[ Final ]

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Dos años después...

Amaneció.

Una leve luz filtró la ventana con facilidad. Sentí un brazo rodearme, con fuerza. Me giré, a sabiendas de quién se trataba, y con más ganas de ver su rostro.

- Buenos días, Nini -

- Buenos días...Jaegi -

Sus labios sobre los míos siempre será la más rara y excelente convinación que puede existir sobre la tierra.
Sobre nuestro mundo.

- Es hora de levantarse - murmuré - recuerda que hoy es lo de MinMin.

- Oye - me llamó - no lo llames con tanto cariño como me llamas a mí - reí.

- Deja de ser celoso - lo miré - sabes muy bien que es solo mí amigo y nada más.

- Eso espero - afiló su mirada - Kyung.

Levantó las cobijas y salió caminando directamente a la ducha.
Que celoso.
Pero me divertía verlo abultar sus labios solo por tratar con cariño a mis amigos.

Hice lo mismo, pero en cambio, bajé a la cocina a preparar el desayuno. La ciudad despertaba tranquila, de modo que supuse que el tráfico no nos retrasaría tanto; además, la residencia de los Kim quedaba cerca.

La cocina era amplia, y eso me encantaba, ya que podía cocinar más a mí gusto sin tener que estarme tropezando con las cosas a mí alrededor.

Tal vez mudarnos a un nuevo departamento no estuvo tan mal después de todo.

- Que rebelnde estás hoy, Soo -

Me sonrojé, y no lo hubiera hecho en lo normal, salvo porque recordé que tan solo traía encima la camisa de JongIn. Se acercó de forma salvaje, con sus pupilas más encendidas que la propia cocina.

- N-No sé de qué me hablas -

- ¿Enserio? Pues yo... - me desabrochó un botón - creo que sé de todo esto, ¿no?

Se rió, mientras que yo intentaba alejarlo y él me aprisionaba más, robabdome un beso de repente.

Y el juego empezó, en la cocina.
Todas mís emociones parecían rodearme como una aura, y el recorrido de su boca ya me sabía de memoria.

Después de una exaustiba repetición mañanera, estabamos duchandonos y alistandonos para el gran evento.

- ¡Soo! - me giré.

- ¿Sí, Nini? -

- La corbata - me miró - no puedo con el nudo.

- Ay Kim JongIn - me acerqué - qué sería de ti sin mí.

- Un completo desastre - afirmó - y agradezco mucho que estés aquí, conmigo...

Solo le sonreí antes de robarle un beso y terminar con el nudo, alegre.

- Señor Kim, usted está muy elegante hoy -

- Señor Kim, eso es más que sabido - reí - y ustes por supuesto esta divino.

- Gracias - me alejé - vamos, hay un compromiso al cual asistir.

Bajamos y entramos en su convertible azul, el cual me encantaba tanto como su dueño.
Este auto había visto peleas, reconciliaciones, amor y más. Praticamente era parte de nuestra forma de vivir.

Condujo a través de las calles medio desiertas, y yo me distraje con todo, incluso con una ardilla que corría por el parque. Nos detuvimos frente a una casa que ya conocíamos de memoria.
Me abrió la puerta, como todo un caballero, tomandome de la cintura para plantarme un beso.

- Llegamos - asentí - entremos, nos deben estar esperando.

Los pasillos y el jardín estaban hermosos.
MinSeok lucía un traje blanco reluciente, con una rosa roja en el bolsillo; en cambio, JongDae lucía un traje negro con una rosa blanca.

- Felicidades - dije abrazando a mí amigo.

- Gracias Soo - intervino JongDae - pasen, que tenemos una sorpresa.

Al fin, se habian casado.
Respiré completamente aliviado.

- ¡Soo! ¡por aquí! - BaekHyung me alzaba la mano y caminamos directamente hacia ellos.

- Buenos dias - dijo JongIn, sentandose a lado de SeHun.

- Muy buenos - aclaró LuHan - para ustedes, se ve.

- ¿Por qué lo dices? - cuestioné.

- Las marcas en sus cuellos lo dicen todo - los demás rieron mientras yo me sonrojaba.

- Claro, a mí no me tienen en abstinencia - miró a mí amigo chino, sonriendo - verdad, ¿Lu?

- ¡Oh! ¡Golpe bajo! - nos giramos.

- ¡Tao! ¡Kris! -

Llegaron los amigos de mí novio.
Agrandamos la mesa y fue justo cuando el hermano mayor de JongDae tomó la palabra, agradeciendo y dando algunas palabras con lágrimas por el compromiso de su hermano.

Todos estaban por empezar a comer cuando su voz nos interrumpió.

- Amigos del novio, al frente, por favor - miré a JongIn.

- Anda - me susurró.

Me paré y fui junto a todos, al centro de la pista.

- ¡Ya di de que se trata! - exclamó Tao riendo con Baek.

- Pues.. - MinSeok sonrió - ¡felicidades a quien lo atrape!

Y el ramo fue lanzado.
BaekHyung, LuHan y Tao empezaron a pelearse por él; yo me quedé parado. Fue cuando el ramo rebotó y cayó en mis manos, causando un silencio sepulcral.

- ¡Soo! ¡es el próximo en casarse! - exclamó Baek, eufórico.

Me giré a ver a mí Nini.
Este solo sonrió, caminando hacia mí, y arrodillandose junto a una cajita abierta, mostrando un anillo.

- Nunca pensé que tuviera tanta suerte - murmuró - pensaba dartelo después, pero aprovechando esto... - clavó sus ojos mieles en los míos - Do KyungSoo...¿aceptas ser oficialmente mí Jaegi por el resto de nuestras vidas?

Sentí las lágrimas resbalar.
Mí pulso detenerse.
Mí corazón latir.

Esto era perfecto.
Como nuestro amor.

- Sí, claro que acepto, Kim JongIn -

- Fin -

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