Capítulo 2

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POV. MOMO

MOMO: ¡Nayeon! —dije mientras mi mejor amiga me daba un pequeño abrazo y fuimos hacia nuestra primera clase, historia.

NAYEON: Respóndeme, ¿es cierto que casi atropellas a Kim en el aparcamiento? Si es así, ¿formaba parte de un plan premeditado o más como un crimen improvisado? Contésteme, señorita Hirai, quiero su versión de los hechos. —dijo como si estuviera interrogándome.

Entramos a clase y fuimos a la última fila donde estaban nuestros pupitres, nos sentábamos juntas, eso hacía las clases menos aburridas. Empezamos a sacar los libros. Aun faltaban unos minutos para que sonara el timbre.

MOMO: Primero, Nayeon, deja de ver maratones de CSI los fines de semana, te afectan mucho a la cabeza. Segundo, me sorprende lo rápido que se esparcen los rumores en este sitio y tercero, y es la última vez que hablamos del tema, no fue mi culpa fue ella.

NAYEON: Vale, vale, te creo. —dijo zanjando el tema— Oye ¿qué pusiste en la pregunta tres de los deberes que mando la profesora?

MOMO: Toma cópiatela. —le dije pasándole mi cuaderno. Nayeon me sonrió y empezó a copiar lo más rápido posible. Sonó el timbre y vi como Nayeon aumentó la velocidad para copiar las últimas frases de mi respuesta. Entró la profesora por la puerta y me devolvió la libreta.

NAYEON: Gracias. —Me dijo mi amiga, le di una sonrisa.

Nayeon era una de las pocas personas a las que soportaba en este instituto, de hecho esta personita de baja estatura y pelo ondulado era mi mejor amiga; nos conocimos los primeros días de colegio cuando llegué a Miami desde Japón debido al trabajo de mi padre, teníamos unos diez años la primera vez que hablamos, yo estaba sola almorzando en el patio de la escuela, vino hacia mí y me preguntó si quería que almorzar con ella, desde ese momento empezamos a ser amigas.

Lo que más me gustaba de Nayeon era su personalidad, nunca en la vida conocería a una persona más buena que ella, ayudaba a todo el mundo sin pedir nada a cambio, poco le importan las clases sociales y todas esas mierdas que interesan tanto en este instituto. No le importa que yo no tenga grandes cantidades de dinero, que sea becada o que no pueda permitirme ir con ella de vacaciones a Italia o cualquier sitio en el mundo, Nayeon me quiere con todos mis defectos y virtudes, igual que yo a ella.

Ella era la persona que más me conocía, sabía cuando estaba triste, contenta, cuando necesitaba hablar con alguien o cuando estaba enfadada, ella siempre estaba a mi lado, era quien aguantaba mi temperamento y muchas veces era ella la que evitaba que yo me metiera en problemas, por decirlo de alguna manera Nayeon era quien "me llevaba por el buen camino" o por lo menos eso intentaba.

Ya con la clase empezada yo me dedicaba a hacer dibujos en mi libreta, miré que estaba haciendo Nayeon y me hizo gracia ver que estaba prestando la misma atención que yo a la corrección de la profesora.

MOMO: Si le pones un sombrero quedará más gracioso. —dije en voz baja para no llamar la atención de la profesora. Nayeon dibujó el pequeño sombrero a su dibujo.

NAYEON: Ahora hay que ponerle un nombre. —dijo—. ¿Alguna sugerencia?

MOMO: No sé... —miré el libro de historia y vi una foto de Napoleón.— ¿Napoleón?

NAYEON: Que original, Momo, se te ha fundido el cerebro de tanto pensar. —dijo riendo bajito— ¿Y tú, qué has dibujado? —Le enseñé mi cuaderno—. Te das cuenta que nos volvemos unas artistas en la clase de historia. —dijo mientras le echaba un vistazo a la hoja llena de dibujos y caricaturas.— Me gusta este. —señaló a un oso que llevaba una pancarta donde se podía leer "ME ABURRO".

Cuestión de tiempo | DahmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora