No tenía idea de nada. De hora, de día, de espacio temporal. Lo único que tenía en ese momento en la cabeza eran las ganas locas por salir corriendo y enfundarse en la cama lo que restara de jornada.
De naturaleza silenciosa y sumamente reservada el rubio se mantuvo estoico mientras sobre la mesa volaban carpetas y papeles varios en busca de resoluciones para sus siguientes movimientos.
No había nada. Estaban perdidos.
No era extraño que Yuusuke hubiera decidido mantenerse como en todo momento: callado, con la cabeza gacha y el cabello cubriéndole la mitad (sino es que en su totalidad) el rostro, sus puños enfundados bajo las largas mangas del ancho hoodie que llevaba estaban apoyadas sobre sus rodillas, no había mediado palabra alguna, y no iba a hacerlo a menos que se lo pidieran.
Por fortuna aquello no ocurrió, y como si sus pensamientos hubiesen sido oídos por alguna deidad pudieron levantarse para abandonar el lugar.
Aún le temblaban un poco las extremidades, tanto que ni siquiera pudo conducir hasta la compañía y de no ser por Reo seguramente no habría llegado. El líder, enfundado en su papel de figura responsable por todos y cada uno se tomó el tiempo de recogerlos, aunque no sin antes haber sido para buena o mala fortuna demasiado conciso y directo en el mensaje que le había enviado: "Akinori está detenido por porte de drogas y nos quieren en la compañía ahora. Paso por ti en 30 minutos."
Manera de despertar a las cinco y treinta y siete de la mañana...
— Se entiende entonces que las actividades quedan en receso hasta nuevo aviso. En cuanto tenga más información de los directivos les haré saber. Está demás decir que deben mantenerse lejos de las redes sociales, en cosa de horas va a explotar la noticia y los medios amarillistas no van a escatimar en esfuerzos por llegar a cada uno de nosotros... —La voz de Reo mientras caminaban por el pasillo era todo lo que resonaba junto a los pasos de los tres hombres restantes, como nunca Hazuki iba silencioso, sumido en quién sabía cuánto pensamiento rondaba por su aún borracha cabeza, la expresión de Asanao era igual a la de siempre: muerto en vida; y Yuusuke... Seguía sin poder decir absolutamente nada. —¿Alguno quiere que lo acerque a casa?— La negativa colectiva dio paso a la despedida del mayor, posterior a disolución del grupo cada quién partió por su lado.
La tormenta estaba por desatarse.
Ya había perdido la cuenta de las veces que había empinado el codo, ni siquiera sabía cómo demonios había sido capaz de llegar a casa siendo que su mente era un mar de interrogantes que difícilmente podían ser respondidas, ya fuese por él, o por el directo implicado.
De mirada perdida en algún punto de la sala el guitarrista obvió todos los mensajes y llamadas que de momento a otro atiborraron su teléfono y que, lo quisiera asumir o no, eran la clara prueba de que toda la información ya había sido lanzada; las palabras que Reo había compartido con todos en aquel pasillo horas antes ahora más que nunca resonaban en su cabeza, y aunque de un tiempo a esta parte se había vuelto más asiduo a las redes sociales, el sólo hecho de escuchar el vibrar del aparato móvil le estaba crispando los nervios.
La ansiedad se lo estaba comiendo vivo.
De alguna u otra forma sentía la necesidad de hacer algo, de responder a quienes habían creído en ellos, en él, de justificar la falta de Akinori para de alguna forma capear un poco el dolor que sentía; la confianza estaba rota, pero su necedad lo arrastraba a querer rescatar un poco la imagen de quién fuera su mejor amigo hacía sólo un par de horas atrás.
Terminó por dar de baja el contenido de la botella de vino y se levantó para dejarla en la cocina, inhaló y exhaló las veces que fueron necesarias, se restregó los ojos con fuerza bruta, parpadeó hasta que logró recomponer la vista y en cuanto su campo visual fue asaltado por el pequeño minino que el bajista le había regalado para su cumpleaños, explotó.
El llanto le salía desde el diafragma, las lágrimas inundaron su pálido rostro y las piernas terminaron por ceder dejándolo de bruces en el suelo, se encogió de tal forma que fue fácil llevarse las rodillas al pecho en un intento por ahogar los sollozos que no tenían intención de parar. Era una escena bastante patética mirado desde fuera, pero es que nadie más que él podía saber cuánto dolía todo aquello. Porque iba mucho más allá de que el trabajo de una vida estuviera pendiendo de un hilo, iba mucho más allá de todo lo que la gente pudiera especular de ahí en adelante, lo que tenía realmente mal a Yuusuke era sentir que el menor no había confiado en él nunca, al punto de ocultarle tal adicción y quién sabía cuánta cosa más... ¿Es que acaso nunca fue lo suficientemente claro? ¿En serio Akinori jamás se dio cuenta de que era una prioridad en la vida del guitarrista? Golpes y más golpes de puño cerrado fueron a parar al suelo, y no fue sino hasta que el dolor de materializó en punzadas constantes que decidió detenerse y permitirse respirar, que aunque de naturaleza tranquila cuando se trataba de enfrentarse a sus frustraciones Yuusuke perdía los estribos y arremetía hasta decir "basta".
El tiempo continuó pasando, la pena poco a poco fue evolucionando hasta llegar a un estado de amargura que a ratos podía capear bien, lo amargo se tornó a un resentimiento calculado y ya cuando se vio obligado a continuar no hubo otra cosa más que rabia, sólo rabia.
Frente al portátil se vio una vez más rememorando las mil y un veces que estuvo por escribir algo respecto a lo ocurrido, ya cada integrante había subido algún tipo de declaración y/o disculpa, siendo sólo él quién restaba.
Y le tomó tiempo, bastante, porque a diferencia de sus compañeros nunca le fue fácil hablar de lo que sentía, ni de pequeño ni mucho menos ahora que siendo un hombre todo el tiempo se mantenía fuera del cuadro precisamente para no enfrentarse a situaciones como la actual.Pero ya no había chance. No había absolutamente nada más que perder.
"Ya no podemos hacer música como aquellas cinco personas.
Este es un resultado realmente lamentable...
Honestamente, todavía estoy sollozando, no sé realmente qué escribir.
Hay muchas cosas por las que quiero disculparme, y me siento miserable por no ser capaz de perdonarlo...
Creo que tomará una cierta cantidad de tiempo hasta que pueda resolver mis sentimientos. De una ternura excesiva pasé a un odio tremendo...
Quiero poder deshacerme de estos sentimientos rápidamente, porque también quiero ser capaz de decirle: "¡Es inútil si no estás aquí!"
Realmente lamento que no podamos continuar los cinco..."
Era momento de seguir.
____________________________________________________________Hey! Ha pasado un tiempo desde que publiqué esto y en verdad creo que ya era hora de seguir. Si he de ser sincera, no sabía de dónde agarrarme, y más que nada porque hay demasiada información y no quería se me escapara nada (respecto al orden de acontecimientos), que si bien la historia tuvo una suerte de "break" con este capítulo, retoma lo inicial en el siguiente hasta el desenlace :)
Nota: El mensaje de Ysk es la traducción textual de lo que escribió en Instagram respecto a lo ocurrido con AK.
Gracias por leer.
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SORROW [lynch.]
FanfictionLa mirada de un líder siempre abarcaba todo el perímetro, aun cuando pareciera no estar al pendiente era automático analizar cada gesto de quienes estaban bajo su alero, y claro, Reo no era la excepción a la regla.