─ how to be a heartbreaker · yoonmin

ღ prologo ღ

— ¿Estás enamorado de mi? — su tono de voz lo decía todo, se estaba burlando de él.

Y tal vez si el corazón de Yoongi no se hubiera roto ya hace tiempo por culpa de la frialdad de Jimin, no le dolería tanto. Tal vez incluso se reiría y bromearía con aquello. Él enamorado... ¿quien podría imaginar que pasaría algún día? Si jamás fue de ese tipo de chicos demostrativos o cariñosos, es por eso que nunca tuvo una pareja estable o si quiera alguien se fijaba en él de esa forma tan intensa, pero estando ahí, en esa habitación pequeña con la luz de la linterna de su celular alumbrándolos y con sus cuerpos demasiado pegados solo podía pensar que sus emociones se habían vuelvo locas y los sentimientos que juró no tener habían salido disparado de la nada debido a ello.

Un dolor en su pecho no le dejaba respirar, aunque tampoco era como si en ese lugar se pudiera hacer con normalidad. Yoongi se atrevió a asentir a la pregunta del menor, un poco mareado por la falta del aire. Y espera que su mente alucinara por ello y no haya sido real la risa que se escuchó después de parte de su acompañante

— Entiendo que no soy el primero en tener sentimientos por ti. Conoces tantos chicos y seguramente mejores que yo pero-

— ¿Eres consciente de lo que dices si quiera? — el pelinegro cerró sus ojos unos segundos tras la interrupción. La humillación era demasiado — Estar aquí encerrados tal vez hace que no le entre oxigeno a tu cerebro, Min. No digas tonterías

— ¿Por qué sería una tontería? — su voz sale débil, quiere llorar y sabe que lo hará. También quiere escapar de ese armario y correr a su habitación

— ¿Te atreves a preguntarlo? — Yoongi solo abrió un momento sus ojos pero prefirió no haberlo hecho. La escena que tenía frente a él era la de Jimin viéndole con asco y enojo. — Eres Min Yoongi y yo Park Jimin. ¿Eso te dice algo? — el mayor toma aire unas cuantas veces e inevitablemente crea una mueca de confusión tras sus palabras.

— Yo realmente no puedo pensar bien ahora, ¿qué tienen que ver nuestros nombres? — el menor giró sus ojos y estampó su espalda contra la pared recargándose.

— No es tu nombre, es lo que eres. Yoongi

— ¿Y qué es lo que soy? — para ese entonces, los ojos del mayor captan cualquier movimiento del pequeño chico frente a él.

Lo escucha suspirar y maldecir en voz baja. Incluso puede jurar que ha visto como sus ojos se cristalizaban. Yoongi conocía su llanto tan bien...

— Alguien bueno, alguien que vale la pena — hace una pausa para que las palabras no se atoren en su garganta ni el dolor se expanda por todo su cuerpo. Quiere ser fuerte frente a él, sabe que ya ha sido patético por mucho tiempo — Tienes un futuro por delante y un corazón noble.

— ¿Entonces por qué no puedo gustarte? — Yoongi corta sus palabras y solo tal vez... el corazón de Jimin dio un vuelco al escucharle

— Estoy roto, Min — lo ha dicho crudamente, porque la verdad es así, es fría y cruda. Demasiado difícil de aceptar pero mucho más difícil de esconder — No puedo amar a nadie porque no me amo yo mismo. — Jimin logra no llorar por ahora.

Y aunque cada palabra de rechazo que escuchaba de parte del chico dolía, no fue aquello lo que quedó marcado en la mente del mayor... no, lo que quedó marcado fue lo siguiente — Y tampoco puedo amar porque no quedan piezas de mi corazón para hacerlo. ¿Lo entiendes? Estoy roto y nadie quiere a una persona como yo.

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