El día en que mi suerte me dejó - Clara

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¿Has sentido que no perteneces a un lugar en común?  ¿Que un día simplemente te convertiste en una imagen a la cual todos observan pero nadie se atreve a tocar por miedo a dañarla? yo sí, al principio me gustaba, el tener la atención de la gente, ser alagada constantemente y ser querida, era como si fuera una reina llena de súbditos. Pero más que todo porque tenía a alguien siempre a mi lado, el que me apoyaba desde que lo conocí cuando éramos niños, siempre ha estado conmigo, se volvió parte esencial de mí, y creí que siempre seria así, que siempre estaríamos unidos, eso creí...

No recuerdo el momento exacto en el cual sucedió, sé que tengo la mayor parte de la culpa, pero confiaba plenamente en él, en que el sería el único que siempre estaría a mi lado, el que nunca me abandonaría, el que siempre me salvaría, como siempre lo hizo desde que nos conocimos, siempre juntos en las buenas y en las malas, pero no fue así, al igual que todos se alejó, no físicamente si no espiritualmente, siempre estaba a mi lado pero en algún momento simplemente dejo de ser el mismo, parecía que se había vuelto uno con la gente normal, esa que solo me dice lo linda que soy y lo mucho que me admira, pero crean una barrera para protegerse, temen que les haga daño, que haga algo estúpido y termine dejándolos en vergüenza, me pusieron una máscara y decidieron la forma y colores que esta tendría, me crearon una falsa forma de pensar y actuar, me pusieron en un altar y me alabaron desde lejos, como idiota creí que eso era bueno, ser popular, importante y ser reconocida era lo mejor, tener trato especial y todas esas pequeñas cosas me hacía feliz. Pero me apuñalaban por la espalda cada que tenían una oportunidad, muchas veces oí hablar a las chicas de lo mucho que me odiaban, aunque minutos antes me habían dicho que me admiraban tanto que querían ser como yo, oí a chicos hablar de cómo serían mi pechos y como me vería desnuda, del como harían si pudieran tener sexo conmigo. La realidad me dio un golpe muy duro, la doble cara de las personas me aterró. Tiré por la borda mis creencias hasta entonces y simplemente las reescribí, cree una coraza para proteger mi débil corazón y resalte lo falsa que puede ser la gente, dejé un pequeño lugar en esta para que solo él pueda entrar y salir cuando quisiera, que pueda ver como en realidad me siento en cualquier momento que pudiera, dándome aliento en los momentos difíciles y ayudándome a volver a levantarme, pero paso el tiempo y ese paso hacia mi verdadera yo, nunca fue usado, un día simplemente se cerró y quede atrapada desde entonces.

Casi sin esperanzas intentaba llegar a él, destrozar ese muro y simplemente abrazarlo, destruir mi falsa yo y que recuerde quien yo era en realidad, pero no lo podía alcanzar, ya no reía, casi ni me hablaba, las conversaciones que usualmente teníamos disminuían constantemente, hasta al punto en que la única que hablaba era yo, en mi intento por conservar ese lazo que aún quedaba, intentaba hablar con él lo más que podía, así sean charlas sin sentido o bizarras, pero el solo me oía, siempre con su mirada vacía puesta en mí, aunque se sienta alado mío, es igual que el resto, parece que constantemente se alejara, la distancia entre nosotros aumenta hasta el punto en el que ya no lo puedo ver.

Estaba sola, no quería depender de nadie pero tampoco quería seguir estando sola, sentía que desaparecía y que con cada segundo la realidad se volvía mentira. Mi vida continuó como nada más que una mentira, mi forma de pensar empezó a cambiar, quería demostrarles mi superioridad, hacer trizas sus corazones, destruir sus escasos sentimientos y que solo queden como una cascara más en el montón de basura. Mi soledad incrementaba, y era estúpido porque siempre estaba rodeada de gente. Mi calidez humana y sentimientos positivos ya no existían, deje que me consuma soberbia y me hundí en el mismo charco con ellos.

Era viernes, mis supuestas amigas me preguntaron si quería salir con ellas a pasarla bien con unos chicos de preparatoria, ahora soy diferente, no tengo un punto de anclaje, o una excusa para poder volver a donde estaba, ya que todos me ven como una zorra, solo me queda actuar como una. Acepte ir con ellas el sábado en la noche, sentía temor constante y una presión en el pecho, estaba confundida, ¿está bien lo que estoy por hacer?

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⏰ Última actualización: Dec 26, 2017 ⏰

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