DOCE

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Después de la cena, hubo más bebidas y más personas que antes también. Personas que no conocía, o que me importara conocer. Estaba bastante contento con una bebida en mano, incluso si había un omega rival alrededor, apestando el lugar. En realidad, hablando de Tae-hyun ... Llamé su atención y le hice un gesto para que se sentara cerca de mí por una palabra tranquila.

Tae-hyun me miró mientras se sentaba, probablemente oliendo el olor de SeungHyun en mí. Le sonreí con una gran sonrisa. Era hora de lidiar con algo.

Había estado ignorando la pequeña punzada de celos de mi lobo interior cada vez que veía a Tae-hyun mirando a SeungHyun, porque no se trataba de eso, pero al final, mi trabajo en realidad consistía en hacer que el otro omega retrocediera, y no lo hizo. Parece que no iba a recibir el mensaje de manera sutil. Yo estaba tratando de pretender que SeungHyun era mío. ¿Qué haría si lo fuera?

Por una vez, escuché a ese lobo interior, y me incliné hacia él, con los pelos del cuello erizados.

- Escucha. – Dije. – No me importas ni nada. Pero necesitas retroceder. SeungGHyun es mío.

Era extraño, cómo salió la palabra con un suave gruñido, cuando no lo decía en serio. ¿Lo hacía?

Tae-hyun suspiró, y me dio un puchero un tanto indefenso y lamentable. – No puedo. Mi padre está amenazando mi herencia si no me enlazo pronto, y SeungHyun es... bueno, es una captura.

¿Qué pasaba con estas personas y el dinero? Dios. Se suponía que las prostitutas eran mercenarias, pero no teníamos nada en la alta sociedad. Estas eran las personas más materialistas que había conocido, y tenían todo lo que alguien podría desear.

Rodé los ojos. Así que a Tae-hyun no le importaba si estábamos juntos; si no fuéramos compañeros, él todavía intentaría robar a SeungHyun justo debajo de mí. Bueno, yo le mostraría los compañeros.

Me excusé de la presencia del patético omega y me dirigí a SeungHyun. Acercándome a su costado, dejé que mis labios susurraran sobre su oreja, acariciando su antebrazo hasta su muñeca, poniendo un espectáculo.

Las líneas entre la realidad y la simulación se estaban volviendo cada vez más borrosas, especialmente cuando SeunggHyun me tomó de la mano y me apretó en la esquina, besándome con fuerza. Se sentía real, y delirante.

Estábamos borrachos uno por el otro, y en ese beso caliente hubo una promesa de más tarde. Más tarde. Dios, quería ese "más tarde".

Mi teléfono zumbó en mi bolsillo, y SeungHyun frunció el ceño, echándose hacia atrás para mirarme con curiosidad. De mala gana, revisé el texto.

Soo Hyuk, 9:21 PM:

Sal afuera, a menos que quieras que haga una escena.

Mierda. Mierda. Una escena no ayudaría a SeungHyun en absoluto, así que me aclaré la garganta y me disculpé.

- Ya vuelvo. – Le aseguré a SeungHyun, que aún parecía preocupado, pero me dejó ir.

Soo Hhyuk estaba allí, esperando junto a su coche, apoyado contra la puerta. Era mayor que SeungHyun por unos buenos diez o quince años, casi los cuarenta años, gris pero guapo. No había tenido ningún problema follando con él, la primera vez; Él era lo suficientemente caliente, agradable, grande y amplio.

Pero actuaba como si fuera mejor que yo, mejor que nadie, y SeungHyun, a pesar de su riqueza, no era así. Ver el contraste fue interesante. Sus posturas eran dominantes, sí, pero Soo Hyuk actuaba como si tuviera algo que demostrar, algo que enseñarme.

También estaba obviamente fuera de su mente. ¿Por qué no podía simplemente dejarlo ir? Era caro, y tenía que haber otros putas omegas por ahí que pudieran tomar su nudo, tal vez incluso darle más de la experiencia de novio que estaba buscando.

Pero ese no era yo. Nunca, nunca, le había prometido a este tipo apego. Solo una maldita follada, y con él, realmente había sido así. Hasta hace poco, ni siquiera sabía que podía hacer algo diferente, pero definitivamente no sería por este imbécil. Necesitaba obtener una pista.

- Entra. – Dijo. No lo hice.

Mirándolo fijamente, traté de que se fuera solo con la expresión de mi cara, pero no le importó. – Supongo que tus nuevos amigos no saben cómo te ganas la vida. ¿Te gustaría que les haga saber por qué estás aquí? ¿Que su precioso alfa te pagó para fingir? Lo sé todo, Jji Yong. Veo todo. Deberías saber eso a estas alturas.

Me estremecí. Este tipo estaba absolutamente loco, y en primer lugar nunca debería haberlo tomado como cliente, pero en retrospectiva era 20/20, y no tenía la capacidad de retroceder en el tiempo. Yo no podía ser la razón por la que SeungHyun recibiera aún más decepción y enojo de su padre, o perdiera su herencia. Podría lidiar con esto más tarde.

Lo que fuera que estuviera sucediendo, lo que fuera que Soo Hyuk pensaba que estaba haciendo, podía lidiar con eso, lejos de allí, con una distancia segura entre Soo Hyuk y su demente necesidad de hacer que SeungHyun se estrellara contra esto. Así que respiré hondo y tomé una decisión por el bien de ambos.

Este era el problema con el cuidado. Este era el problema con estar vinculado a SeungHyun. Soo Hyuk fue capaz de usarlo contra mí, e incluso cuando llegué a un acuerdo con dejar a SeungHhyun aquí sin una explicación, me odié por ello. Le iba a doler, al menos un poco, y eso era lo último que quería hacer.

Era mejor que dejar que Soo Hyuk destruyera la vida de SeungHyun por mi culpa.

- Solo necesito recoger mis cosas. – Le expliqué a Soo Hyuk.

Él me dio una pequeña sonrisa ominosa. – Tienes cinco minutos.

『임대 오메가 』 » OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora