𝑼́𝒏𝒊𝒄𝒐

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Yuno se encontraba en su departamento, solo y sin nada que hacer, tirado encima de su cama mirando el techo imaginándose varias cosas en su cabeza, estaba completamente desesperado y en busca de una respuesta.

—¿Por qué justo hoy?— preguntó y se cubrió el rostro con sus manos mientras que una lagrimas salían de sus lindos ojos cayendo encima de sus sábanas.

Sentía un gran vacío en su pecho, un gran vacío que lo absorbía por completo llevándose con él todos sus recuerdos, se sentía desfallecer y muy confundido pues él había prometido no llorar por un amor en su vida, muy cruel de su parte pero en esos momentos sus promesas a sí mismo no valían nada.

—¿Por qué?— preguntó con la voz quebrada, todo había sucedido tan rápido que no pudo ni siquiera entender que pasaba por unos minutos.

Se puso de pie y se quedó mirándose frente al espejo fijamente, no era el fin del mundo pero sí de su mundo, sus labios mostraban un gesto se derrota y hasta odio de la vida, sus ojos reforzaban esos sentimientos y hasta sus manos que estaban en puños. Su habitación que hace unos días amaba ahora se había convertido en una prisión emocional que no lo dejaba olvidar todos los lindos momentos.

Lo había arruinado, hace unas horas Yuno había conseguido todas las fuerzas y la valentía que necesitaba para poder confesar sus sentimientos hacia su hyung, Lihoon, nada había sido planeado pues todo había sido en el momento gracias a la motivación que su amigo le daba constantemente.

—¿Lihoon hyung?— le dijo cuando estaban a punto de salir de la universidad, Yuno tenía una sonrisa en su rostro para tratar de esconder su temor y vergüenza.

—¿Sí?— contestó el mayor mirándolo con una media sonrisa y con los ojos brillosos, frotó sus manos en su camiseta y decidió soltarlo se una vez por todas.

—Me gustas mucho, hyung, estoy enamorado de usted— soltó así nada más, sin introducción ni advertencia, esperó con miedo la reacción de su amor platónico pero después de unos minutos Lihoon seguía igual, con los ojos un poco abiertos y tratando de decirle algo que no salía de su boca.

El menor entendió lo que quiso entender, no sabía que hacer y no quería sufrir el rechazo, miró a todos lados hasta que vio que todos empezaban a irse y el también lo hizo, corrió muy rápido ignorando las llamadas de su hyung, no quería verlo en ese momento, su amor no había sido correspondido, su corazón dolía demasiado.

Corrió lo más rápido que pudo, cruzando calles y solo deteniéndose cuando los semáforos marcaban rojo, lágrimas peleaban por salir a la luz pero Yuno se mordía el labio para que eso no pasara, estaba completamente decepcionado de si mismo, si tan solo se hubiera esforzado por agradarle más al mayor quizá todo hubiera salido mejor.

Después de unos tortuosos minutos llegó a su edificio en donde subió las escaleras muy rápido para llegar al piso 7 en donde se encontraba su departamento, el ardor en sus piernas no le importó, solo quería llegar a su casa y darse un largo baño para olvidar lo estupido que se había visto.

Abrió la puerta lo más rápido que pudo y se quitó los zapatos para dejarlo ahí, ingresó hasta su habitación y en su mente solo estaba la imagen de Lihoon mirándolo como lo había hecho, se quitó la ropa y fue hasta el baño para poder relajarse un poco, en la ducha sus lágrimas se confundían con el agua al igual que él había confundido la amistad de su hyung con amor, se quedó ahí, parado debajo del chorro de agua que caiga directo en su rostro hasta que decidió salir, se sentía mucho mejor.

Salió y se envolvió en una toalla, buscó entre su ropa su pijama y se lo puso, no quería salir ese día y tampoco quería quedarse en su habitación pero era mucho mejor estar solo y llorar que estar con amigos y fingir que todo va bien, se echó la colonia que más le gustaba, olía a coco y se tiró en su cama.

Por alguna razón los recuerdos de todo lo que habían pasado llegaron a su mente como constantes golpes, recordaba lo bien que la pasaban con su hyung, cuando iban al parque a tan solo hablar de cosas que a los dos les gustaba, cuando iban a caminar por los centros comerciales y comían algo para calmar el hambre de media tarde o cuando se quedaban en el departamento del menor para ver películas toda la noche.

Todos esos recuerdos alegres los estaba volviendo tristes, odia su forma de ilusionarse con alguien pero pensó que Lihoon era el correcto, se había sentido tan a gusto con el que había olvidado por completo que estaba en la vida real.

El olor a coco inundaba sus fosas nasales mientras sus ojos despedían amargas lágrimas de pena, había sido un tonto al imaginarse tan siquiera una vida con él y tratar de enamorarlo con lindas palabras y tontos regalitos.

—Mierda de vida— Yuno sentía en ese momento que todo iba mal, el rechazo de su amor le había chocado de tal manera que comenzaba a ver todo de un mal modo, se habia enamorado hasta los huesos de Lihoon.

Cerró los ojos y se quedó dormido por al menos media hora, había soñado con él, pero no eran los sueños que solía tener, en donde Lihoon era su novio y la pasaban demasiado bien, más bien era un sueño neutro, solo estaban ellos dos mirándose, mientras Yuno lo miraba con enojo y hasta rencor, Lihoon le miraba con paz y una sonrisa triste, cuando se levantó su respiración se volvió pesada y no entendió el porqué, se sentó en su cama aún confundido pero mucho más tranquilo.

Prendió la televisión y comenzó a buscar algo que ver, todo relativamente estaba tranquilo hasta que paró en el canal de noticias.

"Joven fallece en un accidente automovilístico a unas cuadras de la Universidad de Seúl, lo identificaron con el nombre de Jeon Lihoon, estudiante de último año de la carrera de administración y negocios"

Yuno se quedó perplejo mirando la televisión, hasta que la razón golpeó su rostro, saltó de su cama y agarró su teléfono de su ropa que había dejado en el suelo, lo prendió y vio mensajes de Lihoon.

"Tú también me gustas Yuno"

"¿Por qué no me contestas?"

"Yuno te amo, voy para tu departamento"

"Tomaré un taxi"

Yuno se cayó al suelo al leer los mensajes, todo era su culpa, había ignorado las llamadas de su hyung por irse corriendo, se sentía horrible, desgraciado y despreciable.

Apagó la televisión que no dejaba de recordarle que Lihoon había muerto, por su culpa, ¿Por qué tuvo que confesarse ese día? ¿Acaso lo había llevado a la muerte? Se sentía herido, patético, la persona que amaba había muerto amándolo a él, pero sin poder hacer algo, murió antes de estar junto con Yuno.

Eso lo había llevado a la situación en la que se encontraba ahora, seguía mirándose al espejo viendo a un monstruo en él, se sentía muy mal y no sabía si lo superaría en semanas o quizá en años.

Miró nuevamente su teléfono y los mensajes seguían ahí, los volvió a leer torturándose a si mismo mientras lloraba desconsolado, escribió lentamente intentando arrancar el amor que tenía del pecho.

"Yo también te amo, Jeon Lihoon, te amaré hasta que nos encontremos nuevamente, hasta que mi voz deje de escucharse, hasta que mis ojos dejen de mirar, hasta que mi corazón deje de latir y hasta que mi alma se una con la tuya"



Coco: el olor a coco te pone nostálgico y hasta soñador.

Nota: busqué en diferentes páginas de internet y en casi todas la definición es diferente, yo me basé en esta.

• La serie Smells, constará de one-shots o historias muy cortas relacionadas a las sensaciones que transmiten los olores.

Lov u Devis ♡

-Devry

Coco ⸙͎ ˢᵉʳⁱᵉ ˢᵐᵉˡˡˢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora