— Alexis, no me hagas preguntartelo otra vez. — cerré los ojos aún estando de espaldas a esa voz.
— Alexis, tú vas a quedarte conmigo. — Harry susurró a medida que depositaba su mirada en mí. Abrí los ojos.
— ¿Alexis? — me dí la vuelta, mirando como Kian tensaba su mandibula. Mierda, estaba enojado.
— Kian..mh, hola yo.. — miré nuevamente a Harry y ví como sus ojos se oscurecian al fijar su mirada en Kian.
— Harry, debo irme, mañana en el colegio, ya sabes, podemos hablar y luego..— me interrumpió.
— No, no voy a dejarte aquí sola con él. — miró mis ojos mientras apretaba sus manos tanto que podia ver como sus nudillos se ponian blancos.
— Alexis, te espero adentro. — Kian me miró a los ojos, buscando una respuesta en ellos. Caminó hasta la puerta de mi casa, colocando las llaves en la cerradura. Se dió vuelta, volviendo a posar sus ojos en los míos. — Si no vuelves en cinco minutos, voy a venir por tí. Estas avisado, Styles. — volvió a girarse, abrió la puerta y luego la cerró una vez que estuvo adentro.
¿Styles? ¿Cómo sabía su apellido? ¿De donde se conocian?
— Harry, enserio yo.. — no pude terminar la frase ya que él nuevamente me interrumpió.
— No, escúchame tú a mí. No voy a dejar que ese imbécil este en una misma casa a solas contigo. No, simplemente no.
— Harry, él es un amigo, no me hará nada. Es como un hermano para mí, créeme por favor. — susurré, mirando sus ojos.
— No Alexis, no me haras cambiar de idea. Tú te vendras conmigo. — tomó mi brazo, esta vez siendo más suave. Me miró a los ojos y soltó un leve suspiro. — Por favor, ven conmigo.
— Tengo que ir con él, si esta aquí es por algo, Harry. Él es mi amigo. — insistí.
— ¿Y yo que soy para tí? — susurró, apretando apenas mi brazo.
— Yo..bueno, nos conocemos hace pocos días, no sé nada de tí, es decir..— ¿Qué significaba él para mi? ahora que me pongo a pensar, lo conozco hace menos de dos días y lo único que sé es su nombre y su apellido. ¿Qué se supone que somos? Y a todo esto..¿Por qué él esta siempre siguiendome? ¿Por qué quiere mi amistad?
— No sigas Alexis, manten tu puta boca cerrada. — soltó mi brazo de una forma brusca, las venas de su cuello parecian que en cualquier momento iban a salirse. Me miró por última vez para luego darse la vuelta y desaparecer por la calle.
¿Qué fue todo eso?
Solté un leve suspiro, mientras tomaba las bolsas que ahora se encontraban en el piso. Caminé hacia la puerta de casa dispuesta a abrirla, cuando Kian salió de esta cruzado de brazos.
— Entra. — gruñó por lo bajo.
Y aquí vamos de nuevo..
— Kian, antes de escuchar tu largo interrogatorio, quiero que me escuches. — entré a la cocina, apoyando las bolsas en la mesa. Me giré hacia él, aguantando las ganas de reírme al ver su actitud de hermano sobreprotector. — Lo conocí en el colegio, luego me siguió hasta el supermercado en donde yo estaba tratando de decirme si llevar helado de chocolate y cóco o de dulce de leche y vainilla. Fin de la historia, no hay nada más que contar. — abrí las bolsas, comenzando a sacar todo lo que habia comprado en el supermercado.
— ¿Sabes quien es él? — ¿sé realmente quien es él?
— Sí, se llama Harry y.. — Y su apellido es Styles. Sí, eso es todo lo que sabes Alexis. ¡Ah! también sabes que va a tu colegio. Sí, realmente lo conozco del todo.
— Sabes que no me estoy refiriendo a eso, Alex.
— Si en realidad lo que quieres saber es si me gusta o si ha intentado algo conmigo la respuesta es no. Tú más que nadie sabes lo que sufrí por Zach, no voy a caer otra vez por otro chico. Menos por Harry. — coloqué el helado sobre la heladera, mientras fruncia el ceño. No me hacia bien nombrar a Zach. Sé que lo superé pero, aún no estaba lista para hablar sobre él.
— No quiero que te hables con Harry, él no es bueno para tí.
— ¿Y quien realmente lo es? — me crucé de brazos enojada.
— ¿A caso es muy difícil saberlo? — arqueó sus cejas, haciendo un raro pero gracioso movimiento con ellas. Reí al ver su gesto y negué con la cabeza al no entender a lo que se refería. — Pues yo, Alexis. Yo soy bueno para tí. — paré de reír. — Oh vamos, tendrías que haber visto tu cara. — comenzó a reír mientras se acercaba hacia mi para abrazarme.
— Eso no fue gracioso. — susurré haciendo un leve pucherito con mis labios. Me acunó en sus brazos, levanté la cabeza para mirarlo y en un rapido movimiento, besó mi frente aún con su típica sonrisa de "yo soy el que manda". — Eres un tonto, lo sabes ¿no? — escondí mi cabeza en su pecho, sintiendo los latidos de su corazón.
— Sí, lo sé, pero así de tonto me amas. — apoyó su cabeza sobre la mía, luego de largar un leve suspiro. Algo quería decirme. — Alexis, cuando te dije lo de Harry..
— Lo conozco hace poco, él no quiere nada conmigo, él solo quiere ser mi amigo, Kian. — susurré cansada. — Realmente me encanta ver como me cuidas y como siempre buscas lo mejor para mí. Pero yo lo que necesito es que me creas cuando te digo que Harry no me interesa.
— Yo no quiero que él te haga daño Alex, si yo llego a enterarme que él te hizo alg.. — lo interrumpí.
Me separé de sus brazos frunciendo el ceño. — Ya estoy cansada que todo sea Harry Harry y más Harry. No me interesa él, tampoco me interesa saber porque todos me cuidan de él. Sí tu quieres seguir hablando de Harry puedes irte y buscar a alguien con quien descargarte. — me dirigí hacia mi habitacion, cerrando la puerta con un fuerte portazo.
Me acosté en mi cama, mirando directamente hacia el techo. Unos pequeños golpes sonaron desde la puerta, haciendome saber que Kian iba a pasar. Me senté sobre la cama, fingiendo estar enojada. Kian camino hasta mí, sentandose al lado mío. Coloco una de sus manos sobre mi pierna y subió sus ojos hasta los míos.
— ¿Quieres saber por qué te cuido de Harry? ¿Quieres saber por qué no deberías juntarte con él? — tragué saliva. ¿Tan malo era lo que iba a contarme? ¿Qué fué lo que hiciste Harry?
Asentí, mirando directamente sus ojos.
