hasta la propia vida.
Yo, Osamu Dazai, caí irremediablemente ante la emoción más mundana y el más grande de mis miedos: el amor.
Ni hubo manera de anticiparlo y mucho menos de lograr evitarlo siquiera.
Me enamore de ese hombre pelirrojo y de profundos ojos azules. El recadero de la Port Mafia. Un hombre que tenía el juramento de "no matar".
Mi corazón, el músculo vital que bombeaba la sangre color negro obscuro como la misma mafia por todo mi cuerpo un día sin mas comenzó a latir solo y exclusivamente por otro ser humano. Otros síntomas le siguieron a ese proceso alquímico llamado amor. Los suspiros, los sonrojos, la efervescente alegría que inundaba mi cuerpo al saber que lo vería, que iríamos juntos a beber al bar Lupín, que conversaríamos de todo y nada por horas; las risas, las sonrisas, el vacío que sentía en mi pecho al verlo marchar, lo mucho que lo extrañaba cuando el trabajo nos impedía vernos.
El amor te debilita una vez que te acuna en sus brazos, el amor era dulce. Dulce como la muerte que anhele por tanto tiempo pero que este fue sustituido por un deseo mayor: el amor por Odasaku.
Te quiero de mil modos
Te quiero sobre todo
Me haces bien
Me haces bien
Me haces bien.Odasaku dormía plácidamente, su pecho desnudo subía y bajaba suavemente producto de su respiración; su piel de un tono canela se sentía cálida sobre mi cuerpo.
Estaba en paz, estaba cálido, estaba vivo y estaba a mi lado.Un pequeño ronquido salió de sus labios evidenciando la profundidad de su sueño.
Reí suavemente por ello.
Podría verlo dormir todas las noches de mi vida, nada me haría más feliz.Aún en su estado ensoñador, sus brazos estaban sujetos con delicadeza a mi cintura, sus piernas enredadas a las mías.
Su cabeza, sus cabellos cobrizos desordenados sobre la almohada.Me vi tentado, como muchas otras veces, a delinear su rostro con la yema de los dedos.
Odasaku era hermoso. Los dioses del Olimpo, ¿esos a los que los griegos les dedicaban sus ritos y su arte rivalizarían en belleza con él? Yo no lo creo.
Ni el David de Miguel Ángel era gran cosa al lado de Odasaku.
Que sabían ellos de belleza y arte?
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~Me haces bien ~
Romance"Basta ver el reflejo de tus ojos en los míos como se lleva el frío para entender que el corazón no miente que afortunadamente me haces bien" SongFic Odazai ~ ¡Feliz cumpleaños, Odasaku ! Los personajes le pertenecen a Asagiri Kafka y Sango Harukaw...