Era una mañana bastante cálida en aquel pueblo, donde no se podía divisar a nadie paseamos por los alrededores, algo que era predecible ya que era un domingo, ese día la mayoría de las familias viajaban a otra pueblo o se quedaban durmiendo hasta tarde, solo una luz se encontraba encendida tan temprano y esta era clara ya que todavía no había salido por completo el sol, esta casa se encontraba más adentrada al bosque, no muchas personas entraban ahí, es mejor decir eso a que prácticamente se encontraba deshabitada, y dije prácticamente porque un par de jóvenes aprovechaban esto último para así poder entrenar más tranquilos.
Ya dentro de la casa se encontraban 2 jóvenes desayunando, antes de marcharse uno de estos dejo un plato listo en la mesa, este tenía yogur y cereal al lado de este se encontraba unas tostadas.
A pesar de haber pasado 2 años desde el incidente de las hormigas Quimeras no dejaban de entrenar constantemente. Cuando daban las 11, los adolescentes volvían hambrientos a casa, en esta los esperaba una hermosa joven de ojos azules, cabello largo y lacio de color negro, quien les daba alegremente la bienvenida con una sonrisa.
—Yeeey ya volvieron. —comentó Alluka, dando así saltitos de alegría alrededor de cierto albino, quien desde la llegada de su mejor amigo, había descuidado un poco el tiempo que pasaba con su hermana menor— Ahora ya podemos jugar, ¿verdad Onii-chan?. —de repente la expresión de la ojiazul cambia al ver a su hermano arrodillarse frente a ella mientras tocaba su cabeza "mala señal" pensó Triste Alluka. Su hermano siempre la consolaba de esa forma.
—Lo lamento Alluka pero le prometí a Gon que saldríamos a buscar más información para que pueda recuperar su Nen. —Al ver la expresión triste de su hermana la tomó entre sus brazo, cargándola así como una princesa para después regalarle una de sus mejores sonrisas —Te prometo que jugaremos apenas llegue. — Prometió el joven albino, dejando a la chica ya en el suelo, depositó un dulce beso en su mejilla antes de irse a su habitación.
Ante aquella promesa, la joven sonríe nuevamente —Hai. —exclama alegre. De repente una mano toca su hombro, conocía aquella sensación, la conocía perfectamente, era alguien con quien peleaba por el amor de su hermano, quien lo alejaba cada vez más de ella, jamás pasó por la mente de la joven que aquel chico que conoció hace 2 años volvería para hacer una competencia por el amor del albino, aunque no se le podía llamar competencia cuando el oponente no sabe ni cual es el premio, ni quien el rival.
—Siento llevarme a tu hermano pero últimamente no salimos mucho. —dijo el joven de ojos canela, quien había cambiado tanto desde la última vez que lo vio, y no lo decía por la apariencia ya que ahí no se notaba gran cambio, había crecido unos cuantos centímetros, con su típico cabello color negro verdoso, en cuanto a la vestimenta, seguía manteniendo ese hábito de usar colores verdes, el cambio lo noto más en sus ojos.... Se veían distintos a cuando lo conoció, talvez era por el cansancio debido al entrenamiento arduo que realizaba , porque parecían más, como decirlo...oscuros, como su hermano no había notado el cambio en ellos pensaba Alluka.
Muy sencillo este se encontraba sorprendido por la llegada del joven que omitió muchas preguntas como por ejemplo su llegada repentina, sus ojos rojos e hinchados que solo eran señales de que se la había pasado llorando, el porqué de sus ropas sucias. ¿Por qué nada de eso era cuestionado por su hermano? En ese momento Alluka se encontraba muy curiosa en el peliverde, verlo en esas condiciones en la puerta de su casa, la apariencia de Gon no era ninguna broma, intentaba pensar en una excusa a tales fachas pero lo único que venía a su mente eran dos cosa, tuvo una gran pelea con alguien o que de camino a su casa se cayó debido a su torpeza, es tonto pensar que esas eran opciones a tan lamentable apariencia.
Ese día su hermano actúo de forma muy extraña, no podía ver su expresión ya que este se encontraba a unos escasos pasos delante de ella, lo único que podía divisar era la espalda de este, noto un ligero temblor en el cuerpo del ojiazul, eso la preocupo por momentos pero se desvaneció al ver como este se abalanzaba al moreno, lo abrazaba de forma cálida, dulce, hasta podría jurar que lo hacía de un modo desesperado, sonrió de lado ante tal muestra de cariño por parte de su Onii Chan, aunque no podía negar que le preocupaba el hecho de que tal acto no sea correspondido por el ojos café.
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De verdad lo intenté...
RomanceYa habían pasado 2 años desde que nuestros protagonistas decidieron seguir cada uno su propio camino, pero de la nada Gon se aparece en la casa de Killua en muy malas condiciones, sin explicar el porqué o qué había pasado en el tiempo transcurrido...