Más rudo, más vulgar [ThorQuill +18]

Parte única

La noche se encontraba calmada, se podía escuchar la risa de hombres y mujeres aligerando la tensión después de un arduo día de trabajo. A Pesar de la tranquilidad de la noche el destino tenía una idea diferente para cierto grupo de hombres problemáticos.

La velada había sido en exceso divertida, con un sutil toque de problemas como cualquier otra. Thor como hacia algunas veces por mes había salido con sus amigos. Esta vez Tony le había mandado un mensaje con la dirección de un nuevo bar que se encontraba en inauguración. Y ellos como buenas personas decidieron asistir y poner algo de ambiente al reciente estrenado lugar. Para esa salida también había invitado a Bucky y a Clint, una vez se reunieron los cuatro se dirigieron al bar, era un establecimiento moderno y con muy buenas bebidas, ambientado con música estrepitosa que no dejaba escuchar bien.

Todo debía de maravilla, bailarían, beberían mientras se hacían preguntas picantes sobre sus relaciones o anécdotas divertidas para pasar el rato. Ya que algunos tenían planes para mas tarde. Lo que no se esperaron fue que todo se saliera de control al terminar una salida como esa en golpes y para colmo en la cárcel. Todo por un montón de chicos que creyéndose muy machos molestaron al nada sumiso Tony Stark. Este no solo respondió de manera agresiva por la ofensa, cuando se unieron los compañeros del idiota que había osado ofender su altura, ninguno de sus amigos se quedaron de brazos cruzados. El bar quedó hecho un desastre, rompieron en muchos pedazos más de un vidrio, las sillas y mesas terminaron estrelladas en la pared. Golpeados pero satisfechos por ganarles a los otros, se los llevaron, cuando lograron parar la pelea.

Por suerte para ellos el encanto del joven Stark, les ayudó a conseguir que les prestarán sus celulares un momento para que mandaran un mensaje y fueran por ellos. También tenia mucho que ver con que al parecer en el lugar conocían al castaño y decidieron que mientras menos gente en la prisión menor era la cantidad de trabajo que tendrían. Inmediatamente cada uno contacto con sus parejas.

Thor mandó un mensaje completamente normal a su bello novio, lleno de amor y agradecimiento como todos los que le solía enviar. Más la respuesta que recibió no fue la que esperaba. Por alguna razón su querido Quill pedía que fuera más rudo con él, aun asi no entendía casi nada de lo que decía. Solo quería decirle que estaba en la cárcel y que necesitaba su apoyo. Confundido espero por algunos minutos a que respondiera, después de 10 minutos era claro que como prometía no contestaría hasta cumplir su capricho.

– A Peter no le interesa que esté aquí– Thor dolido por la actitud de su chico, se dirigió a sus amigos con cara lastimera, al borde de las lágrimas.

– Es que eres un inútil, trae eso– Stark rodó los ojos y sin pedir permiso tomó su teléfono para mandar un mensaje, casi de inmediato recibió una respuesta positiva.

Thor al ver lo que había escrito su amigo de inmediato intentó explicarse con su pareja. Mas este al ya haber dicho que iría, volvió a ignorarlo. Después de un rato los oficiales le quitaron sus celulares y se fueron a seguir en lo suyo, por su parte el grupo de amigos se puso a platicar en lo que esperaba.

No tardo tanto para que Nat llegará por Clint, quien ebrio y avergonzado se fue con la pelirroja quien no dejaba de sonreír y no parecía nada molesta por lo que había pasado, tan raro era que daba más miedo el brillo en su mirada que cualquier fría expresión. Después llegó Bruce quien algo malhumorado se llevó a su novio de pelo largo, este por su parte no dejo de insinuarse y soltar vulgaridades hasta que dejaron de verlos. Y por ultimo llego Steve con una gran bolsa de galleta que fue entregada a los policías. Stark se burló de Thor antes de irse pues seria el ultimo, solo en caso claro de que su novio fuera por el.

– Quill merece un castigo por dejarte tanto tiempo aquí ¿no crees?– divertido el castaño se rió una última vez cuando paso por la puerta, feliz de la vida por la apasionada noche que de seguro le esperaba– tal vez unas nalgadas no sean suficiente para el niño malo...