Capítulo 5

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[Comenten cuando lleguen a la escena de la foto]

Un chico con resaca despierta con dificultad de un duro colchón, con un peso extra junto a él y su hermano mirandolo.
Cinco se sienta en la cama, y voltea levemente viendo como su amiga duerme de forma plácida dándole la espalda; Luther acomoda una silla frente a él dispuesto a escucharlo.
   
—Está bien, te contaré. Por lo que sabemos, nos quedan cuatro días.
   
—¿Y por qué no lo mencionaste antes?.
   
—No abría importado... —Miss se remueve un poco murmurando cosas.
   
—Por supuesto que sí. Podriamos habernos unidos para ayudarlos a detenerlos.

Miss depiesta de golpe, agitada y pérdida, mira en todas direcciones con desesperación tratando de ubicarse; se detiene en la cara de
Luther que al instante reconoció.
Se sienta en la cama y respira profundo para tranquilizarse, su suposición es que se encuentra en el gimnasio donde Diego vive, pero él no se encuentra ahí.
   
—De hecho, ya lo intentaron —habla Cinco ignorando a la desorientada chica.
   
—¿Intentaron qué? —pregunta ella.
   
—Detener el apocalipsis.
   
—¿Lo hicimos? —pregunta Luther.
   
—Los encontré allá afuera, sin vida —responde Cinco.
   
—¿Nos matan? —vuelve a pregunta Uno.
   
—Horriblemente.

Cinco tiene en mente la imagen de cada uno de sus hermanos, sus cuerpos llenos de polvo y escombro, lo atormenta desde hace decadas atrás.
   
—Estaban juntos, tratando de detener al que acaba con el mundo, sea quien sea —continúa narrando el chico.
   
—¿Cómo lo sabes? —interroga Número 1.

Cinco mira a su amiga y mueve levemente su hombro.
   
—Ah, sí —ella saca algo de su bolsillo—, Cinco me dio esto. Dijo que cuando te encontró, tenías esto en tu mano —Miss le muestra a Luther un ojo de vidrio color café—. Seguro se lo arrancaste de la cabeza antes de morir.
   
—¿A quién?.
   
—Ya te dije, no lo sé —se nota la decepción en la voz de Cinco.
   
—Y el número de serie de atrás, no lleva a nada —Uno le devuelve el ojo a la chica.

Miss se sobresalta ante un fuerte portazo, Diego entra insultando y con furia al pequeño cuarto.
Su ira se nota por sus firmes pasos y su voz.
   
—¿Tienes alguna idea de lo qué hiciste? —pregunta Dos dirigiéndose a Cinco, intentando lanzarse sobre él, pero es detenido por Luther—. No, déjame... ¡Quítame tus manos de simio de ensima!
   
—Puedo estar así hasta que te calmes —Diego se relaja y su hermano lo deja hablar—. ¿Vas a deciernos qué pasa?.
   
—Nuestro hermano y su amiguita estuvieron ocupados desde que aparecieron...
   
—¿Cómo me dijiste? —comenta Miss.
   
—Estuvieron en el medio de ese tiroteo en Griddy's, y luego en Hermanos Gimble después de que sus enmascarados atacaran la academia, buscándolo a él —concluyó Diego.
   
—Miss estuvo con nosotros cuando la Academia Umbrella fue atacada, por eso tiene un balazo en el estómago —explica Luther.
   
—Nada de eso es asunto tuyo —acota Cinco, el cual luego mira la ropa de su amiga buscando rastros del supuesto balazo.
   
—Ahora lo es. Mataron a mi amiga —explica Número 2 con notable dolor en sus ojos.
   
—Trabajan par nuestra antigua jefa —comienza a hablar Miss—. Una mujer llamada La Encargada, ella recluta y envia a los agentes, quiere detener a Cinco. Y cuando alguien como tu amiga se interpone, todo vale.
   
—Ahora todo vale para mi, y voy a hacer que lo paguen.
   
—Seria un error, Diego —Cinco trata de detenerlo.
   
—Han matado gente más peligrosa que tú —dice Miss.
   
—Ya lo veremos —Diego se va del lugar.
   
—Lo terco parece venir de familia.
   
—¿"Antigua jefa"? ¿De qué se trata todo esto? Y no me vengan con esa estupidez de "no es asunto tuyo", ¿oyeron? —Luther exige de forma firme respuestas.

Ambos chicos se miran unos segundos debatiendo si contarle o no la historia, no tienen todo el tiempo del mundo.
   
—Es una larga historia —dice Cinco.
Luther se sienta y los mira fijo, presionando para que hablen.
   
—Un día, cuando vivía en el apocalipsis, una mujer vestida de negro se me apareció ofreciendome un trabajo en una organización llamada La Comisión —Cinco comienza a relatar—. Me dijo que podía volver al momento de la historia que quisiera a cambio de cinco años de trabajo.
  
—En su segundo año se había convertido en el favorito de La Comisión, en ese momento de su carrera nos presentan. Yo contaba ya con 27 años de experiencia en La Comisión —Miss revuelve su cabello mientras cuenta—. Nos volvimos el mejor duo en la historia de la organización, ambos con habilidades bastante útiles para el trabajo...
   
—¿Qué habilidades tienes? —interrumpe Luther.
  
—No es relevante ahora —dice Miss.
   
—Formamos una amistad bastante fuerte, o eso quiero creer —la chica rie seca ante el comentario de su amigo—. Y nos convirtieron en el instrumento perfecto para rehabilitar la continuidad tempora. O corregirla, como le dicen ellos.
  
—Hay otros como nosotros. Seres fuera de tiempo, fracturas y extraidos de las vidas que conocían. Ninguno era tan bueno como nosotros.
   
—Cuando tuvimos la suficiente confianza, le conte mi plan a Miss para volver con mi familia y decidió ayudarme. Cuando pude descifrar la ecuación correcta para volver para detener el apocalipsis y salvar mundo... Ella quiso venir conmigo, desactivo nuestros rastreadores por unos segundo y logramos saltar por el portal.
   
—Por cierto, ¿quién lanzó el extintor? —pregunta Miss.
   
—Klaus.

M. Simpatía || Number 5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora