"Esta no es una historia común y corriente como las demás, sin cuentos de hadas y mucho menos final feliz, donde el príncipe salva a su princesa, pero no hay que obviar que después del túnel se verá la luz sin importar que tan oscuro se encuentre, siempre habrá una chispa que nos alumbrara el camino, esta es una historia con una pequeña luz."
En esos momentos me sentí como una estrella en medio de la oscuridad, brillaba más y más para que me pudiesen encontrar. Para no alargar más mi introducción les contare como fue que todo sucedió.
Apenas era yo un niño inocente y tan inmaduro, recuerdo que se habían mudado gente nueva por el barrio, tenía nuevos vecinos al lado de mi casa y solo pensaba que podrían tener hijos para poder jugar con ellos, ser buenos amigos.
Pasarom los meses pero nunca vi a nadie salir de esa casa mucho menos gente que lo visitara, no sabía si era mujer o hombre, aquel era una persona misteriosa. Recuerdo una tarde que jugaba con mis amigos en las aceras de mi casa con una pequeña pelota que mi padre me había regalado para mi cumpleaños de ese entonces. Uno de mis amigos golpeo fuerte la pelota haciendo que volara por los aires hasta caer al patio del nuevo vecino, no sé por qué pero cada vez que veía esa casa se me ponían la piel de gallina, entre mis amigos y yo echamos suerte para ver quién sería el valiente, si hubiese sabido que la suerte no me estaba acompañando no jugaría con ellos y dejaría la pelota por perdida.
Tenía miedo pero mis amigos me daban ánimo para que fuera por ella y seguir jugando un rato más pero, al subirme a la verja vi como la puerta se abrió con agresividad, supongo que sola fue que se abrió ya que no vi a nadie y a lo lejos entre la oscura con dificultad , pude ver a un señor en su mecedora mirándome a los ojos fijamente, sentía como con su mirada me sacaba el alma y me arrastraba hacia él y a la vez un fuego que me quemaba por dentro, como si me arrastrara a lo más profundo del infierno.
Perdi el aliento por un momento y comence a sudar sin ningun motivo, quizas lo hacia por aquella sensacion tan estaña dentro de mi, voltie hacia un lado y mire a mis amigos, ellos notaron mi cambio de color ya que estaba pálido, recuerdo que sentía un picazon y ardor. Ellos callaron al verme sudar sin razón y rascandome la piel sin control alguna, hasta llegue a perder el control de mí mismo de tal manera que me ocasione heridas en mi brazo salte la verja al lugar donde estaban mis amigos y corrí hacia mi casa llorando, ¿Por qué?, no lo sé, pero tenia un instinto de que algo bueno no estaba ahi.
Corrí hacia mi habitación con mucha desesperación, no sentí cuando mi madre me siguió, me asuste al ella abrazarme por la espalda sorpresivamente, me asuste tanto que no llegue a reconocer sus abrazo y al darme vuelta mi madre me sostuvo con ambas manos, llore descontroladamente hasta perder el aire, mi madre sostuvo mi rostro se preocupo y con un abrazo me tranquilizo hasta me acariciaba el pelo, eso me relajaba mucho, nunca me hubiera sentido tan seguro en sus brazos. Tan cálido y seguro, me gustaría volverla a ver, ya que donde estoy me siento solo.
Recuerdo también en ese momento le dije a mi madre lo que sucedío, con un beso en la frente me seco las lágrimas y dijo "no hay nada que temer, siempre estare ahi para ti" ahí le dije a mi madre que no volvería a tener miedo, aun no le cumplo esa promesa pero recuerdo esa sabia palabra que me decía "Recuerda, que los miedos, nos hacen humano y los errores nos hacen expertos" niño en ese entonces no entendía lo que me decía.
Dejando ella mi habitación heche un vistazo por mi ventana para observa la casa de mi vecino, estaba como siempre sola y vacía, su buzón sin ni una correspondencia, pensaba que ese señor lo había perdido todo o acaso ¿le pagan con la cara de la otra moneda? Mirando por su patio no pude ver la pelota así que pensé que mis amigos de seguro fueron por ella.
Al día siguiente al ir a la escuela mi padre siempre me lleva antes de llegar a su trabajo, pero cuando pase por esa casa, logre ver bien al señor tomando su periódico esa mañana, podria ver como me observo entre reojos, al apartar la mirada sentia que me podria ver que lo veia es decir que me estaba espiando o era simplemente casualidas, pero mi estómago se revolvia cada vez que lo veia, mi padre no se da cuenta de la "coinsedencias." Pero se volvia mas amenudo en cada mañana, mi padre saludando aquel señor brindandoles los buenos días, pero él nunca le responde, ignorando a mi padre.
Llegando a mi escuela me encontre con mis amigos y le pregunte que si tienen mi pelota, ellos negaron que la habían buscado, me enoje eh insistí que me la diera y se rehusaban a dármela, diciendo que no la tenían, creo que me decían la verdad aunque ya es muy tarde para disculparme o ¿no?, golpee a uno de mis mejores amigos en ese momento ni siquiera entre a mi aula y ya estaba peleando.
Niño al fin solo tenía 10 años en ese entonces, recuerdo perfectamente que ese día me expulsaron de la escuela, no quería contarles a mis padre sobre lo sucedido. Cuando llegue a mi casa no quería abrir la puerta ya que en ese momento rompí mi promesa que le jure a mi madre, fue en ese entonces donde escuchaba alguien llamándome por mi nombre, al mirar a mi alrededor no veía a nadie, pero cada vez los escuchaba más cerca, no sabía qué hacer en ese momento, el aire se sentía pesado y comencé a sudar mirando solo el manubrio de la puerta. Lo primero que me callo en la cabeza fue voltear mi mirada hacia la casa de mi vecino, ya que sentia que me observaba y tenía miedo, sentía como alguien me tomaba por los pies y quería arrastrarme hacia esa casa, no lo pensé y abrí la puerta con rapidez, corrí de nuevo hacia mi habitación le puse cerraduras, mire por la ventana y lo vi, estaba parado en el jardin de su casa observándome, sentía como que estaba viendo mi alma me sentí desnudo aunque llevaba ropa puesta. Cerré la ventana con agresividad y segundo mas tarde el sonido la puerta con intentando abrirse con agresividad, me asuste y tome mi bate de baseball. La suerte que me calme cuando escuche la voz de mi madre quite las cerraduras y abrí la puerta, la abrace de nuevo, recuerdo que ella tenía un cuchillo en mano, me dijo que era para defenderse pero quería saber cómo ya que ella no podía matar ni una mosca.
Le conté todo lo sucedido en la escuela entregándole el papel que me dio la directora, mi madre se enfureció nunca la había visto así como ese día. Recuerdo que me castigo por 2 meses sin televisor, ni computadora y mis historietas se la llevaron todas pero, me sentía seguro sentía que ya no sentiría ese temor al pasar por esa esquina, le puse un pañuelo sobre la ventana para no poder mirar más para esa casa que me espantaba, me sentía seguro. Bueno eso pensé hasta que cayó la noche, mi padre al llegar a casa lo primero que hizo fue regañarme, duro horas conmigo hasta los escuche hablar con mi madre que me llevarían a un psicólogo y claro que yo no estaba loco, solo que los adultos no pueden ver lo que un niño ve, eso pensé cuando los escuche hablar.
Estaba tarde, mi padre podría ser regañón pero en el fondo sé que me ama, me acosté y me apago la luz luego darme mi beso de despedida, se podría decir que lo fue o ¿no? Pero esa misma noche recuerdo que estaba intentando de tratar de dormir, me sentía incómodo esa noche, la sabana que cubría la ventana se cae al abrirse sola, tuve miedo, sí mucho miedo, pero me llene de valor y me levante a cerrar la ventana nuevamente, mire al cielo y estaba totalmente nublado al bajar la mirada no pude evitar ver la casa de mi vecino, tenía todo prendido excepto una habitación, se veía que estaba haciendo alumbrada por una lámpara que contenía un velón, vi una silueta en la pared de su casa, parecía un chivo pero en cuerpo de hombre. Sonara algo estúpido pero sentía que esa sombra me observaba, de pronto desapareció lentamente como si se dirigiese para donde mí, así que cerré la ventana con rapidez, le puse seguro cerrándola con la sabana que tenía puesta.
Cuando pensé que ya podía dormir en paz escuchaba que alguien me llamaba, se escuchaban gritos detrás de mi armario, me asuste mucho y me arrope de pies a cabeza y aun así sentía unas manos frías que tocaban las puntas de los dedos de los pies, quería vocear pero sentía como mi garganta se me cerraba. Mi armario comenzó a moverse solo haciendo mucho escándalo, no sé cómo mis padres no se despertaron, luego de varios minutos se detiene, no escuchaba nada ni el sonido de mi armario moviéndose, tire un ojo para ver que sucedía y vi como la puerta de mi armario se abrió sola lentamente, no sé de dónde saque valor pero me levante de la cama y me dirigí hacia aquel lugar y de lo más profundo de este escuchaba la voz de mi madre que me llamaba, me pedía ayuda pero no sabía que era una trampa, entonces al extender mi mano una fuerza extraña me empujo adentro cerrando la puerta, habían manos, manos podridas que me tomaban por los brazos, me jalaban con tanta agresividad que sentía que me rasgaba la piel .
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El Misterio Del Armario
HorrorEsta no es una historia común y corriente como las demás, sin cuentos de hadas y mucho menos final feliz donde el príncipe, salva a su princesa, pero no hay que obviar que después del túnel, se verá la luz, sin importar que tan oscuro este, siempre...