Saidas Sukehiro es el hijastro de el capitán de los toros negros Yami Sukehiro , que al igual que Asta nació sin poder mágico, sin embargo eso no lo detuvo de cumplir su sueño de ser el mejor caballero mágico de la historia. Pero un día todo cambio...
Todo parecía que iba a salir bien, pero al final el destino me hizo su jugada.
*Flashback*
Emilia: Lo siento hoy surgió un problema y no te podre acompañar.
Saidas: No te preocupes, será en otra ocasión
Emilia: Seguro que no estas enojado.
Saidas: Claro que no. *llorando internamente*
Eris: *Si claro*
Emilia: Bien saldremos en otra ocasión, verdad Saidas.
Saidas: *Sonrojado* Si, es una promesa.
*Fin del flashback*
Saidas: Maldición, realmente quería salir con Emilia, pero bueno mejor me concentró en mi misión, *saca el libro* según esto la sede se encuentra en el norte, pero...... con toda esta multitud donde es el norte.
Si aquí estaba un extraño en medio de la plaza, seguí mi camino hasta que de repente choco con alguien.
Saidas: Lo siento estaba distraído.
¿?¿?: No se preocupe.
Alcé mi mirada y vi a un joven de pelo rojo ojos azules y un traje blanco, llevaba una espada ancha que a simple vista no parecía mucho, pero soltaba una energía, poderosa, sin mencionar que el Ki de él era muy alto.
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Saidas: Con este Ki podría pelear con mi padre a la par*
¿?¿?: Pasa algo parece preocupado.
Saidas: ¿Eh? a si, me preguntaba donde esta la sede de caballeros es que al me gustaría ser uno.
¿?¿?: Ya veo entonces estas de suerte yo formo parte de ella y me dirigía ahora mismo, ¿quieres que te guie?
Saidas: Si, por favor.
¿?¿?: Bien sígueme *comienza a caminar*
Saidas: ¡Oh! Por cierto, cuál es tu nombre, yo soy Saidas.
Reinhard: Reinhard Van Astrea.
*Timeskip*
Seguimos nuestro camino cuando llegamos a un edificio enorme con el símbolo del reino en él.
Reinhard: Aquí es, habla con el capitán Marcos Gildark, él te dirá lo que sigue, si me disculpas tengo algo que hacer nos vemos Saidas.
Saidas: Gracia Reinhard.
Dentro de la sede todo era enorme, varios hombres practicando sus peleas y afilando espadas, seguí deambulando por ahí asta que un hombre rubio con una armadura me hablo.
¿?¿?: Disculpe pero no tiene autorización para estar aquí.
Saidas: Ah, lo siento, pero estoy buscando a un tal Marcos Gildark, para convertirme en caballero.
