—Te amamos mucho cariño.— me dice mi mamá besando mi mejilla repetidas veces y envolviendome en sus delgados brazos, mi papá también se unió segundos después.— pronto volveremos a estar juntos los tres, cachorrito, ya verás.
—Esta bien.— digo correspondiendo su abrazo.— yo también los amo.
Nos separamos y observé sus ojos. Ellos aprovecharon para mirarme cálidamente. Los ojos de mi padre se ven cristalinos, debido a las lágrimas acumuladas en ellas.
Ambos me miran por última vez, luego para que ambos dejarán un tierno beso sobre mis mejillas. Mi papá me da un último abrazo.
—Quiero que te portes bien, cachorrito, se educado con Minho.— dice mi papá, sus ojos se ven cristalinos, irradiando sentimientos de nostalgia, ambos nos conocemos muy bien, después de todo es un gran padre.— Te amamos cachorrito.
—Yo también.
—No tarda en llegar Minho, Hannie.— dice mamá tomando sus maletas.— Adiós hijo.
Ambos salen de la casa, suben sus maletas al auto y posiblemente el avión privado ya los este esperando en el aeropuerto justo para partir al instante.
Puedo ver qué Minho habla con mis padres, papá se notaba un poco serio al dirigirse a él.
Mientras están hablando, voy a tomar un vaso de agua, esperando a Minho para poder darle una cálida bienvenida.
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Pasaron alrededor de 20 minutos que incluso me estaba quedando dormido en el sofá de la sala. Abrí mis ojos lentamente por un pequeño ruido, enciendo la lámpara. Minho solo me miraba.
—Oh!! Hyung lo siento, cuánto tiempo llevan ahí parado.— dije levantando me del sofá, seguido de un bostezo.
—Ehmm, solo vete a dormir...
🍑
Narra. Minho.
Una maldita alarma suena por toda la habitación provocando que me sobresalte y caiga de la cama. Coloco una mano en mi cabeza haciendo una mueca de dolor, abro los ojos y levanto mi vista, encontrándome con un Jisung con el uniforme ya puesto, y una bandeja de comida en sus manos.
—¿Cuál es tu maldito problema?— le grite.
—Ehmm, le traje el desayuno para que no se vaya al instituto con el estómago vacía.— dice colocando la bandeja de comida sobre la mesita de noche.
Me levanto con una mano en mi frente. Camino hasta la ventana de mi habitación y corro levemente la cortina de está. Aún es de noche.
—¿Qué hora se supone que es?—le preguntó sin dejar de mirar por la ventana.
—las cinco y media. hyung.— responde con calma.
—¡¿De la mañana!?— le pregunto Atónito.
—Si, Hyung...
Me quedo observandole molesto. La irresponsabilidad de sus padres es mucha al dejarme con este mocoso, que me despierta a las cinco y media de la mañana.
—No pienso ir al instituto.— le digo entrecerrando mis ojos, debido al sueño.— Gracias a ti ahora estoy de mal humor.
—¿Cuántos años tiene?¿Cinco? Es algo inmaduro, hyung.— abro mi boca indignado.
—¿Me estás diciendo inmaduro a mi?— digo señalándome, el simplemente asiente.—¡Tu eres el estupido que me levanto! No creí llegar a odiarte antes de las veinticuatro horas.
— No Hyung se equivoca, fue culpa de su alarma no mía...— lo interrumpí antes de que termine de hablar.
—Shh...es tu culpa y te callas, ahora sí no tienes nada más que decir te puedes retirar...—digo apuntando en dirección a la puerta.
Jisung me mira por última vez y se retira de mi habitación con la mirada gacha.
