No soy bueno con las palabras // TOKOTSUYU // BnHA

5.- El querido chico cuervo

-Entonces, dices que al chico pájaro le gusta nuestra bella amiga pero no puede decírselo ya que le da más miedo que el profesor Aizawa y lo más probable es que salga corriendo como niña asustada - De acuerdo, tal vez Hakagure no pudo haberse contenido de contarle a alguien el secreto de Tokoyami pero... ¡por lo menos no fue Tsuyu!

-Sí en parte sí, es casi como tu novio robot

-¡Oye!, más respeto con mi novio - Hagakure enarcó una ceja - Bueno es cierto

-El punto es que tenemos que ayudarlos, si no veo a esos dos juntos terminaré loca por saber que se mueren el uno por el otro pero no se atreven a decirlo - Hagakure agitaba los brazos aunque claramente no la podían ver

-Ver juntos a quién - De tanto estar comversando no se percataron de que su amiga rana se había acercado a ellas y que de alguna manera había escuchado la última parte de la conversación

-A... - Dijo Hagakure

-Unos... - Continuó nerviosa Ochaco

-Chicos...

-De...

-Una novela? - Ambas asintieron desesperadamente

-Sí, eso

-De acuerdo - Respondió con duda Tsuyu - Por cierto, saben que es lo que le pasa a Tokoyami, kero~ - La chica se sentó junto a ellas debajo de la sombrilla - Parece molesto

-Así siempre ha sido su cara - Dijo Ochaco

-No me refiero a eso - Tsuyu achinó los ojos mirando a su amiga castaña - Además tu novio siempre tiene cara de que está en sus días, ~kero

-¿Por qué tan empeñadas en molestar a Tenya?, dejen a mi musculitos en paz, seguro tienen envidia

-Prefiero a mi querido chico pájaro

-Antes bubiese dicho que Todoroki pero como por lo visto no tiene interés alguno por las chicas pues en ese caso el más lindo es Ojiro

-La perdimos - Dijeron al unísono, las dos chicas

-¡Cállense!, bueno entonces que nos decías de Tokoyami

-Les digo que parece molesto conmigo específicamente y no sé la razón, ~kero; me acerco y me evita - La chica rana se terminó de recostar por completo en la manta que habían llevado para la playa y se cubrió el rostro con las dos manos

-No crees que deberías decirle - Susurró Ochaco

-No estoy segura, me muero porque estén juntos pero tienen que decirlo ellos mismos

-Yo opino que deberías hablar con Koda y pedirle que aliente al cuervito a que se declare

-Tal vez - Ese fue el último susurro que dijo Hagakure pues luego se dirigió a la chica que se hallaba recostada bajo la sombrilla - Oye, Tsuyu

-Dime

-¿Qué hay entre tú y ese chico camaleón con el que hablabas?

-Es mi primo, vino aquí de campamento hace dos días, ¿por qué?

-A por na... - La chica invisible fue interrumpida

-Porque al chico gótico le molestó verte tan sonriente con él - De acuerdo, nota mental, no volver a contarle nada a Ochaco, y ahora tenía que lidiar con la expresión de sorpresa de Tsuyu

-¿To...To...Tokoyami? - Los colores se le habían subido al rostro, su querido chico cuervo estuvo celoso, ¿acaso podría tener una oportunidad?

-Oye, puede que haya algo más ahí que una simple amistad, asi que no dejes que tu inseguridad te gane y dejes escapar a tu "querido chico cuervo", que por cierto se dirige aquí y por tanto yo y Ochaco nos vamos - La chica invisible tomó del brazo a su amiga y se alejaron, dejando a la pareja de la rana y el cuervo a solas para que puedan hablar

-¡Eh!, esperen, ¡Ochaco!, ¡Hagakure! - Demasiado tarde, las mencionadas ya se habían hechado a correr

-¿Tsuyu? - Desde cuando la voz de Tokoyami sonaba tan bien, ¡maldición, estaba nerviosa!

-Tokoyami - Tsuyu se giró y vio a su amado, quien procedió a sentarse a su lado

-Yo no soy bueno con las palabras, pero te pido disculpas, estoy seguro que notaste que te evitaba; lamento mucho eso - El varón le tendió un helado a la fémina, sabía que a ella le encantaba la gelatina así que buscó uno con sabor a gelatina de fruta

-Gracias, aunque también fue mi culpa, no he pasado tiempo contigo,~kero - Ambos rieron, aquella imagen estaba siendo guardada por una cámara de Yaoyorozu, así cuando volviesen a la academia no la dejarían en paz nunca - Desde ahora pasaré más tiempo contigo, avesita - Y una vez más, los dedos de la chica pasaron por el pico del varón, quien tenía más que claro que jamás renunciaría a ese contacto